No dejes que la rabia de un momento te ciegue, actúa siempre con presteza e inteligencia y convierte esta plegaria en tu mejor arma para destruir a aquellas personas que de diversas formas te han causado mal.
Señor del infierno,
De ese mar que existe,
Al cual muchos temen,
Y no saben cómo responder,
Ayúdame te clamo,
Con voz imparable,
Permíteme destruir,
A esa persona que me daño,
Que mi venganza sea como furia,
Que queme como fuego,
Y arrase con todo a su par,
Que no haya escondite,
Y que el terror lo domine,
Porque yo seré su fin,
Amen.
carlos adrian gomez burgara
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