sábado, 5 de noviembre de 2022

NAQI’A, LA PURA

NAQI'A, LA PURA
Otra gran figura femenina que destaca entre las reinas asirias es la esposa de Senaquerib, llamada Naqi'a. De origen arameo (Naqi'a significa «la pura»), también es conocida con la forma asiria de su nombre: Zakutu. Aunque no tuvo el rango de esposa principal de Senaquerib, consiguió, sin embargo, que el hijo que ella le dio, Asarhadón, fuera designado como heredero al trono. Este nombramiento provocó una crisis política en la cúspide del Estado asirio: en un primer momento, Asarhadón se mantuvo alejado en la parte occidental del Imperio, probablemente en la región de Harrán. Cuando Senaquerib fue asesinado en enero del año 681 a.C., en una conspiración orquestada por otro de sus hijos, el príncipe Arad-Mullissu, estalló una guerra civil entre los dos hermanos de la que salió victorioso Asarhadón. Una vez en el trono de Asiria, Asarhadón garantizó a su madre un lugar privilegiado en la gestión de los asuntos políticos. Cuando la esposa del rey, Esharra-Hamat, murió en el año 673 a.C., Asarhadón concedió a su madre, Zakutu, el título de «reina» (issi-ekalli/segalli), con todas sus atribuciones oficiales.
Cuando la esposa del rey, Esharra-Hamat, murió en el año 673 a.C., Asarhadón concedió a su madre, Zakutu, el título de «reina».
Mediante su intervención, la futura sucesión real se organizó con mucha antelación para evitar la repetición de una crisis como la de 681 a.C. Parece que Zakutu intervino en la decisión del rey, que eligió como sucesor a su hijo menor, Assurbanipal, reservando el virreinato de Babilonia a su otro hijo, Shamash-Shum-Ukin, a pesar de que éste era el mayor. En esta ocasión, se hizo que la población del Imperio prestara un juramento solemne de fidelidad al nuevo príncipe heredero, y Zakutu participó activamente en la organización de estas juras; se han encontrado varios ejemplares de estos textos guardados en algunos templos. Zakutu hizo renovar ese juramento hasta la muerte de Asarhadón. Algunos años después de que su nieto Assurbanipal subiera al trono, su nombre desaparece de la documentación, posiblemente debido a su muerte.
LA CASA DE LA REINA
LA RELEVANCIA DE LA FIGURA DE LA REINA NAQI'A NO DEBE OCULTAR EL HECHO GENERAL DE QUE EL PAPEL DE LA REINA, COMO ESPOSA OFICIAL DEL SOBERANO (Y LA ÚNICA QUE LLEVABA ESE TÍTULO), NO DEJÓ DE REFORZARSE DURANTE LOS DOS ÚLTIMOS SIGLOS DE EXISTENCIA DEL IMPERIO NUEVO ASIRIO. LA FASE CRUCIAL EN QUE LA REINA SE CONVIRTIÓ EN UNO DE LOS PERSONAJES MÁS IMPORTANTES DE LA CORTE SE SITÚA EN EL REINADO DE SENAQUERIB, CUANDO SE INICIÓ UN TRASPASO DE PODERES DE LOS DIGNATARIOS PROCEDENTES DE LA ALTA NOBLEZA, QUE FORMABAN EL ENTORNO DEL REY, A LOS MIEMBROS MÁS CERCANOS DE SU FAMILIA, SU MUJER Y SUS HIJOS. PARALELAMENTE, LA «CASA DE LA REINA» SE CONVIRTIÓ EN UN ELEMENTO FUNDAMENTAL DE LA ESTRUCTURA ECONÓMICA QUE CONSTITUÍA EL PALACIO REAL Y, UNA VEZ MÁS, LOS TEXTOS Y LAS FUENTES ARQUEOLÓGICAS TESTIMONIAN LA RIQUEZA ADQUIRIDA POR LAS SOBERANAS DE ASIRIA.

AL MENOS DESDE FINALES DEL SIGLO VIII A.C., LAS REINAS PARTICIPABAN EN EL REPARTO DEL CONJUNTO DE «REGALOS» QUE LOS REYES Y LOS PRÍNCIPES VASALLOS LLEVABAN A LA CORTE ASIRIA COMO TRIBUTO, Y SU «PARTE» APARECE EN SEGUNDO LUGAR, ENTRE LA DEL REY Y LA DEL PRÍNCIPE HEREDERO. PARALELAMENTE, RECIBÍAN DEL REY LA POSESIÓN DE VASTOS DOMINIOS TERRITORIALES, REPARTIDOS EN UNA GRAN CANTIDAD DE PROVINCIAS DEL IMPERIO, DNAQI'A, LA PURAESTINADOS A GARANTIZAR LA SUBSISTENCIA DE LOS HABITANTES DE SU «CASA», QUE CONTABA CON VARIOS CENTENARES DE PERSONAS. ESTA CASA DE LA REINA FUNCIONABA COMO UNA INSTITUCIÓN PARALELA A LA CASA DEL REY Y A LA CASA DEL PRÍNCIPE HEREDERO, Y DISPONÍA DE UN PERSONAL PROPIO, MAYORITARIAMENTE FEMENINO.

LA ADMINISTRACIÓN DE LAS POSESIONES AGRÍCOLAS PERTENECIENTES A LA REINA SE ENCONTRABA BAJO LAS ÓRDENES DE UNA «GOBERNADORA» (SHAKINTU), EL EQUIVALENTE FEMENINO DE LOS «GOBERNADORES» (SHAKNU) DE LA ADMINISTRACIÓN IMPERIAL, Y LAS RENTAS OBTENIDAS GRACIAS A LA EXPLOTACIÓN DE TODAS ESAS PROPIEDADES HACÍAN DE LA REINA UNO DE LOS PERSONAJES MÁS RICOS DEL IMPERIO. UN ARCHIVO DE TEXTOS CUNEIFORMES HALLADO EN LAS RUINAS DEL PALACIO DE NÍNIVE Y CONOCIDO CON EL NOMBRE DE «CENSO DE HARRÁN» ENUMERA, HACIENDA POR HACIENDA, A LOS MIEMBROS QUE FORMABAN LAS FAMILIAS DE AGRICULTORES DE UNA O VARIAS PROPIEDADES DE LA REINA EN EL OESTE. AL FINAL DEL PROCESO, EN EL SIGLO VII A.C., LA REINA INCLUSO HABÍA INCORPORADO A SU CASA A CIERTOS CUERPOS DEL EJÉRCITO PERMANENTE ASIRIO, POR LO QUE PUEDE DECIRSE QUE PARTICIPABA EN LA ORGANIZACIÓN Y CONTROL DEL APARATO MILITAR DEL ESTADO.
La gestión de este amplio conjunto se basaba en una contabilidad escrita y en la clara identificación de todos los elementos de mobiliario y vajilla que pertenecían a la Casa de la Reina. De este modo se ha podido reconocer la imagen del escorpión como símbolo distintivo de la reina de Asiria, lo cual permitía a los que no sabían leer identificar sin equívocos las propiedades de la soberana.
PODEROSAS EN LA VIDA Y EN LA MUERTE
La reina de Asiria salía del palacio únicamente para participar en ceremonias religiosas y en la vida de la corte, para asistir a actividades políticas o realizar giras de inspección relacionadas con la gestión de sus bienes. Sin embargo, el marco habitual de su existencia era el bitanu, término que puede traducirse como «los apartamentos privados». Allí convivía con las mujeres vinculadas al soberano y con los niños de corta edad. El acceso a este lugar estaba estrechamente vigilado y los contactos con el exterior se hallaban sometidos a un cuidadoso control, si nos guiamos por los extractos de unos reglamentos conocidos como «edictos de harén» que datan del período Medio Asirio, pero que probablemente seguían vigentes en el primer milenio. Se trataba sobre todo de controlar la transmisión de información entre el bitanu y el mundo exterior, y de evitar posibles complots.
Así pues, no es sorprendente que durante las excavaciones llevadas a cabo en 1989 en uno de los más famosos palacios asirios, el de Kalhu (Nimrud), se encontraran las tumbas intactas de varias reinas asirias: las esposas de Tiglat-Pileser III y de sus hijos Salmanasar V y Sargón II. Estaban situadas en sótanos habilitados bajo el suelo de las habitaciones ocupadas por las reinas en el gran palacio real, y revelaron no sólo los nombres de las esposas de los reyes de finales del siglo VIII a.C., sino también el esplendor y la riqueza de las joyas que las habían acompañado en su viaje al Más Allá.
La corte abandonó Nimrud a partir del reinado de Sargón II para trasladarse a una nueva capital, Nínive. Es posible que en una zona todavía sin excavar del palacio de Senaquerib en Nínive estuvieran enterradas las esposas reales de los reinados siguientes, entre ellas tal vez la poderosa Naqi'a, esperando a ser descubiertas algún día.


carlos adrian gomez burgara
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