lunes, 8 de mayo de 2023

EL TÚNEL DEL RÍO ÉUFRATES

por,.-Xio Leon
EL TÚNEL DEL RÍO ÉUFRATES
El túnel del Éufrates fue un túnel de 929 metros de longitud (0.577 millas) ordenado excavar por la reina Semíramis​ bajo el río Éufrates​ para conectar ambas orillas de la ciudad de Babilonia, en la antigua Mesopotamia.​
Según los estudios arqueológicos, la infraestructura habría sido construida entre el 2180 a. C.​ y el 2160 a. C.​
No se conoce la existencia de ningún otro paso subacuático peatonal hasta 1824, cuando Marc Isambard Brunel construyó el túnel del Támesis bajo el río homónimo​
Características
Las obras se iniciaron con la construcción de una presa provisional bajo el río Éufrates mediante la técnica del "falso túnel".
El túnel tenía 15 pies de altura y 25 pies de ancho. Por ello, los investigadores opinan que habría sido utilizado por peatones y carros tirados por caballos, y que conectaba el templo mayor con el palacio real, ubicados en las riberas opuestas del río. El túnel, ordenado construir y utilizado por la reina Semíramis, fue descrito por Diodoro Sículo en el año 50 a. C. en su Bibliotheca historica:
«Tras todos estos (trabajos) en una depresión de Babilonia, (Semíramis) hizo excavar un lugar para un estanque, cuadrangular, de trescientos estadios de longitud por cada lado, revestido con ladrillos y cementado con azufre, con un total de cinco pies y medio de profundidad. De este modo, tras haber ordenado desviar el río, hizo construir un pasaje con la forma de una bóveda, desde un palacio al otro, cuyos arcos fueron construidos con ladrillos firmes y fuertes, recubriendo ambas caras con betún, con un espesor de cuatro codos. Los muros de esta bóveda tenían un espesor de una veintena de ladrillos y de doce pies de altura, por encima y a los lados de los arcos; y quince pies de ancho. Cuando esta parte del trabajo fue finalizada tras doscientos sesenta días, el río fue reorientado a su viejo cauce para que fluyera por encima de toda la obra, de modo que Semíramis pudiese ir de un palacio al otro sin tener que pasar por encima del río. Asimismo ordenó construir dos puertas de bronce en los dos extremos de la bóveda, que permanecieron hasta tiempos del Imperio persa».
Diodoro Sículo, Bibliotheca Historica, Libro II,
También Lucio Flavio Filóstrato describió en el año 250 la construcción del túnel en la Vida de Apolonio de Tiana:11​12​
«Y (Babilonia) está dividida en dos por el río Éufrates. Y bajo el río pasa un puente extraordinario que, a través de un pasaje invisible, une los palacios situados a ambas orillas. Por ello se dice que una mujer, Medea, que era anteriormente la reina de aquellos lugares, atravesó por debajo el río, de un modo en el cual ningún río ha sido atravesado nunca. Por ello se dice que recogió piedras, bronce y asfalto y todo lo necesario para que los hombres realizaran el ensamblaje bajo el agua, y acumuló estos materiales a lo largo de las orillas del río. Después desvió la corriente de agua hacia los lagos, y cuando el río se secó, excavó una profundidad de dos brazas realizando un túnel hueco, que desembocaba en los palacios de ambas riberas como una gruta subterránea; y cuando las bases fueron estables y también las paredes del túnel, lo cubrió con un techo a nivel del lecho del río. Pero como era necesaria el agua para que el alquitrán se volviese duro como una piedra, el Éufrates fue liberado para que fluyera sobre el techo aún fresco, haciendo que la unión se solidificara».
Lucio Flavio Filóstrato, Vida de Apolonio de Tiana, libro I, 2511​
etún.
(Los jardines de Semiramis según la Descripción del Universo de Alain Manesson Mallet (1683) / foto dominio público en Wikimedia Commons)
Lucio Flavio Filóstrato, en su obra del año 250 d.C. Vida de Apolonio de Tiana, también relata la construcción del pasadizo subterráneo:
Y (Babilonia) está dividida en dos por el río Éufrates. Y bajo el río pasa un puente extraordinario que, a través de un pasaje invisible, une los palacios situados a ambas orillas. Por ello se dice que una mujer, Medea, que era anteriormente la reina de aquellos lugares, atravesó por debajo el río, de un modo en el cual ningún río ha sido atravesado nunca. Por ello se dice que recogió piedras, bronce y asfalto y todo lo necesario para que los hombres realizaran el ensamblaje bajo el agua, y acumuló estos materiales a lo largo de las orillas del río. Después desvió la corriente de agua hacia los lagos, y cuando el río se secó, excavó una profundidad de dos brazas realizando un túnel hueco, que desembocaba en los palacios de ambas riberas como una gruta subterránea; y cuando las bases fueron estables y también las paredes del túnel, lo cubrió con un techo a nivel del lecho del río. Pero como era necesaria el agua para que el alquitrán se volviese duro como una piedra, el Éufrates fue liberado para que fluyera sobre el techo aún fresco, haciendo que la unión se solidificara.
Lucio Flavio Filóstrato, Vida de Apolonio de Tiana I,25
Pero ¿existió realmente tal maravilla de la ingeniería? Diodoro así lo afirma, como hemos visto, pero Heródoto habla de un puente y no de un túnel subterráneo.
Hizo cortar y labrar unas piedras de extraordinaria magnitud, y cuando estuvieron ya dispuestas y hecha la excavación, torció y encaminó toda la corriente del río al lugar destinado para la laguna. Mientras éste se iba llenando, secábase la madre antigua del río. En el tiempo que duró esta operación, mandó hacer dos cosas: la una edificar en las orillas que corren por dentro de la ciudad, y a las cuales se baja por las puertas que a cada calle tienen, un margen de ladrillos cocidos, semejante a las obras de las murallas; la otra construir un puente, en medio poco más o menos de la ciudad, con las piedras labradas de antemano, uniéndolas entre sí con hierro y plomo. Sobre las pilastras de esta fábrica se tendía un puente hecho de unos maderos cuadrados, por donde se daba paso a los Babilonios durante el día; pero se retiraban los maderos por la noche, para impedir mutuos robos, que se pudiesen cometer con la facilidad de pasar de una parte a otra. Después que con la avenida del río se llenó la laguna y estuvo concluido el puente, restituyó el Eufrates a su antiguo cauce; con lo cual, además de proporcionar la conveniencia del vecindario, logró que se creyese muy acertada la excavación del pantano.
Heródoto, Historia I.186


carlos adrian gomez burgara
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