Lunes 17 de febrero
La sabiduría es la cosa principal. Adquiere sabiduría (Prov. 4:7).
Si hacemos lo que sabemos que es correcto, recibiremos muchas bendiciones. Aunque la sabiduría se basa en el conocimiento, lo que demuestra que somos sabios son las decisiones que tomamos, no el conocimiento que tengamos. La Biblia dice que hasta las hormigas son “instintivamente sabias”, pues durante el verano “preparan su alimento” (Prov. 30:24, 25). Cristo es “la sabiduría de Dios” y siempre hace lo que le agrada a su Padre (1 Cor. 1:24; Juan 8:29). Dios sabe que una cosa es saber lo que hay que hacer y otra muy diferente es hacerlo. Él recompensa a los que demuestran humildad y aguante y hacen lo que saben que está bien (Mat. 7:21-23). Por tanto, esforcémonos por contribuir a que la congregación sea un lugar donde todos le sirvamos a Jehová con humildad. Es cierto que requiere tiempo y paciencia poner en práctica lo que sabemos que es correcto. Pero, si lo hacemos, demostraremos que somos humildes y seremos felices ahora y para siempre. w18.09 7 párr. 18
Martes 18 de febrero
Que cada uno pruebe lo que su propia obra es, y no en comparación con la otra persona (Gál. 6:4).
Cuando Jehová nos creó, quería que cooperáramos con él en el cumplimiento de sus propósitos. A pesar de que ahora somos imperfectos, los siervos fieles de Dios podemos trabajar con él todos los días. Por ejemplo, la Biblia dice que “somos colaboradores de Dios” al predicar y hacer discípulos (1 Cor. 3:5-9). Es un inmenso honor que el Creador todopoderoso del universo nos vea dignos de ser sus colaboradores en una obra que considera tan importante. Ahora bien, hay otras maneras de trabajar con Jehová. Por ejemplo, ayudando a nuestra familia y a los hermanos, siendo hospitalarios, ofreciéndonos para trabajar para la organización y ampliando nuestro servicio a Dios (Col. 3:23). Sin embargo, no comparemos lo que nosotros podemos hacer por Jehová con lo que otros pueden hacer. No olvidemos que la edad, la salud, las circunstancias y las habilidades de cada uno son diferentes. w18.08 23 párrs. 1, 2
Miércoles 19 de febrero
Manténte en expectación de ella; porque sin falta se realizará (Hab. 2:3).
Jehová le aseguró a Habacuc que sus sinceras preguntas recibirían respuesta. En poco tiempo, todas sus preocupaciones desaparecerían. En realidad, le dijo al profeta: “Ten paciencia y confía en mí. Aunque parezca que tarde, mi respuesta llegará”. Jehová le recordó que ya había fijado el momento para cumplir sus promesas y le aconsejó que siguiera esperando. Al final, no quedaría desilusionado. Si esperamos con paciencia a que Jehová intervenga y prestamos atención a lo que nos dice, tendremos confianza y paz interior pese a las dificultades. Jesús dijo que no nos centráramos en fechas que Dios aún no ha revelado (Hech. 1:7). Confiemos en que Jehová sabe cuándo es el mejor momento de actuar. Por tanto, no nos rindamos y sigamos esperando con humildad, fe y paciencia. Mientras tanto, aprovechemos bien el tiempo sirviendo a Jehová lo mejor que podamos (Mar. 13:35-37; Gál. 6:9). w18.11 16 párrs. 13, 14
Jueves 20 de febrero
Dios me ha mostrado que no debo llamar contaminado o inmundo a ningún hombre (Hech. 10:28).
Como los demás judíos de sus días, Pedro se había criado en una cultura en la que se veía a los gentiles como gente impura. Pero había vivido ciertas cosas que le habían hecho cambiar su punto de vista. Por ejemplo, había recibido una visión de Dios (Hech. 10:9-16). Al igual que Pedro, debemos analizarnos con cuidado y estar dispuestos a aceptar que otros nos ayuden a ver si en nuestro corazón queda algún rastro de prejuicio. ¿Qué más podemos hacer? Si abrimos el corazón de par en par, el amor echará fuera los prejuicios (2 Cor. 6:11-13). ¿Tenemos la costumbre de pasar tiempo solo con los que hablan nuestro idioma o son de nuestra raza, etnia, nacionalidad o tribu? Si así es, tratemos de incluir a otros que tienen antecedentes distintos a los nuestros. ¿Por qué no los invitamos a predicar o a nuestra casa para comer algo o estar un rato con otros hermanos? (Hech. 16:14, 15). Si lo hacemos, nuestro corazón estará tan lleno de amor que no tendrá sitio para el prejuicio. w18.08 9 párrs. 3, 6; 10 párr. 7
Viernes 21 de febrero
Eviten hacerse causas de tropiezo (1 Cor. 10:32).
Algunos Testigos demuestran que no han rechazado con firmeza la conducta del mundo. Por ejemplo, cuando van a fiestas, bailan y se comportan de formas inaceptables para los cristianos. Suben a las redes sociales fotos de sí mismos y comentarios que no son propios de personas espirituales. Por lo tanto, son una influencia negativa para los que se esfuerzan por mantener una conducta ejemplar (1 Ped. 2:11, 12). El mundo fomenta constantemente “el deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno” (1 Juan 2:16). Pero nosotros le pertenecemos a Jehová, y por eso él nos manda rechazar “la impiedad y los deseos mundanos”, y vivir “con buen juicio y justicia y devoción piadosa en medio de este sistema de cosas” (Tito 2:12). Todo en nuestra vida —nuestra forma de hablar, nuestros hábitos al comer y beber, la ropa y el arreglo personal, y la manera de trabajar— debe indicar a quienes nos observan que estamos dedicados en exclusiva a Jehová. w18.07 25 párrs. 13, 14
Sábado 22 de febrero
Nuestros ojos están dirigidos a Jehová nuestro Dios hasta que nos muestre favor (Sal. 123:2).
Si mantenemos la vista fija en Jehová, no dejaremos que las acciones de los demás nos amarguen o nos lleven a hacer algo que dañe nuestra amistad con él. Esto deben tenerlo presente sobre todo quienes tienen alguna responsabilidad en la organización de Dios. Es verdad que cada uno de nosotros debe esforzarse por obedecer a Jehová para obtener la salvación. Pero debemos recordar que Dios no nos juzga a todos de acuerdo con una norma inflexible (Filip. 2:12). Mientras más responsabilidad tengamos, más cuentas nos pedirá Dios (Luc. 12:48). Si de verdad amamos a Jehová, nada nos hará caer ni nos separará de su amor (Sal. 119:165; Rom. 8:37-39). En estos tiempos difíciles, mantengamos los ojos fijos en aquel que está sentado en su trono en los cielos para así percibir cuál es su voluntad (Sal. 123:1). Nunca permitamos que las acciones de otras personas afecten nuestra amistad con Dios. w18.07 16 párrs. 19, 20
Domingo 23 de febrero
Resplandezca la luz de ustedes delante de los hombres, para que ellos den gloria al Padre (Mat. 5:16).
Nos alegra muchísimo saber cuánto está creciendo el pueblo de Jehová. Sin duda, esto indica que los siervos de Dios están haciendo brillar su luz. En el año 2017, dirigimos más de diez millones de cursos bíblicos. Además, millones de personas interesadas asistieron a la Conmemoración y aprendieron sobre el amor que Dios mostró al dar a su Hijo para rescatarnos (1 Juan 4:9). En el pueblo de Jehová, se habla una gran cantidad de idiomas. Pero eso no impide que todos ofrezcamos alabanza a nuestro Padre celestial en unidad (Rev. 7:9). No importa qué idioma hablemos o dónde vivamos, podemos brillar “como iluminadores en el mundo” (Filip. 2:15). El aumento que experimentamos, nuestra unidad y el sentido de urgencia contribuyen a que le demos gloria a Jehová y atraen a las personas a la verdad. w18.06 21 párrs. 1-3
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