Lunes 3 de febrero
Toda dádiva buena y todo don perfecto es de arriba, porque desciende del Padre de las luces celestes (Sant. 1:17).
Jehová nos da una gran cantidad de alimento espiritual. Por ejemplo, recibimos información útil mediante nuestras reuniones, revistas y páginas de Internet. ¿Verdad que alguna vez hemos disfrutado de un discurso, un artículo o un programa del canal JW Broadcasting y hemos pensado que era justo lo que necesitábamos? Entonces, ¿cómo le podemos demostrar a Jehová nuestro agradecimiento por estos regalos? (Col. 3:15). Una manera es dándole las gracias con regularidad en nuestras oraciones. Otra manera de demostrarle a Jehová nuestro agradecimiento es manteniendo limpio y ordenado el lugar donde nos reunimos para adorarlo. Por eso, participamos con regularidad en limpiar y dar mantenimiento a nuestro Salón del Reino. Además, quienes usan los aparatos de audio y video de la congregación los manejan con cuidado. El buen mantenimiento contribuye a que nuestros salones duren más y necesiten menos reparaciones importantes. De ese modo, disponemos de más fondos para construir y renovar otros salones por todo el mundo. w19.02 18 párrs. 17, 18
Martes 4 de febrero
Estos son los bordes de sus caminos, ¡y qué susurro de un asunto se ha oído acerca de él! (Job 26:14).
Job dedicó tiempo a reflexionar en la maravillosa creación de Jehová (Job 26:7, 8). Se quedó asombrado cuando pensó en la Tierra, el cielo, las nubes y el trueno, aunque reconoció que sabía muy poco sobre todo lo que Dios ha creado. También valoró mucho lo que Jehová le enseñaba, y por eso dijo: “He atesorado los dichos de su boca” (Job 23:12). La admiración y el respeto que sentía por Jehová lo motivaron a amarlo y a desear agradarlo. Esto a su vez fortaleció su deseo de ser íntegro. Como Job, debemos dedicar tiempo a reflexionar en la maravillosa creación de Jehová. Hoy día, el ser humano sabe mucho más sobre ella que en tiempos de Job. Además, tenemos la Biblia completa, que nos ayuda a conocer bien a Dios. Todo lo que aprendamos contribuirá a llenarnos de admiración y respeto por Jehová. Esto a su vez nos motivará a amarlo y obedecerlo, y fortalecerá nuestro profundo deseo de ser íntegros (Job 28:28). w19.02 5 párr. 12
Miércoles 5 de febrero
No temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre terrestre? (Sal. 118:6).
A lo largo de la historia, muchos gobernantes han perseguido al pueblo de Jehová. ¿Por qué? Tal vez afirmen que hemos cometido algún delito, pero la verdadera razón de que nos persigan es que hemos decidido “obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres” (Hech. 5:29). Quizás se burlen de nosotros, nos encarcelen o incluso nos golpeen. Pero con la ayuda de Jehová no nos vengamos, sino que mantenemos la calma durante la prueba. Pensemos en el ejemplo que nos dejaron tres jóvenes hebreos que fueron llevados cautivos a Babilonia: Hananías, Misael y Azarías. Con calma y respeto, le explicaron al rey que no adorarían la estatua que él había hecho y la razón por la que no lo harían. Estuvieron dispuestos a aceptar lo que Jehová permitiera (Dan. 3:1, 8-28). ¿Cómo podemos imitar a los tres hebreos cuando se pone a prueba nuestra lealtad a Jehová? Siendo humildes y confiando en que él nos cuidará (Sal. 118:7). Y, cuando alguien nos acusa de algo malo, le respondemos con calma y respeto (1 Ped. 3:15). Además, nos negamos rotundamente a hacer cualquier cosa que dañe la amistad que tenemos con nuestro amoroso Padre celestial. w19.0210, 11 párrs. 11-13
Jueves 6 de febrero
¡Cobren ánimo! (Juan 16:33).
Algo que nos ayudará a ser más valientes es pensar en la esperanza que tenemos gracias al sacrificio de Jesús (Juan 3:16; Efes. 1:7). Un buen momento para profundizar el agradecimiento que sentimos por el rescate son las semanas anteriores a la Conmemoración. Durante esos días, sigamos la lectura para la Conmemoración y meditemos con detenimiento en los sucesos que llevaron a la muerte de Jesús. Entonces, cuando nos reunamos para la Cena del Señor, captaremos mejor el profundo significado del pan y el vino, y del sacrificio sin igual que representan. Cuando entendemos lo que Jesús y Jehová han hecho por nosotros, así como los beneficios para nosotros y nuestros seres queridos, se hace más fuerte nuestra esperanza y crece nuestro valor para aguantar hasta el fin (Heb. 12:3). Agradecemos de corazón que Jesús siga manifestando humildad y valentía ahora que intercede por nosotros como nuestro Sumo Sacerdote en el cielo (Heb. 7:24, 25). Para demostrar esa gratitud, debemos obedecer fielmente el mandato que nos dio de conmemorar su muerte (Luc. 22:19, 20). w19.01 22 párr. 8; 23, 24 párrs. 10, 11
Viernes 7 de febrero
Por favor, complácete en las ofrendas voluntarias de mi boca, oh Jehová (Sal. 119:108).
Jehová nos ha concedido a todos el honor de alabarlo. Los comentarios que damos forman parte de nuestro “sacrificio de alabanza”, y nadie puede ofrecer ese sacrificio por nosotros (Heb. 13:15). ¿Exige Jehová que todos hagamos el mismo tipo de sacrificio, es decir, de comentarios? No. Las reuniones de congregación se parecen a una comida entre amigos. Si unos hermanos nos invitan a una barbacoa y nos piden que llevemos algo sencillo, ¿qué haremos? Tal vez nos pongamos un poco nerviosos, pero seguro que haremos todo lo posible por llevar algo que les guste a todos. En las reuniones, nuestro anfitrión, Jehová, nos ha preparado una mesa llena de cosas buenas (Sal. 23:5; Mat. 24:45). A él le agrada que aportemos algo sencillo, lo mejor que podamos dar. Por lo tanto, preparémonos bien y participemos todo lo que podamos. Así, no solo nos alimentaremos de la mesa de Jehová, sino que contribuiremos a que otros también puedan hacerlo. w19.01 8 párr. 3; 13 párr. 20
Sábado 8 de febrero
Los que andan tras otros dioses multiplican sus penas (Sal. 16:4).
En tiempos bíblicos, la inmoralidad sexual a menudo formaba parte de la adoración a dioses falsos (Os. 4:13, 14). Muchas personas practicaban la adoración falsa porque les gustaba cometer actos inmorales. Pero esto no las hacía felices, sino todo lo contrario. David dijo en el Salmo 16:4 que “los dolores llegan a ser muchos” para los que adoran a dioses falsos. Aquella gente incluso ofrecía a sus hijos como sacrificio a los dioses (Is. 57:5). Jehová no soportaba semejante crueldad (Jer. 7:31). Hoy día, la religión falsa por lo general también tolera la inmoralidad sexual, incluso la homosexualidad. Pero los resultados son los mismos que en tiempos bíblicos (1 Cor. 6:18, 19). Las personas creen que son libres, pero en realidad sus “dolores llegan a ser muchos”. Quizás te hayas dado cuenta de ello. Por eso, joven, escucha a tu Padre celestial. Convéncete de que obedecerlo es lo mejor para ti. Nunca olvides que las consecuencias de hacer cosas malas son mucho mayores que cualquier placer temporal (Gál. 6:8).w18.12 27, 28 párrs. 16-18
Domingo 9 de febrero
Yo me portaré de la misma manera contigo (Os. 3:3, nwt-E).
Si un cristiano comete inmoralidad sexual, su cónyuge tendrá que tomar una decisión. Jesús dijo que el inocente tendría un motivo para divorciarse y estaría libre para casarse de nuevo (Mat. 19:9). Pero también podría perdonar. Hacerlo no tendría nada de malo. La Biblia dice que Oseas volvió a llevar a Gómer a su casa. A partir de entonces, ella ya no debía tener relaciones sexuales con ningún otro hombre. Oseas no mantuvo relaciones con ella durante un tiempo (Os. 3:1-3, nota, nwt-E). Pero después seguro que las reanudó. Esto representó la disposición de Jehová a aceptar de nuevo a su pueblo y tener tratos con él (Os. 1:11; 3:4, 5). La lección que aprendemos es que, si el cónyuge inocente decide conservar su matrimonio, al reanudar las relaciones sexuales demuestra que ha perdonado al cónyuge infiel (1 Cor. 7:3, 5). Entonces, ya no tiene base para divorciarse. A partir de ese momento, los dos deben esforzarse por ver el matrimonio tal como lo ve Jehová. w18.12 13 párr. 13
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