Los deseos de la carne y del espíritu
5 En efecto, los que viven según la carne desean lo que es carnal; en cambio, los que viven según el espíritu, desean lo que es espiritual. 6 Ahora bien, los deseos de la carne conducen a la muerte, pero los deseos del espíritu conducen a la vida y a la paz, 7 porque los deseos de la carne se oponen a Dios, ya que no se someten a su Ley, ni pueden hacerlo. 8 Por eso, los que viven de acuerdo con la carne no pueden agradar a Dios.9 Pero ustedes no están animados por la carne sino por el espíritu, dado que el Espíritu de Dios habita en ustedes. El que no tiene el Espíritu de Cristo no puede ser de Cristo. 10 Pero si Cristo vive en ustedes, aunque el cuerpo esté sometido a la muerte a causa del pecado, el espíritu vive a causa de la justicia. 11 Y si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús habita en ustedes, el que resucitó a Cristo Jesús también dará vida a sus cuerpos mortales, por medio del mismo Espíritu que habita en ustedes.
12 Hermanos, nosotros no somos deudores de la carne, para vivir de una manera carnal. 13 Si ustedes viven según la carne, morirán. Al contrario, si hacen morir las obras de la carne por medio del Espíritu, entonces vivirán.
carlos adrian gomez burgara
carlosadrian@inbox.ru
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