domingo, 24 de enero de 2021

texto diario del 25 de enero al 31 de enero.

Lunes 25 de enero
Todos se llenaron de espíritu santo y comenzaron a hablar en diferentes idiomas (Hech. 2:4).

Si usted fuera uno de esos discípulos reunidos en el cuarto de arriba de una casa durante el Pentecostés del año 33, seguro que estaría totalmente convencido de que había sido ungido por espíritu santo (Hech. 2:5-12). Pero ¿unge Dios a los elegidos siempre de una manera impactante y siempre en el mismo momento de sus vidas? No. Analicemos el momento en que alguien es ungido por espíritu santo. Ese grupo de unos 120 cristianos no fueron los únicos que fueron ungidos por espíritu santo aquel día. Más tarde, ese mismo día, otras 3.000 personas recibieron el espíritu santo que Jesús había prometido. En el caso de ellos, fueron ungidos cuando se bautizaron (Hech. 2:37, 38, 41). Pero, en los años siguientes, no todos los ungidos recibieron la llamada celestial en el momento de su bautismo. Los samaritanos fueron ungidos algún tiempo después de bautizarse (Hech. 8:14-17). Y, aunque fue un caso excepcional, Cornelio y los de su casa fueron ungidos antes incluso de bautizarse (Hech. 10:44-48). w20.01 20, 21 párrs. 2-4

Martes 26 de enero
Les he dado a conocer tu nombre (Juan 17:26).

Tan solo en los cuatro Evangelios, Jesús llamó Padre a Jehová unas 165 veces. ¿Por qué habló tanto de Jehová? Entre otras razones, porque quería que las personas se convencieran de que Jehová es un Padre cariñoso (Juan 17:25). Veamos cómo trató Jehová a su Hijo, Jesús, y lo que esto nos enseña sobre él. Dios siempre escuchó las oraciones de su Hijo, y además las respondió (Juan 11:41, 42). Jesús siempre sintió el amor y el apoyo de su Padre sin importar a qué prueba se enfrentara (Luc. 22:42, 43). Jehová demostró que es un Padre amoroso asegurándose de que Jesús supiera que contaba con su apoyo (Mat. 26:53; Juan 8:16). Es cierto que no lo protegió de todos los peligros, pero lo ayudó a aguantar las dificultades. Jesús sabía que cualquier daño que sufriera sería temporal (Heb. 12:2). Jehová demostró que cuidaba a su Hijo escuchándolo, dándole lo necesario, educándolo y ayudándolo (Juan 5:20; 8:28). w20.02 3 párrs. 6, 7, 9

Miércoles 27 de enero
Hagan todas las cosas para la gloria de Dios. Eviten hacerse causas de tropiezo (1 Cor. 10:31, 32).

Cuando tengamos que decidir si participar o no en cierta costumbre o tradición, debemos tomar en cuenta la conciencia de otras personas, en especial la de nuestros hermanos. No queremos hacer tropezar a los demás (Mar. 9:42). Por otro lado, tampoco deseamos ofender innecesariamente a quienes no son Testigos. El amor nos motivará a hablarles con respeto, pues esto honra a Jehová. Desde luego, evitaremos discutir con ellos o burlarnos de sus tradiciones. Recordemos que el amor tiene mucho poder. Si somos respetuosos y considerados, hasta podemos ablandar el corazón de los opositores. Digamos a nuestros parientes y vecinos que somos testigos de Jehová (Is. 43:10). Si hacemos esto de antemano, es probable que nos resulte más fácil manejar situaciones en las que las emociones están a flor de piel. Así pues, nunca nos avergoncemos de defender la verdad sobre la muerte (Rom. 1:16). w19.04 17, 18 párrs. 14-16

Jueves 28 de enero
Soy el menor de los apóstoles, y no merezco ser llamado apóstol (1 Cor. 15:9).

Los 12 apóstoles estuvieron con Jesús durante su ministerio en la Tierra, mientras que el apóstol Pablo se hizo cristiano después de la muerte y la resurrección de Jesús. Aunque con el tiempo se le nombró "apóstol a las naciones", no tuvo el honor de ser uno de los 12 apóstoles (Rom. 11:13; Hech. 1:21-26). Sin embargo, se sintió contento con lo que tenía y no envidió a aquellos 12 hombres y la estrecha relación que habían mantenido con Jesús. Si somos humildes y nos sentimos satisfechos, seremos como Pablo y respetaremos la autoridad que Jehová les ha dado a otros hermanos (Hech. 21:20-26). Él ha nombrado ancianos para que dirijan a la congregación cristiana. A pesar de sus imperfecciones, Jehová los considera "regalos" (Efes. 4:8, 11). Cuando los respetamos y seguimos con humildad su dirección, somos amigos de Jehová y tenemos paz con nuestros hermanos. w20.02 17 párrs. 13, 14

Viernes 29 de enero
Nosotros amamos porque él nos amó primero (1 Juan 4:19).

Puede que antes de estudiar con los testigos de Jehová usted ya le tuviera un profundo aprecio a la Biblia. Quizás también sentía cariño por Jesús. Y, ahora que conoce a los Testigos, es probable que disfrute de su compañía. Pero esos sentimientos no lo van a llevar necesariamente a querer dedicarse a Jehová y bautizarse. La motivación principal para bautizarse es el amor a Dios. Cuando usted lo ame más que a cualquier otra cosa, no permitirá que nada ni nadie le impida servirle. Así que el amor a Jehová no solo nos conduce al bautismo, sino que también nos ayuda a permanecer en el camino del servicio a Dios. Jesús dijo que debemos amar a Jehová con todo el corazón, alma, mente y fuerzas (Mar. 12:30). ¿Cómo puede usted aprender a amarlo y respetarlo a ese grado? Reflexionando en el amor que nos tiene. w20.03 4 párrs. 4, 5

Sábado 30 de enero
Efectúa tu ministerio plenamente (2 Tim. 4:5).

¿Qué significa que cumplamos plenamente con nuestro ministerio? En pocas palabras, participar todo lo posible en la predicación y la enseñanza. Pero a Jehová no le interesa solo cuánto tiempo dedicamos a su servicio, sino por qué lo hacemos. Si lo que nos motiva es el amor que sentimos por él y por el prójimo, trabajaremos con toda el alma en el ministerio cristiano (Mar. 12:30, 31; Col. 3:23). Esto implica emplear al máximo nuestras fuerzas y energías. Si consideramos que la predicación es un honor, trataremos de llevar las buenas noticias al mayor número posible de personas. Quizás nosotros no podamos dedicarle a la predicación todo el tiempo que nos gustaría. Sin embargo, eso es lo que de verdad amamos. Nos esforzamos por llegar cada vez mejor al corazón de la gente con el mensaje del Reino. Ponemos el ministerio en primer lugar. w19.04 2 párr. 3; 3 párrs. 4, 6

Domingo 31 de enero
La verdad no está en él (Juan 8:44).

Las mentiras de Satanás aumentan el dolor y el sufrimiento de la humanidad. Por ejemplo, a los padres que han perdido a un hijo quizás les digan que Dios se lo ha llevado porque necesita otro angelito en el cielo. ¿Verdad que esta mentira satánica no les alivia el dolor, sino que se lo agudiza? Por otro lado, la enseñanza falsa del infierno se ha utilizado para justificar torturas, como la de quemar en la hoguera a quienes no estaban de acuerdo con las creencias de la Iglesia. Según un libro sobre la Inquisición española, algunos de los responsables de estas crueldades al parecer creían que solo estaban dándoles a los herejes "un adelanto de lo que sería el tormento eterno" para que se arrepintieran antes de morir y se salvaran del infierno. Además, en algunos lugares, la gente siente la necesidad de adorar a sus antepasados, honrarlos o buscar su bendición. Otros tratan de apaciguarlos para evitar que estos los castiguen. Por desgracia, las creencias basadas en mentiras diabólicas no dan verdadero consuelo. Al contrario, provocan angustias innecesarias o incluso miedo. w19.04 14 párr. 1; 16 párr. 10

YHWH dara lo nesesario,de alli viene el dicho que hasta hoy se escucha:En su montaña YHWH,da lo nesesario. bereshit.22:14


gomezburgara@yahoo.com.mx

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