domingo, 30 de enero de 2022

Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén.

Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén. (Ecc 1:1 R60)
<Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido.
También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol> (Ecc 9:5-6 R60).
No obstante que los que viven saben que han de morir, sin embargo actùan como si nunca van a morir.
Se creen inmortales terrenales, y no son pocos los que buscan afanosamente la fama, la prosperidad y la abundancia de bienes, que si todo ello lo consiguieran no se lo llevarìan a la tumba, e irònicamente a otros, que no invirtieron un penique, se los legarìan.
<Pero los muertos nada saben>, afirma el predicador, y surge la inquietud, nada saben los fallecidos, ¿respecto de què?
¿Cuàles muertos no tienen más paga?
¿De cuàl paga hace referencia el hijo de David?
Los fallecidos ¿no tienen màs paga <porque su memoria es puesta en olvido>?
De ser cierta esa aseveraciòn, tendrìamos que Jesùs ha mentido en ese aspecto o tema o realidad, porque en su enseñanza con relaciòn al paso siguiente del que fallece explica que ese mendigo murió y que fue llevado por los mensajeros a ese lugar que denomina el <seno de Abraham>.
Jesùs luego explica que <murió también el rico>, y que fue <sepultado>.
Su explicaciòn nos lleva a ese <sepulcro>, que denomina del griego el <Hades>.
En ese lugar ese personaje <alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno>.
Ademàs allì clamò al <Padre Abraham> y le pidiò <misericordia> y que le enviara a quien en vida fue un mendigo de quien no se apiadò, para que mojara la punta de su dedo en agua, y le refrescara su lengua; porque estaba atormentado en esa realidad.
<Pero Abraham le dijo>, comenta Jesùs, <Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado>.
<Además de todo esto>, le hizo ver Abraham a ese personaje, que <una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá> (Luk 16:20-1 R60).
A todas luces tenemos que el hijo de David, en su consiciòn de <predicador> desconocìa de esos lugares, donde en uno de ellos debe estar desde su fallecimiento, porque al tenor de la explicaciòn de Jesùs <los muertos> si saben de lo que no saben los que aùn no han fallecido.
Los <muertos> si tienen su paga o recompensa segùn a quien en vida terrenal sirvieron.
Y los fallecidos si tienen muy buena memoria que por nadie es puesta en olvido, dependiendo de lo que en vida terrenal hicieron.
Tenemos que terrenales han muerto al <pecado>, no obstante siguen viviendo en el mundo del <pecado>, aun cuando han <nacido de nuevo> al decidirse por seguir a Jesùs.
Los <nacidos de nuevo> en su condiciòn de <nuevas criaturas> reciben un <odre nuevo> donde guardan ese <vino nuevo> que les proporcionan desde el reino del Padre, entonces en esa perspectiva no <mueren> como aquellos que son <sepultados>.
En ambos lados de ese lugar donde acceden los que dejan sus cuerpos corruptibles, tienen òrganos como los ojos e incluso ven a la distancia; asimismo sienten, unos <estando en tormentos>, y de ellos los hay que piden misericordia, e incluso tienen voz, que es escuchada porque hay aire, que es el que permite que la voz se traslade y se escuche.
¡Tienen memoria!
<Pero Abraham le dijo "acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado>.
Todos los fallecidos entonces oyen, como se escucharon mùtuamente esos personajes.
Jesùs no fue enviado por el <Padre> a decir mentiras, ni a confundir, sino a ser <luz>, y ello se traduce en <aclarar>, en informar de esa verdad que libera.
El <predicador> afirmò asimismo que el amor y su odio y su envidia fenecieron al abandonar sus cuerpos corruptibles, pero ¿què amor pudieron haber tenido los que acceden a ese lugar y allì piden misericordia?
En cuanto a que <nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol>, ello no se aplica a los resucitaràn precisamente para <heredar> esos cielos o este planeta.
Los que han de ser resucitados, que no se hallen en el <seno de Abraham>, sin duda que en su condiciòn de <condenados> <nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol>,


carlos adrian gomez burgara
carlosadrian@inbox.ru  
Telegram   
http://t.me/gomezburgara61

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.