¿QUIÉN FUE HERMES - TOTH?
El que quiera ver, vea y el que quiera oir, oiga.
Gáston Maspero (1846-1916) fue un egiptólogo que hizo grandes descubrimientos arqueológicos que aportaron un gran caudal al conocimiento de las antiguas dinastías egipcias, como los textos litúrgicos descubiertos y descifrados en 1881.
Los Textos de las Pirámides, de G. Maspero, completados posteriormente por los descubiertos por el suizo G. Jequier, así como los textos de los Sarcófagos, y El Libro de los Muertos, junto al Libro del Dia y el Libro de la Noche, etc., nos han dado una visión bastante amplia de lo que era Egipto, cómo era su gente, qué hicieron y cómo pensaban, desde Menes, fundados de la Primera Dinastia (5,619 AEC) hasta el fin del período sotiaco de Menofres con Diocleciano, 284 después de nuestra era.
En todo esto existe un personaje muy importante, una divinidad conocida como Hermes-Toth, tan estrechamente relacionado con el origen de la Geometria Hermética, por todas partes hallamos señales y pruebas de la gran sabiduría de Hermes-Toth, "dios de la Ciencia, inventor de la escritura, visir y escriba de Ultratumba y geómetra inimitable", a quien se simbolizaba unas veces como ibis y otras como mandril, tal vez tratando de sugerir su espíritu meditabundo.
Toth era considerado como inventor del lenguaje hablado y de la escritura.
Asi como de fórmulas mágicas que dominaban hasta a los propios dioses.
Toth era la inteligencia divina y el Verbo divino, y, por consiguiente, el Verbo encarnado. Y, como dios de la Luna, el regulador del tiempo.
El hacia reinar el orden en el Universo.
En su calidad de contador de los dioses, era el dios de los escribas.
Como Grande de la Magia reinaba sobre los magos.
A causa de todas estas atribuciones, su culto gozó de particular favor en los egipcios, lo que le valió el sobrevivir a otras divinidades.
En la Época Baja se transformó en un dios cósmico universal, venerado con el nombre de Hermes Trismegisto (tres veces santo o grande).
Como archivero de los dioses, era por ello el patrón de la historia y él era quien anotaba cuidadosamente la sucesión de los soberanos escribiendo, en las hojas del árbol sagrado de Heliópolis, el nombre del futuro faraón que la reina acababa de concebir de su unión con el amo del cielo; escribía asimismo sobre los largos brotes de palmera los felices años de reinado que la divinidad concedía los reyes.
Los textos le dan frecuentemente como compañera a Maat, la diosa de la Verdad y de la Justicia, pero en ningún templo se les encuentra juntos.
En cambio, se le conocen dos esposas: Seshet y Nahmauit (la que arranca el mal).
Con la primera había tenido a Hornub; con la segunda, a Nefer Hor.
Toth era representado con la cabeza de ibis coronada por una luna llena.
Tot, Thot, Thoth, Toth, Toyt, Taautos, o el Hermes de los griegos, llamado también Mercurio por los romanos, era conocido por todos estos nombres, se supones que fue un gigante nacido de ángel y de mujer terrestre.
Así, al menos nos lo dice Francois Ribadeau Dumas en "Historia de la Magia": "Aquellos gigantes, nacidos de ángeles y de las mujeres más bellas de la Creación, fueron superhombres: tales como Hermes, Osiris, Orfeo y los demás grandes de la Antigüedad".
Hay quienes han supuesto que primero nacieron los hombres, cuyos actos más relevantes fueron conservados oralmente por sus descendientes, de donde nacerían los mitos y las leyendas, como todavía se habla de Alejandro Magno, Gengis Khan o Julio César, y luego surgieron los dioses, que no fueron otra cosa que héroes o personajes relevantes, tipo Hércules, Atlas, Viracocha, Quetzalcoatl, o el mismo Toth.
Pero, ¿por qué no supones que estos seres superiores eran extraterrestres o bien iniciados por extraterrestres?
Las pruebas que se tienen sobre la existencia del misterioso personaje Toth son insustanciales, inconsistentes y dispersas; muchos pueblos hablan de él, pero podría ser por razones de vecindad, como pudieran ser egipcios, fenicios, griegos o hebreos, quienes aceptarían con escasas variaciones, la legitimidad de Toth, ya que hubieran coincidido digamos en seis, ocho o diez mil años AEC. Pero ¿y que hubo mucho antes?, ¿Qué era el Próximo Oriente hace doce, catorce o dieciséis mil años AEC?
Vayamos algo más allá, como a unos 45 o 48 millones de años, cuando según Robert C. Radclife, del "National Geographic News" de Washington, hombres y animales se paseaban entre Europa y América, sobre un puente de tierra seca, tendido sobre el Atlántico.
Robert M. West, profesor de Geología del Museo Público de Milwaukee (Wisconsin) y la doctora Mary R. Dawson, profesora de paleontología del Museo Carnegie de Historia Natural de Pittsburg, conjuntamente, han hallado fragmentos óseos de animales en la costa canadiense de Ellesmere, situada al norte del Círculo Polar Artico.
Se han hallado animales primitivos como el tapir, tanto en Montana y Wyoming, como en unas canteras próximas a París, Francia.
También en la isla de Ellesmere, en Islandia y Spitzbergen.
Eso confirmaría la teoría de que existía una fauna común en Europa occidental y los Estados Unidos y demuestra la emigración animal en el período cenozoico.
A estas declaraciones del doctor Robert M West, podemos preguntar ¿Pensaba ya el hombre en aquellos tiempos?, ¿Era La Tierra un planeta de escasa vida inteligente?, ¿Llegaron los dioses, vieron el panorama que aquí reinaba y se marcharon para retornar más tarde?
El llamado Realismo Fantástico afirma que no estamos solos en el cosmos.
Nuestra llamada Vía Láctea, es sólo una entre las cien mil millones de galaxias que componen el cosmos y en ella se encuentra nuestro diminuto Sistema Solar, que es un reducido grupo de planetas girando alrededor del Sol, otro de los cien mil millones de astros que componen a su vez, la Vía Láctea.
La Vía Láctea es un disco espiral, que gira en el espacio, y está compuesta por millones de estrellas; su diámetro es de cien mil años luz.
El Sol se halla a 33,000 años luz del núcleo.
Sin embargo, a pesar de lo que digan astrónomos y astro físicos, no lo sabemos todo, ni muchos menos, respecto al Universo, ni respecto a nuestra Vía Láctea, y mucho menos respecto a nuestro Sistema Solar!
Por ejemplo, los astrofísicos soviéticos de Moscú, Leningrado, Yakutsk y Rostow, según estudios y cálculos realizados por separado, han llegado a la sorprendente deducción de que el planeta Júpiter no es tal planeta, sino un sol en proceso de nacimiento.
Esto basado en el hecho que Júpiter aumenta de tamaño y que sus reservas de deuterio nuclear se expanden, por lo que según cálculos, alcanzará la masa y brillantez del Sol dentro de tres mil millones de años.
La irradiación de Júpiter se debe a una reacción termonuclear interna que, lejos de disminuir, se encuentra en estado de ignición.
Y como resultado de este singular proceso de formación, en la Via Lactea surgirá un nuevo sistema solar doble!
Como en nuestra galaxia hay cientos de miles de planetas semejantes al nuestro, y el cálculo nos hace suponer que hubieron otros tantos o más y que, de no cambiar las cosas, nacerán nuevos planetas y surgirán nuevos soles, la buena lógica nos hace deducir que sería altamente improbable que la vida, más o menos como nosotros la conocemos en la actualidad, se hubiera dado únicamente en La Tierra.
Es más que probable que la vida se ha dado en muchos lugares, antes y después, aunque no haya sido, precisamente tal y como la conocemos.
El ambiente es lo que hace que esa vida crezca y se desarrolle, o bien que se extinga.
Pero nadie puede responder a la pregunta de si la vida se originó aquí o llegó de afuera, del mismo modo cómo nosotros hemos podido enviar gérmenes al cosmos, ya sea arrojando pequeños o grandes pedruscos de nuestro suelo, infectados de virus y bacterias, al hacer explosión alguno de los volcanes de la antigüedad y enviarlos al vacio interestelar.
Se ha demostrado que esto es posible.
Los cohetes de la NASA han impulsado al espacio a naves espaciales y astronautas del mismo modo que lo hizo el volcán Krakatoa en Indonesia, en 1883.
Nadie sabe si los fragmentos volvieron a caer sobre La Tierra o cayeron sobre algún distante planeta, o bien si todavía van errantes por el espacio.
Pero lo que sí se sabe es que, anualmente, caen sobre nuestro mundo algunos miles de fragmentos minerales cuyo origen se desconoce.
Astronautas han viajado a La Luna varias veces.
Naves espaciales terrestres se han posado en ella, han investigado su suelo y luego han regresado.
Y si el hombre ha logrado realizar tal proeza, ¿qué impide que otros hombres hayan hecho lo mismo desde otros planetas?.
Todo parece indicar que los ovnis son naves espaciales, tripuladas o no, procedentes de mundos remotos.
¿Y si nuestros antepasados, como afirman ciertos mitos y leyendas, llegaron aquí a través del espacio?, ¿Por qué no podría ser que lo que se nos ha enseñado como dios o dioses realmente eran cosmonautas llegaron algunos cientos de miles de años atrás, ya con todo su bagaje de conocimientos y la apropiada evolución biológica?
Se nos ha enseñado que el hombre ha evolucionado desde el primate u homo erectus hasta el homo sapiens y no debemos olvidar que todo ello no ha contribuido a clarificar la verdad sobre nuestro origen.
Teorías, tanto religiosas como filosóficas y antropológicas, han habido varias, pero no dejan de ser teorías, cuya demostración irrefutable aún no se ha llevado a efecto.
Las declaraciones teológicas del Antiguo Testamento son cada día menos convincentes y más bien parecen algo así como la copia o transcripción de otros génesis más antiguos.
Y por si fuese poco, a las leyendas se han unido toda clase de teologías y cosmogénesis, entre las que se hace impreciso descubrir influencias de pueblos o culturas que si bien la historia afirma que estuvieron desconectados, pruebas recientes, como hallazgos arqueológicos o paleontológicos, desmienten, confunden, desorientan y hasta contradicen.
El argumento de las insalvables distancias cósmicas es algo así como la excusa de un mal pagador.
Con medios adecuados, claro que se puede viajar de un planeta a otro, y hasta de un lado a otro de la Galaxia que, siendo espiral y estando en continuo movimiento desde hace quince mil millones de años, en algún momento pudo tener cerca de nosotros a otro mundo con seres dispuestos y preparados para dar el salto al espacio.
Pero volvamos con Hermes-Toth.
Fuese hijo de dioses y mujer terrestre, ángel caído o astronauta, de Hermes-Toth nos ha llegado la versión de un individuo muy sabio. ¿Cuál será la versión que llegará de Albert Einstein a los pobladores de nuestro mundo en el siglo cien o quinientos?, ¿Se dirá que fue un dios un genio o un simple mortal?. Nadie lo sabe.
Puede que ni siquiera se hable de él, especialmente si la humanidad ha sufrido trastornos catastróficos, y sólo han sobrevivido unos cuantos.
Quizá todo eso que bien puede suceder, es posible que haya sido realidad en tiempos pretéritos, y hablemos del futuro de igual modo que del pasado.
Con los datos que poseemos, se hace difícil hacer una biografía de Hermes-Toth.
No se sabe si fue un funcionario de Atlántida llegado a la cuenca del Nilo juntamente con Osiris e Isis, o si lo llevaban ya en el recuerdo los que instalaron en Egipto y empezaron a construir pirámides y templos rematados con figuras de Esfinges.
Filón de Biblos escribió: "Pero los criptólogos más recientes han destruido todo vestigio de los sucesos acaecidos desde el origen de las cosas, inventando ficciones en las fábulas, combinándolas de forma que se conjuntaran con los movimientos del Universo".
¿Han estado los hombres destruyendo sistemáticamente las pruebas que podían relacionarnos con nuestro origen extraterrestre?, ¿Acaso porque llegaron otros seres, procedentes de mundos distintos y trataron de hacernos creer en su verdad y no en la que nos habían transmitido los dioses anteriores?
Eso es, precisamente, lo que a escala terrestre o local ha estado sucediendo desde tiempos inmemoriales, sin necesidad de recurrir a individuos llegados del cosmos.
Los que invadían una región, atacando desde el otro lado de las montañas, trataban de imponer a los vencidos sus costumbres, leyes y religión.
Los griegos impusieron a Zeus a los persas.
Los templos de Apolo sustituyeron en Canaan a Baal y Moloch.
Los descendientes de Abraham, que adoraban a Jehová, hubieron de acatar los dictados de Amón durante su cautiverio en Egipto, hasta que Moisés inició el Éxodo.
Y no hace falta decir que los romanos impusieron a los celtas sus dioses, que eran una copia de los helenos.
Por si esto no fuese bastante, la Iglesia católica y románica inculcó a los aztecas e incas el cristianismo y llevó la evangelización a todas partes del mundo contemporáneo; en unos lugares se evangelizó con la palabra y la cruz, pero en otros se hizo con la punta de la espada.
Robert Charroux, en "El Libro de los Dueños del Mundo", transcribe parte de la Historia fenicia, recopilada por Eusebio de Cesarea, donde Filón de Biblos menciona al extraordinario Sanchoniaton, quien vivió en tiempos de Semiramis, unos veinte siglos AEC., el cual narra aunque interpretado de diversos modos y en distintas épocas, como hubieron serpientes voladoras provistas de hélices.
A continuación se transcribe la genealogía de Toth:
"Un viento sombrío, o hálito de aire, que se enamoró de si mismo, con lo que surgió el deseo.
Así se crearon todas las cosas.
De esa cohabitación surgió Mot, (que se puede interpretar como residuo o putrefacción acuosa).
Ello ha sido el germen de la creación.
Así nacieron animales desprovistos de sensibilidad.
Y de estos nacieron otros animales racionales, llamados Zofasemin. (que significa los que miran al cielo).
Mot tenía forma de huevo y se hizo luminoso, creando el Sol, la Luna y las estrellas.
Después aparecieron animales machos y hembras.
Nacen luego el viento Noto y el Bóreas, deidades.
Del viento Kolpia y de su mujer Baau, nacieron los mortales Aeón y Protogona, que fueron padres de Genos y Genea, los primeros habitantes de Fenicia.
Se adoró al Sol, como dios y dueño del cielo y se le llamo Beelsamen (que es el Zeus de los griegos).
De Genos, hijo de Aeón y de Protocona, nacieron Phos Pyr y Phlox (luz, fuego y llama).
Luego, Hypsuarinos (que significa altura celeste) habitó Tiro e inventó las cabañas junco, de caña y papiro.
Hypsurianos disputó con su hermano Usus, el inventor de las prendas de vestir hechas de pieles.
Hubo un temporal de lluvias y vientos; se produjo fuego en el bosque y se incenció.
Usus tomó un tronco de árbol, lo despojó de ramas y se hizo una embarcación.
(¿el diluvio?)
Pasaron los siglos y nacieron Agreus y Alieus, inventores de la pesca y la caza.
Luego, apareció Crisor, que se consagró a los discursos.
Hefesto. (Vulcano) descubrió el anzuelo, el cebo, la caña de pescar y la balsa. "
Luego, y transcribiendo literalmente, dice que de dicha raza surgieron dos jóvenes, llamados respectivamente Tecnites, artesano y al otro, terrestre, Autóctono (este nombre también lo menciona Platón como uno de los gemelos de Poseidón y hermano de Mneseas).
Hagamos un inciso, porque esto de que a Autóctono sea terrestre, parece indicar que el otro no lo es y su origen podía ser celeste.
Luego llegaron otros, Agros, Agrueros o Agrotes que fueron muy venerados en Fenicia.
Estos procrearon a Amunón y Magón, que trazaron los burgos y las majadas, y de los que nacieron Misor y Sydye, que quiere decir libre y justo.
De Misor nació Taautos (Hermes-Toth), quien descubriera la escritura y fuera el primero el formar ideas.
Hermes Trismegisto- Toth es mencionado primordialmente en la literatura ocultista como el sabio egipcio, que creó la alquimia y desarrolló un sistema de creencias metafísicas que hoy es conocido como hermetismo.
Se le han atribuido estudios de alquimia como la Tabla de esmeralda y de filosofía, como el Corpus hermeticum.
Según las creencias egipcias, los dioses habían gobernado en el Antiguo Egipto antes que los faraones, civilizándolos con sus enseñanzas.
En ellas, el dios egipcio Tot era el dios de la sabiduría y el patrón de los magos.
También era el guardián y escribiente de los registros que contenían el conocimiento de los dioses.
-LAS TABLAS ESMERALDA DE TOTH-
Las Tablas de Esmeralda es un texto de carácter críptico, atribuido al mítico Hermes Trismegisto, también conocido como Toth el Atlante, cuyo propósito es revelar el secreto de la sustancia primordial y sus transmutaciones.
En la Tabla de Esmeralda está condensado o resumido todo el arte de la Gran Obra, objetivo principal de la alquimia.
La alquimia es el arte del perfeccionamiento y la Gran Obra implica su cumplimiento, la perfección.
La Tabla de Esmeralda contiene en sus pocas líneas el secreto de la Gran Obra, es un pasaje directo para la perfección.
El contenido de las Tablas Esmeralda es simplemente asombroso.
Narra una historia totalmente increíble y reveladora.
La historia de las tablas es extraña y más allá de la creencia de los científicos modernos.
Su antigüedad es estupenda, datando de unos 36,000 años AC. El escritor es Thoth, un Rey-Sacerdote Atlante, quien fundó una colonia en el antiguo Egipto después del hundimiento de la madre patria.
Según las tablas, él fue el constructor de la Gran Pirámide de Giza, erróneamente atribuida a Keops.
En ella, él incorporó su conocimiento de su antigua sabiduría y también seguramente resguardó registros e instrumentos de la antigua Atlántida.
Por unos 16,000 años, él gobernó la antigua raza de Egipto, desde el 52,000 AC aproximadamente al 36,000 AC. En ese tiempo, la antigua raza bárbara, de entre la cual él y sus seguidores se habían establecido, había sido elevada a un alto grado de civilización.
Thoth era un inmortal, es decir, él había conquistado la muerte, pasando solamente cuando quisiera e incluso entonces no era a través de la muerte.
Su vasta sabiduría lo hizo gobernar sobre las varias colonias atlantes, incluyendo las del Sur y Centro América.
Cuando llegó el tiempo de que dejara Egipto, creó la Gran Pirámide en la entrada de los Grandes Salones de Amenti, colocó en ella sus registros, y señaló guardias para sus secretos de entre lo más elevado de su gente.
En tiempos posteriores, los descendientes de estos guardias se volvieron los sacerdotes de las pirámides, por lo cual Thoth se volvió deidad como el Dios de la Sabiduría, El que llevaba los Registros, por aquellos en la era de la oscuridad que siguió su muerte.
En la leyenda, los Salones de Amenti se volvieron del inframundo, los Salones de los dioses, en donde las almas pasaban a su juicio después de la muerte.
Durante eras posteriores, el ego de Thoth pasó a los cuerpos de los hombres según lo describe en las tablas.
Como tal, él encarnó tres veces, en la última fue conocido como Hermes, el tres veces nacido.
En esta encarnación, dejó escritos conocidos para los ocultistas modernos como las Tablas Esmeralda, una exposición posterior y mucho menor de los antiguos misterios.
carlos adrian gomez burgara
carlosadrian@inbox.ru
Telegram
http://t.me/gomezburgara61
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.