domingo, 10 de mayo de 2020

texto diario del 11 de mayo al 17 mayo

Lunes 11 de mayo

Busquen a Jehová, todos ustedes los mansos de la tierra. Busquen mansedumbre (Sof. 2:3).
La Biblia dice que Moisés era “con mucho el más manso de todos los hombres que había sobre la superficie del suelo” (Núm. 12:3). ¿Significa esto que era un hombre débil, indeciso y cobarde? Así es como algunos describirían a una persona mansa. Pero nada más lejos de la realidad. Moisés fue un siervo de Dios fuerte, decidido y valiente. Con la ayuda de Jehová, se enfrentó al poderoso rey de Egipto, fue el líder de quizás tres millones de personas en un viaje a través del desierto y ayudó a la nación de Israel a vencer a sus enemigos. Es cierto que nosotros no tenemos los problemas que Moisés tuvo, pero todos los días lidiamos con personas o situaciones que nos hacen difícil ser mansos. Ahora bien, tenemos una poderosa razón para esforzarnos por serlo. Jehová promete que “los mansos mismos poseerán la tierra” (Sal. 37:11). Preguntémonos: “¿Diría yo que soy una persona mansa? ¿Dirían otras personas que lo soy?”. w19.02 8 párrs. 1, 2

Martes 12 de mayo

¡Ay de los que dicen que lo malo es bueno! (Is. 5:20).
Adán y Eva tenían conciencia. ¿Por qué lo sabemos? Porque, después de desobedecer la ley de Dios, se escondieron. Esto indica que los molestaba la conciencia. La conciencia es un sentido interno de lo correcto y lo incorrecto que sirve para guiarnos en la vida. Podríamos compararla a una brújula. Una brújula bien calibrada ayuda al capitán de un barco a mantener el rumbo. Pero ¿qué ocurre si está desajustada? Que los vientos y corrientes del océano pueden desviarlo con facilidad de su curso. De modo parecido, una conciencia bien educada nos guía por el camino correcto, mientras que una conciencia mal educada es muy peligrosa. La conciencia que no está bien educada no nos alerta de que algo es malo y de que no debemos hacerlo (1 Tim. 4:1, 2). Hasta puede convencernos de que “lo malo es bueno”. w18.06 16 párrs. 1-3

Miércoles 13 de mayo

Cesen de amoldarse a este sistema de cosas (Rom. 12:2).
Debemos identificar y rechazar las ideas del mundo cuando se presentan de maneras más sutiles. Por ejemplo, una noticia puede estar redactada de forma que favorezca una determinada inclinación política. Un reportaje de interés humano que cuente la vida de una persona tal vez promueva las opiniones del mundo sobre las metas y los logros personales. En algunas películas y libros, se presenta como razonable y atractiva la idea de que nada es más importante que uno mismo o su familia. Pero este punto de vista pasa por alto que la Biblia enseña que la felicidad personal y familiar depende de que amemos a Jehová por encima de todo (Mat. 22:36-39). Esto no significa que sea malo disfrutar de las diversiones sanas. Pero conviene que nos preguntemos: “¿Soy capaz de identificar las ideas del mundo aunque se presenten de forma sutil? ¿Pongo límites a lo que ven y leen mis hijos? ¿Me los pongo yo mismo? ¿Enseño a mis hijos lo que piensa Jehová a fin de contrarrestar las ideas del mundo?”. w18.1122 párrs. 18, 19

Jueves 14 de mayo

No tengas miedo, porque estoy contigo (Is. 41:10).
Para demostrarnos que está con nosotros, Jehová nos concede todo su cariño y atención. Notemos cómo expresa el profundo cariño que siente por nosotros: “Has sido precioso a mis ojos, se te ha considerado honorable, y yo mismo te heamado” (Is. 43:4). Nada en el universo puede hacer que Jehová deje de amar a sus siervos. Su lealtad a nosotros es inquebrantable (Is. 54:10). Jehová no nos promete eliminar los problemas que nos complican la vida, pero tampoco permitirá que nos hagan ningún daño permanente los que son como ríos que nos ahogan o como llamas que nos queman. Nos garantiza que estará con nosotros para ayudarnos a enfrentarlos. Y nos ayudará a mantener la calma para que seamos fieles incluso ante la muerte (Is. 41:13; 43:2). Si confiamos en la promesa de que Jehová estará con nosotros, también aguantaremos los problemas con fuerzas y valor. w19.01 3 párrs. 4-6

Viernes 15 de mayo

Son muchos los planes que hay en el corazón del hombre, pero el consejo de Jehová es lo que subsistirá (Prov. 19:21).
Si eres joven, quizás tus maestros, los orientadores vocacionales u otras personas te hayan animado a estudiar una carrera para que después ganes mucho dinero. En cambio, Jehová te aconseja tomar un camino diferente. Claro, él quiere que seas un buen estudiante para que te ganes la vida cuando te gradúes (Col. 3:23). Pero, a la hora de decidir qué es lo más importante para ti, te dice que te dejes guiar por sus principios. Estos te ayudarán a tomar en cuenta lo que él quiere que hagamos en el tiempo del fin (Mat. 24:14). Jehová sabe lo que va a pasar en el mundo y el poco tiempo que le queda a este (Is. 46:10; Mat. 24:3, 36). Además, nos conoce muy bien. Sabe qué cosas nos hacen sentir felices y satisfechos, y cuáles nos hacen sentir tristes y vacíos. Por eso, aunque algunos consejos suenen razonables, no son buenos si no tienen en cuenta lo que dice la Biblia. w18.12 19 párrs. 1, 2

Sábado 16 de mayo

El inicuo ya no será (Sal. 37:10).
David dijo que “los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz”. También predijo por inspiración divina: “Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella” (Sal. 37:11, 29; 2 Sam. 23:2). ¿Qué efecto tuvieron estas promesas en quienes deseaban hacer la voluntad de Dios? Les dio motivos para creer que con el tiempo habrá un paraíso semejante al jardín de Edén, pues solo los justos vivirán en la Tierra. Con el tiempo, la mayoría de los israelitas que afirmaban adorar a Dios le dieron la espalda. Por eso, Jehová permitió que los babilonios los conquistaran, asolaran el país y se llevaran a muchos al exilio (2 Crón. 36:15-21; Jer. 4:22-27). Pero los profetas de Dios predijeron que setenta años después los israelitas volverían a su tierra. Estas profecías se cumplieron entonces, pero también tienen que ver con nosotros y con el futuro Paraíso terrestre. w18.12 4, 5 párrs. 9, 10

Domingo 17 de mayo

Como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que los caminos de ustedes, y mis pensamientos que los pensamientos de ustedes (Is. 55:9).
Muchos de los consejos que el mundo ofrece chocan con la forma de pensar de Jehová. ¿Es posible que algunos de estos consejos sean más útiles para nuestros tiempos que los de la Biblia? Jesús dijo: “La sabiduría queda probada justa por sus obras” (Mat. 11:19). Aunque el mundo ha hecho enormes avances tecnológicos, ha sido incapaz de resolver los grandes problemas que nos impiden ser felices, como la guerra, el racismo o la delincuencia. Además, es muy permisivo con la inmoralidad sexual. ¿Ha contribuido esto a eliminar los conflictos familiares, las enfermedades y otros problemas? Al contrario, como reconocen muchas personas, los ha acentuado. Por otro lado, los cristianos que piensan igual que Dios tienen familias más felices, se libran de las enfermedades relacionadas con la vida inmoral y disfrutan de paz con sus hermanos de todo el mundo (Is. 2:4; Hech. 10:34, 35; 1 Cor. 6:9-11). ¿No es obvio que el modo de pensar de Dios es superior al del mundo? w18.11 20 párrs. 8-10

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