HISTORIA DEL LIBRO
MESOPOTAMIA, EGIPTO
La forma de libro más antigua que se conoce son
las tablillas, consistentes en pequeñas placas de
arcilla, madera, marfil, diferentes metales u otros
materiales que servían de soporte a la escritura.
Probablemente el primer libro de la historia fue
creado en el seno de la civilización mesopotámica
por los sumerios en el IV milenio a.C., y utilizado
después durante tres mil años como método de
conservación y transmisión de información por todo
el Próximo Oriente.
La arcilla, muy abundante en toda la zona entre
los ríos Éufrates y Tigris, se cortaba en pequeñas
planchas de entre 2 y 3 cm. para las tablillas más
pequeñas y hasta 30 cm. para las mayores. Se
escribía por las dos caras sobre la arcilla húmeda
y blanda, al principio con una caña afilada y más
tarde con un estilete de madera o metal a modo de
punzón, luego se dejaba secar al sol o en un horno.
Debido a las características del instrumento con el
que se escribía, romo y de sección triangular, y a los
caracteres en forma de cuña que generaban en la
arcilla, a esta escritura se la conoce como escritura
cuneiforme.
También se emplearon otros materiales
dependiendo de la importancia de los documentos.
Los documentos más valiosos se grababan en
piedra o metales (plomo, oro, etc.). Estos escritos
se caracterizaban por su brevedad, su escasa
circulación y la anonimia. Trataban preferentemente
temas administrativos y económicos, aunque
también conservaron textos épicos, jurídicos,
religiosos, etc.
Las primeras acumulaciones de estas tablillas
dieron lugar a las bibliotecas más antiguas. Las
más famosas de esta época fueron las de Ebla y
los templos de Babilonia y Nínive (S. VII a. C.).
2.2. Egipto
La cultura egipcia fue seguramente la primera en
utilizar tintas y un soporte, el papiro, que comparte
algunas características con el papel como:
su ligereza, aspecto exterior, color, flexibilidad,
capacidad de absorción, etc. La planta de la que
se obtenía el papiro (Cyperus papyrus) era una
planta acuática muy abundante en todo el territorio
egipcio, crecía en los cursos de agua de África y
Asia Menor, especialmente a orillas del Nilo. El tallo
de esta planta se cortaba en tiras finas que se
disponían en capas que se iban superponiendo, se
secaban al sol y se pulían hasta formar una especie
de tejido. Después se pegaban en largas fajas
con las que se formaban los rollos o volúmenes.
El papiro fue el material primitivo más empleado en
el espacio y en el tiempo, fue el soporte esencial
del libro en Egipto y su uso se difundió por todo el
mediterráneo a través la cultura grecorromana.
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Los instrumentos de escritura más utilizados
entonces fueron primero juncos cortados al revés y
luego la caña (calamos, canna, iuncus), que permitía
una escritura más fina. La tinta se hacía mezclando
minerales, carbón vegetal, agua y goma.
El libro egipcio puede considerarse la segunda
forma de libro de la historia, y se corresponde
con el rollo (rotulus) o volumen (volvere), ya que
el papiro era un material muy flexible que permitía
ser enrollado fácilmente alrededor de una varilla de
madera o metal. En principio se escribía por una
sola cara y para leerlo era preciso desenrollarlo, de
modo que fuera descubriéndose sucesivamente el
texto escrito.
Los rollos de papiro, por su apariencia exterior y
su mayor capacidad para recoger documentos
más extensos, por su fácil manejo y transporte,
superaron rápidamente a las tablillas de arcilla
mesopotámicas; sin embargo, ambos libros
tenían algunas características comunes, como la
brevedad o la anonimia.
La importancia de la religión en Egipto y la difusión
del "Libro de los Muertos", que constituía una
auténtica guía de tránsito al Más Allá, supuso un
extraordinario desarrollo de la escritura. Además,
fueron descubiertos otros textos de carácter
administrativo, jurídico, legislativo, científico, etc.
Todos estos papiros se conservaban en vasijas
de barro, cajas de madera, estuches de cuero,
etc. o simplemente se acumulaban en archivos
o bibliotecas situados en templos o palacios.
En Egipto, como en Mesopotamia, la figura del
escriba tenía un reconocimiento especial. El buen
funcionamiento de la administración del Imperio
reposaba en diferentes cargos ocupados por
escribas pertenecientes a familias privilegiadas y,
generalmente, descendientes de otros escribas.
Eran educados en las casas de vida que estaban
vinculadas a algún templo y, además de escribir y leer, aprendían derecho, historia, geografía,
matemáticas, etc.
En la cultura egipcia también se emplearon otros
materiales y soportes como tablas de madera
recubiertas con yeso, piedra caliza, recipientes de
arcilla, pieles, etc., aunque de forma más marginal.
La utilización del rollo de papiro fue una de las
aportaciones más importante de los egipcios a las
culturas siguientes, especialmente por la propia
forma material del libro, el empleo de la tinta y la
inclusión de ilustraciones como complemento
explicativo de los textos o simplemente como
ornamento.
carlos adrian gomez burgara
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