domingo, 6 de diciembre de 2020

la tercera tentación, Satanás

8 Lea Mateo 4:8-11. Con la tercera tentación, Satanás se deja de sutilezas y revela sus verdaderas intenciones. Le muestra a Jesús —probablemente en una visión— "todos los reinos del mundo y su gloria". Pero, claro, lo negativo no se lo enseña. Y ahora le dice: "Te daré todas estas cosas si te arrodillas y realizas ante mí un solo acto de adoración".* ¡Adoración! ¡Eso es lo que en realidad le importaba a Satanás! Pretendía que Jesús le diera la espalda a su Padre y que viera al Tentador como su dios. Le ofreció lo que podría considerarse un atajo, es decir, podría tener todo el poder y las riquezas del mundo sin pasar por ningún sufrimiento: ni corona de espinos, ni latigazos, ni madero de tormento... La tentación era real. De hecho, Jesús no negó que Satanás tuviera el control de los gobiernos del mundo (Juan 12:31; 1 Juan 5:19). Seguro que el Diablo habría dado cualquier cosa con tal de alejar a Jesús de la adoración pura.

Una familia estudiando en su adoración en familia.
RECUADRO INFORMATIVO 1A: ¿Qué implica la adoración?

9. a) En el fondo, ¿qué es lo que Satanás quiere conseguir de los cristianos verdaderos? ¿Y cómo nos tienta? b) ¿Qué implica nuestra adoración a Dios? (Vea el recuadro "¿Qué implica la adoración?").

9 Hoy en día, Satanás tiene muchas ganas de que le demos nuestra adoración, no importa si es directa o indirectamente. Como es "el dios de este sistema", al final acaba recibiendo la adoración de las religiones de Babilonia la Grande (2 Cor. 4:4). Pero él no se conforma con tener miles de millones de personas adorándolo; también quiere que los cristianos verdaderos vayan en contra de la voluntad de Dios. Intenta entramparnos para que busquemos riquezas y poder en este mundo en lugar de seguir una trayectoria cristiana que implique sufrir "por causa de la justicia" (1 Ped. 3:14). Si cediéramos a la tentación de dejar la adoración pura y formar parte del mundo del Diablo, en realidad equivaldría a ponernos de rodillas y realizar ante Satanás un acto de adoración. ¡Imagínese! ¡Lo convertiríamos en nuestro dios! ¿Qué podemos hacer para no caer en eso?

10. ¿Cómo respondió Jesús a la tercera tentación, y por qué?

10 Fíjese en cómo respondió Jesús a la tercera tentación. Demostrando su absoluta lealtad a Jehová, le contestó de inmediato al Tentador con estas palabras: "¡Vete, Satanás!". Igual que en las dos primeras tentaciones, citó un pasaje del libro de Deuteronomio que contiene el nombre divino. Dijo: "Está escrito: 'Adora a Jehová tu Dios y sírvele solo a él'" (Mat. 4:10; Deut. 6:13). Jesús rechazó la atractiva oferta de disfrutar de una vida fácil y sin sufrimiento, y de triunfar en este mundo, aunque fuera por poco tiempo. Reconoció que solo su Padre merece ser adorado y que estaría sometiéndose a Satanás si realizaba "un solo acto de adoración" ante él. Jesús se negó con firmeza a convertir al Tentador en su dios. Así que, al ver que había fracasado, "el Diablo lo dejó".*

Imágenes de Jesús rechazando las tentaciones: 1. Jesús en el desierto de Judea sentado en un terreno rocoso y meditando. 2. Jesús de pie en lo más alto del templo. 3. Jesús diciendo con firmeza: "¡Vete, Satanás!".
"¡VETE, SATANÁS!". (Vea el párrafo 10).

11. ¿Cómo podemos rechazar a Satanás y sus tentaciones?

11 Nosotros podemos rechazar a Satanás y las tentaciones de este mundo malvado porque, al igual que Jesús, tenemos esa misma opción. La libertad de elección es un regalo extraordinario de Jehová. Así que nadie —ni siquiera el poderoso y malvado Tentador— nos puede obligar a dejar la adoración pura. Si somos leales y nos ponemos "en contra de él, firmes en la fe", es como si le dijéramos: "¡Vete, Satanás!" (1 Ped. 5:9). Recordemos que Satanás se fue de allí después de que Jesús lo rechazó. En nuestro caso, la Biblia nos asegura: "Opónganse al Diablo y él huirá de ustedes" (Sant. 4:7).

Imágenes de Testigos rechazando tentaciones: 1. Una Testigo limpiando una habitación de hotel y mirando unos artículos de valor que el huésped dejó a la vista. 2. Un Testigo joven en el centro de estudios alejándose de dos chicas que lo miran con intenciones inmorales. 3. Un Testigo rechazando la invitación de antiguos amigos que lo llaman para que fume, beba y apueste con ellos.
La decisión de rechazar las tentaciones del mundo de Satanás está en nuestras manos. (Vea los párrafos 11 y 19).

El enemigo de la adoración pura

12. ¿Cómo demostró Satanás en el Edén que es el enemigo de la adoración pura?

12 Con la última tentación, Satanás confirmó ser el primer enemigo de la adoración pura. Miles de años antes, en el jardín de Edén, demostró por primera vez que odiaba la adoración a Jehová. Al seducir a Eva —quien luego convenció a Adán para que desobedeciera el mandato de Jehová—, Satanás los puso bajo su control y se convirtió en su líder (lea Génesis 3:1-5; 2 Cor. 11:3; Apoc. 12:9). En realidad, él acabó siendo su dios y ellos se hicieron sus adoradores, aunque puede que no supieran quién estaba detrás del engaño. Además, al encabezar la rebelión en el Edén, Satanás no solo desafió la soberanía o derecho a gobernar de Jehová, sino que también lanzó un ataque contra la adoración pura. ¿En qué sentido?

13. ¿Qué relación hay entre la adoración pura y la cuestión de la soberanía?

13 La cuestión de la soberanía y la adoración pura van de la mano. Solo el auténtico Soberano, el Creador de todo lo que existe, merece recibir nuestra adoración (Apoc. 4:11). Cuando Jehová creó a Adán y Eva —dos seres humanos perfectos— y los estableció en el jardín de Edén, su propósito era que con el tiempo el planeta estuviera lleno de personas que lo adoraran por decisión propia. Deseaba adoración pura que brotara de corazones puros (Gén. 1:28). Satanás desafió la soberanía de Jehová porque ambicionaba algo que solo el Señor Soberano Jehová tiene el derecho de recibir: adoración (Sant. 1:14, 15).

14. ¿Por qué podemos afirmar que el ataque de Satanás contra la adoración pura no tuvo éxito?

14 ¿Se salió con la suya Satanás? ¿Acabó con la adoración pura? Es cierto que logró que Adán y Eva se alejaran de Dios. Y desde entonces no ha dejado de atacar la adoración verdadera para alejar de Jehová Dios a todos los que pueda. De hecho, se empeñó en tentar a los adoradores de Jehová que vivieron antes de Cristo. Y ya en el siglo primero hizo surgir una apostasía que echó a perder la congregación cristiana. La situación llegó hasta el punto en que parecía que la adoración pura había desaparecido (Mat. 13:24-30, 36-43; Hech. 20:29, 30). En el segundo siglo, comenzó un largo periodo de cautiverio espiritual para los siervos del Dios verdadero; quedaron bajo el dominio de Babilonia la Grande, el imperio mundial de la religión falsa. Pero Satanás no se salió con la suya; no ha logrado que fracase el propósito de Dios con relación a la adoración pura. Nada puede impedir que Dios haga realidad su propósito (Is. 46:10; 55:8-11). El nombre de Dios está en juego, y él siempre hace honor a su nombre. Jehová es el Dios que cumple lo que se propone. ¡Él nunca falla!

YHWH dara lo nesesario,de alli viene el dicho que hasta hoy se escucha:En su montaña YHWH,da lo nesesario. bereshit.22:14


gomezburgara@yahoo.com.mx

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