martes, 25 de julio de 2023

La Verdadera Historia de Lucifer.

La Verdadera
Historia de
Lucifer
—Tezcat—
Lucifer... La simple mención de su
nombre parece evocar el olor del azufre.
Se le imagina como el ángel más bello
de la creación y también como el
causante del mayor drama cósmico
jamás ocurrido. Cuenta la leyenda que,
seducido por su propio orgullo, arrastró a una gran parte de los ángeles que adoraban a Dios,
provocando una rebelión cuyas consecuencias. Últimas son la existencia del dolor, la maldad y la muerte
en el mundo. Lucifer es considerado desde entonces como el ideólogo del mal, el instigador del lado
oscuro del hombre, el tentador primero. Pero su historia está llena de contradicciones, y una de ellas es
la ausencia de una verdadera historia.
Porque, un acontecimiento de tal magnitud, de tamaña trascendencia para el ser humano, no podía
pasar desapercibido para los autores de la Biblia. En sus páginas deberíamos encontrar un relato
pormenorizado del suceso y de cuáles fueron sus causas.
Pero no es así. De hecho, el nombre de Lucifer ya no aparece en ninguna Biblia moderna, aunque sí
estuvo presente en las antiguas. Fue borrado de la historia, pero no de la leyenda. En realidad, todo el
mito moderno de Lucifer parte de un equívoco, de un simple error de traducción.
"Lucifer" es una palabra latina que significa "portador de la luz". Fue empleada por San Jerónimo en
Ia elaboración de la Vulgata —la versión en latín de la Biblia— para traducir el término hebreo Helel
(literalmente «resplandeciente») de un texto de Isaías. Fue una elección meditada, que buscaba
conciliar los distintos sentidos que —según algunos— el texto hebreo parecía contener. Y es que, ya en
aquella época, algunos "Padres de la Iglesia" habían creído encontrar en aquellas palabras ¡la
descripción de la caída de Satanás!
Hasta aquel entonces Lucifer —también conocido como Heósforo— era tan sólo un dios menor de la
mitología grecorromana, un hijo de la diosa Aurora que nada tenía que ver con las tradiciones judías o
cristianas. Su condición de descendiente de los dioses influyó en la elección que realizó San Jerónimo.
Pero, ¿qué decía en realidad el texto de Isaías? El profeta recogía la siguiente sátira, compuesta por
Yahvé evocando la derrota de su enemigo, el rey de Babilonia: «¿Cómo has caído del cielo, astro
rutilante, hijo de la aurora, y has sido arrojado a la tierra, tú que vencías a las naciones? Tú dijiste en tu
corazón: "El cielo escalaré, por encima de las estrellas de El elevaré mi trono y me sentaré en la
montaña del encuentro, en los confines del Safón; escalaré las alturas de las nubes, me igualaré a Elyón
(el Altísimo)". Por el contrario, al sol has sido precipitado, al hondón de la fosa» (Is. 14, 12-11).
La Vulgata empleó la palabra Lucifer en la traducción de la primera frase:
«¿Quomodo cecidisti de coelo, Lucifer qui mane oriebaris?...» Las sucesivas versiones a las lenguas
vernáculas conservarían sin traducir esa palabra latina: «¿Cómo caíste del cielo, oh Lucifer, hijo de la
Aurora?...» Desde entonces, Lucifer fue considerado un nombre propio. Había nacido la leyenda del
ángel rebelde, el mito grecorromano resurgía, la leyenda .pagana se cristianizaba y el origen del mal en
el mundo había sido, por fin, hallado. Se había creado un nuevo nombre y un nuevo personaje.
El mito sobreviviría luego al paso de las edades y muchas leyendas medievales se nutrirían de estas
ancestrales raíces, creando relatos de gran belleza y simbolismo, pero Isaías -su autor primigenio- sabía
muy poco de mitología clásica. Sus fuentes pertenecían a un ámbito cultural muy diferente y el fondo de
sus palabras reflejaba un drama que nada tenía que ver con batallas cósmicas entre ángeles, pero sí de
luchas entre dioses. O al menos entre hijos de los dioses...

carlos adrian gomez burgara
carlosadrian@inbox.ru  
Telegram   
http://t.me/gomezburgara61

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.