por,.-Lucia La Bruja Roja
Aprende a aceptar y agradecer los "NO" que te da la vida
Podemos pensar que la vida nos niega oportunidades, que algunas cosas no salen como lo esperamos y que simplemente se cierran algunas puertas, lo que evidentemente nos desorienta, nos desanima y nos obliga a comenzar de nuevo con otro aire.
El aprender que existen límites, es la mejor herramienta que tenemos de reponernos a los fracasos, de superar las pérdidas y de resguardar nuestras acciones.
Las personas deben llegar a comprender y aceptar que no todo saldrá siempre según su deseo, que no siempre lograrán lo que se proponen. Esto se denomina tolerancia a la frustración y es un rasgo fundamental de la personalidad madura. Quien no lo adquiere será un caprichoso consentido, así tenga 40 o 65 años.
Pero, aún cuando los adultos no hayamos logrado internalizar los límites de manera adecuada, ni en la franja etaria correspondiente, debemos asumir que siempre estamos a tiempo.En términos psicológicos, está demostrado que el ser humano logra bienestar si, en sus relaciones consigo mismo y con los demás, se mantiene en esos límites, moviéndose con libertad en ellos. En cambio, si despliega una búsqueda de sí o de los otros, creando objetivos y expectativas fuera de esos límites personales, se siente mal. En tal caso, sus capacidades y aptitudes de ser, intentan sobrepasar su realidad. Entonces, vive una fantasía o sufre la angustia y frustración de no alcanzarse a sí, ni comprender a los otros.
Los límites se deben inculcar como los valores, no como reglas rígidas a seguir, de hecho debemos aprender a vivir internalizando esas limitaciones que implican respeto a nosotros mismos y a los demás, por consciencia, armonía y consideración.
Es necesario aprender de límites para aceptar lo que la vida nos da y nos niega, siempre podemos ver más allá, mirar hondo y aprender de todo, con esta sabiduría, podremos llegar a descifrar e mayor enigma del ser humano, conocerse a sí mismo
Podemos pensar que la vida nos niega oportunidades, que algunas cosas no salen como lo esperamos y que simplemente se cierran algunas puertas, lo que evidentemente nos desorienta, nos desanima y nos obliga a comenzar de nuevo con otro aire.
El aprender que existen límites, es la mejor herramienta que tenemos de reponernos a los fracasos, de superar las pérdidas y de resguardar nuestras acciones.
Las personas deben llegar a comprender y aceptar que no todo saldrá siempre según su deseo, que no siempre lograrán lo que se proponen. Esto se denomina tolerancia a la frustración y es un rasgo fundamental de la personalidad madura. Quien no lo adquiere será un caprichoso consentido, así tenga 40 o 65 años.
Pero, aún cuando los adultos no hayamos logrado internalizar los límites de manera adecuada, ni en la franja etaria correspondiente, debemos asumir que siempre estamos a tiempo.En términos psicológicos, está demostrado que el ser humano logra bienestar si, en sus relaciones consigo mismo y con los demás, se mantiene en esos límites, moviéndose con libertad en ellos. En cambio, si despliega una búsqueda de sí o de los otros, creando objetivos y expectativas fuera de esos límites personales, se siente mal. En tal caso, sus capacidades y aptitudes de ser, intentan sobrepasar su realidad. Entonces, vive una fantasía o sufre la angustia y frustración de no alcanzarse a sí, ni comprender a los otros.
Los límites se deben inculcar como los valores, no como reglas rígidas a seguir, de hecho debemos aprender a vivir internalizando esas limitaciones que implican respeto a nosotros mismos y a los demás, por consciencia, armonía y consideración.
Es necesario aprender de límites para aceptar lo que la vida nos da y nos niega, siempre podemos ver más allá, mirar hondo y aprender de todo, con esta sabiduría, podremos llegar a descifrar e mayor enigma del ser humano, conocerse a sí mismo
carlos adrian gomez burgara
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