Lunes 8 de marzo
Pondré un bozal, sí, como guardia para mi propia boca, mientras esté alguien inicuo enfrente de mí (Sal. 39:1).
Durante una proscripción, debemos identificar cuándo es el "tiempo de callar" (Ecl. 3:7). Tenemos que proteger la información delicada, como los nombres de los hermanos, los lugares donde nos reunimos, cómo predicamos y cómo recibimos el alimento espiritual. No debemos revelar estos datos a las autoridades ni comentarlos con amigos o parientes del país o de otros países. Si lo hiciéramos, pondríamos en peligro a nuestros hermanos. No permitamos que los pequeños problemas nos dividan. Satanás sabe que una casa dividida no puede permanecer en pie (Mar. 3:24, 25). Por eso, siempre tratará de dividirnos. De ese modo, espera que empecemos a pelear entre nosotros en lugar de pelear contra él. Hasta los cristianos maduros deben estar atentos para no caer en esta trampa. Si nos esforzamos por superar las diferencias con nuestros hermanos, evitaremos la trampa de la desunión (Col. 3:13, 14). w19.07 11, 12 párrs. 14-16
Martes 9 de marzo
El esclavo del Señor no tiene necesidad de pelear, sino de ser amable para con todos, capacitado para enseñar (2 Tim. 2:24).
Muchas veces, las personas responden bien a nuestro mensaje no por lo que decimos, sino por cómo lo decimos. Les gusta que seamos amables, que tengamos tacto y que demostremos interés sincero. No las obligamos a escucharnos. Por el contrario, tratamos de entender su opinión sobre la religión y por qué piensan así, y queremos respetar sus sentimientos. Por ejemplo, cuando Pablo predicó a los judíos, usó las Escrituras para razonar con ellos. Pero, cuando habló con unos filósofos griegos en el Areópago, no hizo ninguna referencia directa a ellas (Hech. 17:2, 3, 22-31). ¿Cómo podemos copiar su ejemplo? Si hablamos con alguien que no cree en la Biblia, quizás sea apropiado evitar cualquier referencia directa a ella. Si pensamos que la persona no quiere que la vean leyendo la Biblia con nosotros, mostrémosle los textos de una forma más discreta, como por ejemplo en un dispositivo electrónico. w19.07 21 párrs. 5, 6
Miércoles 10 de marzo
Cuídense por temor de que su corazón sea atraído seductoramente, y de veras se desvíen y adoren a otros dioses (Deut. 11:16).
Con astucia, Satanás tentó a los israelitas a cometer idolatría valiéndose de la necesidad que tenían de conseguir alimento. Cuando entraron en la Tierra Prometida, tuvieron que aprender una nueva manera de cultivar la tierra. En Egipto, regaban los campos con el agua que sacaban del río Nilo. Pero en la Tierra Prometida no había un río caudaloso del que sacar el agua de riego, sino que se utilizaba el rocío y el agua que caía en la época de lluvias (Deut. 11:10-15; Is. 18:4, 5). Por lo tanto, los israelitas debían aprender nuevos métodos de cultivo. Pero ¿por qué les advirtió Jehová que no adoraran a dioses falsos mientras les hablaba sobre agricultura? Sabía que los israelitas se sentirían tentados a aprender de los pueblos paganos vecinos técnicas útiles para cultivar la tierra y que las ideas de los cananeos estaban influidas por su creencia en Baal (Núm. 25:3, 5; Juec. 2:13; 1 Rey. 18:18). w19.06 3 párrs. 4-6
Jueves 11 de marzo
Esto es lo que continúo orando: que el amor de ustedes abunde todavía más y más (Filip. 1:9).
Cuando el apóstol Pablo, Silas, Lucas y Timoteo llegaron a la colonia romana de Filipos, encontraron a mucha gente interesada en escuchar el mensaje del Reino. Estos cuatro cristianos entusiastas contribuyeron a que se formara una congregación en la ciudad. Todos los discípulos empezaron a reunirse, probablemente en la casa de una cristiana hospitalaria llamada Lidia (Hech. 16:40). Aquella joven congregación se enfrentó enseguida a dificultades. Satanás incitó a los enemigos de la verdad a oponerse con crueldad a la predicación de aquellos cuatro leales cristianos. Las autoridades detuvieron a Pablo y Silas, los golpearon con varas y los encarcelaron. Al día siguiente, los sacaron de la prisión. ¿Qué hicieron ellos una vez libres? Visitaron a los nuevos discípulos y les dieron ánimo. Luego, ellos y Timoteo se fueron de la ciudad, mientras que al parecer Lucas se quedó en ella. ¿Cómo reaccionaron los nuevos discípulos? Con la ayuda del espíritu santo, continuaron sirviendo a Jehová (Filip. 2:12). Pablo tenía motivos para sentirse orgulloso de ellos. w19.08 8 párrs. 1, 2
Viernes 12 de marzo
El que toma prestado es siervo del hombre que hace el préstamo (Prov. 22:7).
¿Nos hemos mudado hace poco? Las mudanzas pueden ser muy caras, y es fácil endeudarse. Así que no compremos a crédito cosas que no necesitamos (Prov. 22:3). Al pasar por una situación que nos causa tensión emocional, como cuidar a un ser querido enfermo, tal vez nos cueste decidir cuánto dinero vamos a pedir prestado. En esos momentos, es bueno recordar que dirigirnos a Jehová en "oración y ruego" puede ayudarnos a tomar buenas decisiones. Él nos dará la paz que protegerá nuestra mente y corazón, y nos ayudará a pensar las cosas con calma (Filip. 4:6, 7; 1 Ped. 5:7). Tengamos una buena relación con los amigos y la familia. Hablemos de lo que sentimos y de lo que nos ocurre con nuestros amigos, sobre todo con los que han pasado por situaciones parecidas. Eso hará que nos sintamos mejor (Ecl. 4:9, 10). Los amigos que teníamos antes de mudarnos seguirán siendo nuestros amigos. w19.08 22 párrs. 9, 10
Sábado 13 de marzo
Los reunieron en Armagedón (Rev. 16:16).
¿Por qué relacionó Jehová su gran guerra final con Meguidó? Porque Meguidó y el cercano valle de Jezreel fueron el escenario de muchas batallas. A veces, Jehová intervino directamente en ellas. Por ejemplo, "junto a las aguas de Meguidó", ayudó al juez israelita Barac a derrotar al ejército cananeo que comandaba Sísara. Barac y la profetisa Débora le agradecieron a Jehová su milagrosa victoria. En una canción, dijeron: "Desde el cielo pelearon las estrellas [...] contra Sísara. [...] Así perezcan todos tus enemigos, oh Jehová, y sean los que te aman como cuando el sol sale en su poderío" (Juec. 5:19-21, 31). En Armagedón, los enemigos de Jehová también perecerán y quienes lo aman se salvarán. Ahora bien, hay una diferencia importante entre Armagedón y la batalla que peleó Barac. En Armagedón, los siervos de Dios no lucharán. Es más, ni siquiera irán armados. Su fuerza dependerá de que mantengan la calma y confíen en Jehová y en sus ejércitos celestiales (Is. 30:15; Rev. 19:11-15). w19.09 9 párrs. 4, 5
Domingo 14 de marzo
Vengan a mí (Mat. 11:28).
Una forma de acercarnos a Jesús es aprendiendo todo lo que podamos de las cosas que dijo e hizo (Luc. 1:1-4). De manera que tenemos que estudiar los relatos de su vida. Nadie puede hacerlo por nosotros. También nos acercamos a Jesús cuando decidimos ser sus discípulos y bautizarnos. Otra forma de acercarnos a él es acudiendo a los ancianos cuando necesitamos ayuda. Ellos son un regalo de Jesús, que utiliza para cuidar a sus ovejas (Juan 21:16; Efes. 4:7, 8, 11; 1 Ped. 5:1-3). Pero no podemos esperar que los ancianos nos lean la mente y sepan lo que necesitamos, sino que debemos tomar la iniciativa y pedirles ayuda. Veamos lo que dice un hermano llamado Julian: "Pedí una visita de pastoreo, y resultó ser uno de los mejores regalos que he recibido en mi vida". Los ancianos leales, como los dos que visitaron a Julian, pueden ayudarnos a conocer "la mente de Cristo", es decir, comprender y copiar su manera de pensar y su actitud (1 Cor. 2:16; 1 Ped. 2:21). Sin duda, este es uno de los mejores regalos que pueden darnos. w19.09 21 párrs. 4, 5
YHWH dara lo nesesario,de alli viene el dicho que hasta hoy se escucha:En su montaña YHWH,da lo nesesario. bereshit.22:14
gomezburgara@yahoo.com.mx
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