Naciste el 17 de Septiembre de 1820, allá en el pueblito de Pinal de Amoles, Villa de Jalpan, en la Sierra Gorda de Querétaro, tus padres de origen otomí te heredaron: el valor, la dignidad, la honradez y sobretodo el amor a Dios y a tu Patria.
Tu padre con grandes esfuerzos te mandó a la escuela para que aprendieras a leer y escribir, quería que fueras alguien, que salieras de la pobreza en la que vivían. La vida no fue fácil para ti, pero aún así, llegaste a ser General de División, ¡para orgullo de tus padres!.
Cómo olvidar el cariño que te tenían tus tropas, no por nada te llamaban: papá Tomasito. Que injusta a sido la historia contigo, te llaman traidor por defender tus ideales, se les olvida tu valiosa participación en la guerra contra Estados Unidos.
Soldado entre soldados, fuiste fusilado una mañana esplendorosa en el cerro de las Campanas, te negaste a decir tus últimas palabras, ya todo estaba dicho, miraste de frente al pelotón de fusilamiento, tu rostro irradiaba dignidad y valentía, esperaste la descarga con tu crucifijo en las manos.
¡Ay Tomás!... ¡hasta la muerte te acompañó la miseria!. Tu pobre viuda no tuvo dinero para el entierro y te tuvo ahí, en la sala de tu casa sentado en una mecedora. ¡Sólo de pensarlo se me hace un nudo en la garganta! Fue Benito Juárez quien te dio cristiana sepultura en el panteón de San Fernando.
Tomás, quiero que sepas que a pesar de ser tu enemigo, Justo Sierra reconoció tu enorme valor al escribir que todo mexicano debía saludar tu tumba con respeto, pues "ahí se encontraba un valiente".
A un año más de tu natalicio espero que la historia sea más justa contigo.
Y que dios te de en el cielo toda la gloria que te negó en la tierra, en esta, nuestra Tierra Sagrada.
carlos adrian gomez burgara
carlosadrian@inbox.ru
Telegram
http://t.me/gomezburgara61
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.