Dos veces al año, antes de Rosh Hashaná (año nuevo judío) y antes de Pesaj, (Pascua judía) el rabino del Muro de los Lamentos y sus asistentes retiran las notas dejadas en el Muro de los Lamentos para dejar espacio para nuevas notas.
El trabajo de recolección de los papeles se hace con la ayuda de palos de madera y no de metal, por la precaución de que no se dañen las piedras del muro.
Para respetar las notas, que son consideradas sagradas y evitar su profanación, estas se recogen y se transfieren a la "genizá" (un archivo donde se guardan textos sagrados en desuso) en el cementerio judío del Monte de los Olivos.
Esta tradición está basada en la costumbre de no tirar Biblias y otros textos sagrados que ya son ilegibles o están dañadas. Cuando esto ocurre, lo que se hace es enterrar estos textos sagrados como si fuesen seres queridos que fallecieron. Ese lugar es llamado de "genizá" como ya fue mencionado.
carlos adrian gomez burgara
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