domingo, 27 de marzo de 2022

CÓMO NOS AFECTA LLEVAR EL NOMBRE DE UN ANTEPASADO

CÓMO NOS AFECTA LLEVAR EL NOMBRE DE UN ANTEPASADO.
Si te llamas igual que tu padre, madre, hermano fallecido o llevas el nombre de un antepasado, quizá estés cargando con el peso de su vida sin saberlo.
Para muchas familias que actúan como clanes, poner el nombre de un familiar, del padre o abuelo es un honor y una tradición, pero para Jodorowsky, ponerle el nombre de un antepasado a un recién nacido, trae consigo una serie de cargas.
"Cuando bautizamos a un hijo debemos saber que junto con el nombre le pasamos una identidad. Evitemos por tanto los nombres de los antepasados, de antiguos novios o novias, de personajes históricos o novelescos. Los nombres que recibimos son como contratos inconscientes que limitan nuestra libertad y condicionan nuestra vida…"
¿Cuál es concretamente el efecto de repetir los nombres?
El psicoterapeuta indica el peligro de este acto, ya que los nombres actúan como fotocopias y al ser repetido se devalúa y pierde fuerza. Además de mencionar que en la repetición está el riesgo de ser un "árbol que da frutos o bien plantas venenosas".
Estudiar los nombres del árbol genealógico es igual que acceder al inconsciente.
▪️Lo primero es saber la persona que nos nombró. ¿Papá? ¿Mamá? ¿abuelo? ¿la hermana? ¿el padrino?
El que nombra, toma poder sobre lo nombrado y no es lo mismo llamarme Micaela por mi abuela paterna, si el nombre se le ocurrió a mi padre para repetir el nudo incestuoso, o por mi madre, para ser aceptada en la familia de mi padre, dándole una hija-clon de su suegra.
▪️¿De pequeño me gustaba mi nombre o me hubiese gustado llamarme de otra manera?
▪️Investigar de dónde viene nuestro nombre: Si es de algún familiar, es bueno analizar su destino y los caminos que recorrió en su vida, porque probablemente venimos a repetirlos.
▪️Si es de alguien significativo para quién nos nombró, nos caerá la carga de darle a éste lo que el otro no le dio.
▪️Si es de algún personaje histórico, novelesco, as del fútbol o princesa de Mónaco, viviremos frustrados y fracasados si no seguimos el guión.
▪️Si es por algo material, adquiriremos las propiedades de ese elemento. Por ejemplo, "si me llamo por la muñeca de mi hermana, me convertiré en su muñeca, ella jugará conmigo, me dominará".
▪️Si me llamo por algo inmaterial, tenderé a fines abstractos ideados por nuestros padres y llamarse Libertad, Paz, Luz, no siempre es sinónimo de ser libre, vivir en paz y tener las cosas claras.
▪️Los diminutivos: "Me llamo Manuel como mi abuelo, pero me dicen Manolito", han proyectado en ti la figura de tu abuelo, pero tienes prohibido crecer y superarlo.
▪️Los nombres compuestos: "Me llamo José Luís, por mi padre y mi abuelo". Pobre de ti sino hubo buena relación entre ellos.
▪️"Me llamo "María José", como dice Jodorowsky, "¡Catástrofe sexual!".
▪️Los nombres feminizados o masculinizados: Mario, Josefa, Carmelo, Paula, corresponden a deseos frustrados de que naciéramos del sexo contrario.
Los nombres tienen una vibración y fuerza especial y la elección del nombre para el bebé es algo que debe llegar a ambos padres de manera intuitiva; no ser repetido, sino darle la oportunidad de comenzar algo nuevo. Si el nombre que tenemos trae consigo una carga demasiado fuerte, lo ideal es atreverse a cambiarlo, o bien, usar el segundo nombre. De esa manera reducimos los riesgos de llevar con nosotros una carga o repetir la historia vivida por nuestros antepasados.

carlos adrian gomez burgara
carlosadrian@inbox.ru  
Telegram   
http://t.me/gomezburgara61

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.