Yo soy El Diablo, y conmigo nada tienes que fingir ni ocultar.
Desde el momento en que miraste en tu interior y me viste como parte de ti, esa luz de poder brilló y empezaste a descubrir el mundo.
No dejes que nadie te diga cómo guiar tu vida, pues desde tu mente y tu inconsciente, has grabado en cada acto que ejecutas, el sello de la grandeza. Para mi, eres un ser único e irrepetible. Tus características te convierten en un ser majestuoso por naturaleza. Las diferencias que tienes con el resto, con el colectivo, es lo que a mis ojos te vuelve atractivo. Eres un ser aparte de todo. Podrán ponerte las etiquetas que deseen, pero solamente tú y yo conocemos lo que eres y lo que hay dentro de ti.
Nunca ocultes tu personalidad ni huyas de la manada, obrando con inteligencia nunca podrán dañarte; pero se cauteloso con lo que sale de tu boca y demuestra con acciones que estás muy por encima de la filosofía de la colectividad. No dejes que la mayoría te arrastre, aprende a jugarles en su propio terreno y demuestra tu superioridad tolerando su incompetencia y su insolencia para que por ellas mismas, sean arrojados al fango del olvido y a la podredumbre de la lástima por su propio ser. Nunca un colectivo ha logrado nada trascendente. Han sido las individualidades quienes proponiendo y levantando, consiguen desarrollar las más grandes obras y virtudes. Yo, como señor del mundo carnal, respeto, promuevo e impulso tu individualidad y soberanía para que seas libre y próspero. Tus logros son tuyos, tu raza, tu patria y tu estirpe eres tú mismo y no necesitas constreñirte a vanas causas que las mayorías repiten mecánicamente sin cuestionar, porque están acostumbrados a que otros piensen por ellos y los guíen como pastores de rebaño.
Juzga, porque no puedes asumir una postura neutral. Que tu criterio coloque en el lugar que se merece a cada persona; solamente así podrás discernir el bien del mal. El bien es todo aquello que beneficiosa y productivamente genera un avance, el mal por el contrario, descansa sobre la costumbre y el confort. Los buenos son los que trabajan y se esfuerzan por ser mejores cada día, quienes salen a producir nuevos conocimientos y reconociendo sus errores, vuelven a examinar sus postulados y proyectos para adecuarlos al mundo real y que sea el acontecer y desarrollo diarios quienes demuestren la viabilidad de sus tesis. Los malos son aquellos parásitos que viven a costas de los demás y que lejos de aportar y construir, destruyen con su ponzoñosa envidia cuanta magnánima acción eleva a los superiores. A esa basura, hermano y amigo, lánzala al fondo del abismo y engrandécete con su sufrimiento, que no merecen tu piedad.
¿Dudas? ¿Crees que no puedes tocar el universo? Estás en tu derecho. Pero que ese miedo no te paralice sino que al contrario, sea solamente una cautelosa espera para vislumbrar en el horizonte la meta que te has trazado. Elige tus estrategias y ejecuta los movimientos precisos en la manera en que los idealizaste para alcanzar tus objetivos. La oscuridad inicial y el desorden imperante habrán de ser los orígenes de un orden trazado desde tu mente, mismo que tu actuar dará forma y figura definida. Fantasea como un infante y suelta tus rabietas, patalea y pega de brincos con tal de hacer tu Voluntad, la cual guiada por el raciocinio y la lógica, convertirá tus berrinches iniciales en una metáfora de un inquebrantable temple.
carlos adrian gomez burgara
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