LOS ÁNGELES DE LA MUERTE

LOS ÁNGELES DE LA MUERTE
A través del tiempo, en las escrituras espirituales se han mencionado más de una docena de ángeles de la
muerte. A algunos se les han asignado tareas específicas:
• Gabriel gobierna sobre la muerte de las personas
jóvenes.
• Mashhit se ocupa de la muerte de los niños.
• Kafziel supervisa la muerte de los reyes.
• Meshaber y Hemá tienen dominio sobre los
animales.
Sin embargo, Satán es el Ángel primordial de la Muerte. En los textos antiguos, está escrito que Satán no se detiene en la tumba. Si su víctima no ha crecido
espiritualmente durante su vida, si el Deseo de Recibir
Sólo para Sí Mismo todavía perdura, Satán envía un
terrible ejército de ángeles vengadores que golpean su cuerpo cuando éste aún se encuentra en su lugar de
descanso.
Esto plantea una pregunta interesante. Si esa persona
ya está muerta, ¿qué importan estos golpes? ¿Acaso
podría sentirlos? Pero la Kabbalah enseña que aún en la muerte tenemos conciencia. En efecto, nuestra
conciencia está determinada por el nivel, de tres
existentes, que nuestra alma habita.
El nivel más bajo se conoce en arameo como Nefesh, y es el que está más cerca a el alma de un animal. Si vives como una bestia, tu conciencia residirá en este nivel y continuarás sufriendo aun en la tumba. Pero si has trabajado en tu espiritualidad, y has logrado un cierto grado de elevación espiritual, alcanzarás el nivel de conciencia siguiente: Ruaj. Entonces, una vez que
mueres, no te encuentras verdaderamente en tu tumba, sino en algún lugar entre el Cielo y la Tierra.
Aquellos que alcanzan Neshamá, el nivel más alto, no
experimentan la muerte en absoluto.
Pero recuerda: el Ángel de la Muerte representa no sólo el fallecimiento físico, sino la energía de muerte que se extiende a nuestras relaciones, nuestros negocios y nuestros sueños. Él es la personificación de la Inclinación al Mal, un embustero de dos caras:
masculina y femenina. Cuando juega con nosotros, nos encanta con sus tretas; cuando se teje una mentira con un pequeño granito de verdad en el centro, el Ángel de la Muerte obtiene el permiso para entrar por la puerta de atrás.
A lo largo de nuestras vidas, el Ángel de la Muerte
celebra nuestra negatividad y nuestro ego, nuestro
Deseo de Recibir Sólo para Sí Mismo. Nuestra ira, odio y avaricia proveen energía al Ángel de la Muerte a diario.
¿Paro cardiaco, cáncer, derrame cerebral, accidente
automovilístico o suicidio? La causa de la muerte
establecida en el informe forense nunca es la causa real, sino sólo el efecto. Cuando perecemos, es porque el Ángel de la Muerte ha obtenido el permiso para finalizar el juego a causa de nuestro karma y nuestras acciones.

carlos adrian gomez burgara
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