ORGULLO Y HUMILDAD
Como somos imperfectos, tenemos la tendencia a ser egoístas y orgullosos. Pero Jehová quiere que seamos humildes. Cuando nos comparamos con Jehová y nos damos cuenta de lo pequeños que somos, nos resulta más fácil ser humildes (Job 38:1-4). También es importante que pensemos más en los demás y en lo que ellos necesitan que en nosotros mismos. La persona orgullosa se cree mejor que los demás. En cambio, la persona humilde se ve a sí misma con honestidad, lo que le permite ver sus puntos fuertes y débiles. No le da vergüenza reconocer sus errores y pedir perdón, ni tiene problemas para aceptar sugerencias y consejos. Confía en Jehová y sigue su guía (1 Pedro 5:5).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.