Texto Diario jueves, 25 de julio de 2019
Ustedes son enseñados por Dios a amarse unos a otros (1 Tes. 4:9).
Los que se sienten desanimados o deprimidos, o los que pasan por dificultades, no importa la edad o el sexo, necesitan que les demos atención, ánimo y consuelo (Prov. 12:25; Col. 4:11). Demostramos que de verdad amamos a “los que están relacionados con nosotros en la fe” mediante palabras y acciones (Gál. 6:10). La Biblia predijo que el egoísmo y la codicia caracterizarían “los últimos días” de este malvado sistema de cosas (2 Tim. 3:1, 2). Por eso, los cristianos debemos esforzarnos para que crezca nuestro amor a Dios, a las verdades de la Biblia y a los hermanos. A veces, puede que surjan pequeñas diferencias entre nosotros. Sin embargo, cuando el amor nos motiva a resolverlas pacíficamente, toda la congregación se beneficia (Efes. 4:32; Col. 3:14). Así que sigamos amando intensamente a Jehová, a su Palabra y a los hermanos.w17.05 21 párrs. 17, 18
(1 Tesalonicenses 4:9) Por otra parte, ustedes no necesitan que les escribamos acerca del amor fraternal, porque Dios mismo les está enseñando a amarse unos a otros.
(Proverbios 12:25) La ansiedad aplasta el corazón del hombre,pero una buena palabra lo reanima.
(Colosenses 4:11) y Jesús, al que llaman Justo, quienes son de los circuncisos. Solamente ellos son mis colaboradores a favor del Reino de Dios, y se han convertido en una fuente de gran consuelo para mí.
(Gálatas 6:10) Por eso, mientras tengamos la oportunidad, hagamos el bien a todos, pero especialmente a nuestros hermanos en la fe.
(2 Timoteo 3:1, 2) Pero debes saber que en los últimos días vendrán tiempos críticos y difíciles de soportar. 2 Porque la gente solo se amará a sí misma; serán amantes del dinero, fanfarrones, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos y desleales,
(Efesios 4:32) Más bien, sean bondadosos unos con otros, trátense con ternura y compasión, y perdónense con generosidad, así como Dios los perdonó generosamente a ustedes mediante Cristo.
(Colosenses 3:14) Pero, además de todo esto, vístanse de amor, porque es un lazo de unión perfecto.
17. Mencione algunas formas de demostrar nuestro amor.
17 (Lea 1 Tesalonicenses 4:9, 10). ¿De qué maneras podemos demostrar que amamos a los hermanos? Ofreciéndonos para llevar a las reuniones a los hermanos mayores que lo necesiten o haciendo alguna reparación en la casa de una viuda (Sant. 1:27). Los que se sienten desanimados o deprimidos, o los que pasan por dificultades, no importa la edad o el sexo, necesitan que les demos atención, ánimo y consuelo (Prov. 12:25; Col. 4:11). Demostramos que de verdad amamos a “los que están relacionados con nosotros en la fe” mediante palabras y acciones (Gál. 6:10).
18. ¿Qué nos ayudará a resolver las pequeñas diferencias que surjan entre cristianos?
18 La Biblia predijo que el egoísmo y la codicia caracterizarían “los últimos días” de este malvado sistema de cosas (2 Tim. 3:1, 2). Por eso, los cristianos debemos esforzarnos para que crezca nuestro amor a Dios, a las verdades de la Biblia y a los hermanos. A veces, puede que surjan pequeñas diferencias entre nosotros. Sin embargo, cuando el amor nos motiva a resolverlas pacíficamente, toda la congregación se beneficia (Efes. 4:32; Col. 3:14). Así que no dejemos que se enfríe nuestro amor. Al contrario, sigamos amando intensamente a Jehová, a su Palabra y a los hermanos.
Los que se sienten desanimados o deprimidos, o los que pasan por dificultades, no importa la edad o el sexo, necesitan que les demos atención, ánimo y consuelo (Prov. 12:25; Col. 4:11). Demostramos que de verdad amamos a “los que están relacionados con nosotros en la fe” mediante palabras y acciones (Gál. 6:10). La Biblia predijo que el egoísmo y la codicia caracterizarían “los últimos días” de este malvado sistema de cosas (2 Tim. 3:1, 2). Por eso, los cristianos debemos esforzarnos para que crezca nuestro amor a Dios, a las verdades de la Biblia y a los hermanos. A veces, puede que surjan pequeñas diferencias entre nosotros. Sin embargo, cuando el amor nos motiva a resolverlas pacíficamente, toda la congregación se beneficia (Efes. 4:32; Col. 3:14). Así que sigamos amando intensamente a Jehová, a su Palabra y a los hermanos.w17.05 21 párrs. 17, 18
(1 Tesalonicenses 4:9) Por otra parte, ustedes no necesitan que les escribamos acerca del amor fraternal, porque Dios mismo les está enseñando a amarse unos a otros.
(Proverbios 12:25) La ansiedad aplasta el corazón del hombre,pero una buena palabra lo reanima.
(Colosenses 4:11) y Jesús, al que llaman Justo, quienes son de los circuncisos. Solamente ellos son mis colaboradores a favor del Reino de Dios, y se han convertido en una fuente de gran consuelo para mí.
(Gálatas 6:10) Por eso, mientras tengamos la oportunidad, hagamos el bien a todos, pero especialmente a nuestros hermanos en la fe.
(2 Timoteo 3:1, 2) Pero debes saber que en los últimos días vendrán tiempos críticos y difíciles de soportar. 2 Porque la gente solo se amará a sí misma; serán amantes del dinero, fanfarrones, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos y desleales,
(Efesios 4:32) Más bien, sean bondadosos unos con otros, trátense con ternura y compasión, y perdónense con generosidad, así como Dios los perdonó generosamente a ustedes mediante Cristo.
(Colosenses 3:14) Pero, además de todo esto, vístanse de amor, porque es un lazo de unión perfecto.
17. Mencione algunas formas de demostrar nuestro amor.
17 (Lea 1 Tesalonicenses 4:9, 10). ¿De qué maneras podemos demostrar que amamos a los hermanos? Ofreciéndonos para llevar a las reuniones a los hermanos mayores que lo necesiten o haciendo alguna reparación en la casa de una viuda (Sant. 1:27). Los que se sienten desanimados o deprimidos, o los que pasan por dificultades, no importa la edad o el sexo, necesitan que les demos atención, ánimo y consuelo (Prov. 12:25; Col. 4:11). Demostramos que de verdad amamos a “los que están relacionados con nosotros en la fe” mediante palabras y acciones (Gál. 6:10).
18. ¿Qué nos ayudará a resolver las pequeñas diferencias que surjan entre cristianos?
18 La Biblia predijo que el egoísmo y la codicia caracterizarían “los últimos días” de este malvado sistema de cosas (2 Tim. 3:1, 2). Por eso, los cristianos debemos esforzarnos para que crezca nuestro amor a Dios, a las verdades de la Biblia y a los hermanos. A veces, puede que surjan pequeñas diferencias entre nosotros. Sin embargo, cuando el amor nos motiva a resolverlas pacíficamente, toda la congregación se beneficia (Efes. 4:32; Col. 3:14). Así que no dejemos que se enfríe nuestro amor. Al contrario, sigamos amando intensamente a Jehová, a su Palabra y a los hermanos.
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