Texto Diario viernes, 19 de julio de 2019
Considerando con humildad mental que los demás son superiores a ustedes (Filip. 2:3).
El motivo para ponernos la nueva personalidad debe ser dar honra a Jehová, no recibir elogios de los hombres. Recordemos que un ángel perfecto pecó porque se volvió orgulloso (compare conEzequiel 28:17). A nosotros nos resulta mucho más difícil evitar el orgullo porque somos imperfectos. Pese a ello, podemos vestirnos de humildad. ¿Cómo? Tenemos que dedicar tiempo todos los días a leer la Biblia y a meditar (Deut. 17:18-20). Algo que nos ayudará mucho es pensar en las enseñanzas de Jesús y en su maravilloso ejemplo de humildad (Mat. 20:28). Él fue tan humilde que incluso les lavó los pies a los apóstoles (Juan 13:12-17). También debemos pedirle a Dios con frecuencia que nos dé su espíritu a fin de luchar contra cualquier tendencia a creernos superiores a los demás (Gál. 6:3, 4). w17.08 25 párrs. 11, 12
(Filipenses 2:3) no haciendo nada movidos por espíritu de contradicción ni por egotismo, sino considerando con humildad mental que los demás son superiores a ustedes,
(Ezequiel 28:17) ”’”Tu corazón se hizo altivo debido a tu hermosura. Arruinaste tu sabiduría por causa de tu radiante esplendor. A la tierra ciertamente te lanzaré. Delante de reyes ciertamente te colocaré, [para que] te miren.
(Deuteronomio 17:18-20) Y tiene que suceder que, cuando se siente sobre el trono de su reino, tiene que escribir para sí en un libro una copia de esta ley, de aquella que está a cargo de los sacerdotes, los levitas. 19 ”Y esta tiene que continuar con él, y él tiene que leer en ella todos los días de su vida, a fin de que aprenda a temer a Jehová su Dios para guardar todas las palabras de esta ley y estas disposiciones reglamentarias, por medio de ponerlas por obra; 20 para que su corazón no se ensalce sobre sus hermanos y para que él no se desvíe del mandamiento a la derecha ni a la izquierda, a fin de que alargue sus días sobre su reino, él y sus hijos en medio de Israel.
(Mateo 20:28) Así como el Hijo del hombre no vino para que se le ministrara, sino para ministrar y para dar su alma en rescate en cambio por muchos”.
(Juan 13:12-17) Ahora bien, cuando les hubo lavado los pies y se hubo puesto sus prendas de vestir exteriores y recostado de nuevo a la mesa, les dijo: “¿Saben lo que les he hecho? 13 Ustedes me llaman: ‘Maestro’, y, ‘Señor’, y hablan correctamente, porque lo soy. 14 Por eso, si yo, aunque soy Señor y Maestro, les he lavado los pies a ustedes, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. 15 Porque yo les he puesto el modelo, que, así como yo hice con ustedes, ustedes también deben hacerlo. 16 Muy verdaderamente les digo: El esclavo no es mayor que su amo, ni es el enviado mayor que el que lo envió. 17 Si saben estas cosas, felices son si las hacen.
(Gálatas 6:3, 4) Porque si alguien piensa que es algo, no siendo nada, está engañando su propia mente. 4 Pero que cada uno pruebe lo que su propia obra es, y entonces tendrá causa para alborozarse respecto de sí mismo solo, y no en comparación con la otra persona.
11, 12. a) ¿Por qué debemos tener el motivo apropiado para ponernos la nueva personalidad? b) ¿Qué nos ayudará a seguir siendo humildes?
11 El motivo para ponernos la nueva personalidad debe ser dar honra a Jehová, no recibir elogios de los hombres. Recordemos que un ángel perfecto pecó porque se volvió orgulloso (compare con Ezequiel 28:17). A nosotros nos resulta mucho más difícil evitar el orgullo porque somos imperfectos. Pese a ello, podemos vestirnos de humildad. ¿Cómo?
12 Tenemos que dedicar tiempo todos los días a leer la Biblia y a meditar (Deut. 17:18-20). Algo que nos ayudará mucho es pensar en las enseñanzas de Jesús y en su maravilloso ejemplo de humildad (Mat. 20:28). Él fue tan humilde que incluso les lavó los pies a los apóstoles (Juan 13:12-17). También debemos pedirle a Dios con frecuencia que nos dé su espíritu a fin de luchar contra cualquier tendencia a creernos superiores a los demás (Gál. 6:3, 4; Filip. 2:3).
El motivo para ponernos la nueva personalidad debe ser dar honra a Jehová, no recibir elogios de los hombres. Recordemos que un ángel perfecto pecó porque se volvió orgulloso (compare conEzequiel 28:17). A nosotros nos resulta mucho más difícil evitar el orgullo porque somos imperfectos. Pese a ello, podemos vestirnos de humildad. ¿Cómo? Tenemos que dedicar tiempo todos los días a leer la Biblia y a meditar (Deut. 17:18-20). Algo que nos ayudará mucho es pensar en las enseñanzas de Jesús y en su maravilloso ejemplo de humildad (Mat. 20:28). Él fue tan humilde que incluso les lavó los pies a los apóstoles (Juan 13:12-17). También debemos pedirle a Dios con frecuencia que nos dé su espíritu a fin de luchar contra cualquier tendencia a creernos superiores a los demás (Gál. 6:3, 4). w17.08 25 párrs. 11, 12
(Filipenses 2:3) no haciendo nada movidos por espíritu de contradicción ni por egotismo, sino considerando con humildad mental que los demás son superiores a ustedes,
(Ezequiel 28:17) ”’”Tu corazón se hizo altivo debido a tu hermosura. Arruinaste tu sabiduría por causa de tu radiante esplendor. A la tierra ciertamente te lanzaré. Delante de reyes ciertamente te colocaré, [para que] te miren.
(Deuteronomio 17:18-20) Y tiene que suceder que, cuando se siente sobre el trono de su reino, tiene que escribir para sí en un libro una copia de esta ley, de aquella que está a cargo de los sacerdotes, los levitas. 19 ”Y esta tiene que continuar con él, y él tiene que leer en ella todos los días de su vida, a fin de que aprenda a temer a Jehová su Dios para guardar todas las palabras de esta ley y estas disposiciones reglamentarias, por medio de ponerlas por obra; 20 para que su corazón no se ensalce sobre sus hermanos y para que él no se desvíe del mandamiento a la derecha ni a la izquierda, a fin de que alargue sus días sobre su reino, él y sus hijos en medio de Israel.
(Mateo 20:28) Así como el Hijo del hombre no vino para que se le ministrara, sino para ministrar y para dar su alma en rescate en cambio por muchos”.
(Juan 13:12-17) Ahora bien, cuando les hubo lavado los pies y se hubo puesto sus prendas de vestir exteriores y recostado de nuevo a la mesa, les dijo: “¿Saben lo que les he hecho? 13 Ustedes me llaman: ‘Maestro’, y, ‘Señor’, y hablan correctamente, porque lo soy. 14 Por eso, si yo, aunque soy Señor y Maestro, les he lavado los pies a ustedes, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. 15 Porque yo les he puesto el modelo, que, así como yo hice con ustedes, ustedes también deben hacerlo. 16 Muy verdaderamente les digo: El esclavo no es mayor que su amo, ni es el enviado mayor que el que lo envió. 17 Si saben estas cosas, felices son si las hacen.
(Gálatas 6:3, 4) Porque si alguien piensa que es algo, no siendo nada, está engañando su propia mente. 4 Pero que cada uno pruebe lo que su propia obra es, y entonces tendrá causa para alborozarse respecto de sí mismo solo, y no en comparación con la otra persona.
11, 12. a) ¿Por qué debemos tener el motivo apropiado para ponernos la nueva personalidad? b) ¿Qué nos ayudará a seguir siendo humildes?
11 El motivo para ponernos la nueva personalidad debe ser dar honra a Jehová, no recibir elogios de los hombres. Recordemos que un ángel perfecto pecó porque se volvió orgulloso (compare con Ezequiel 28:17). A nosotros nos resulta mucho más difícil evitar el orgullo porque somos imperfectos. Pese a ello, podemos vestirnos de humildad. ¿Cómo?
12 Tenemos que dedicar tiempo todos los días a leer la Biblia y a meditar (Deut. 17:18-20). Algo que nos ayudará mucho es pensar en las enseñanzas de Jesús y en su maravilloso ejemplo de humildad (Mat. 20:28). Él fue tan humilde que incluso les lavó los pies a los apóstoles (Juan 13:12-17). También debemos pedirle a Dios con frecuencia que nos dé su espíritu a fin de luchar contra cualquier tendencia a creernos superiores a los demás (Gál. 6:3, 4; Filip. 2:3).
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