jueves, 8 de octubre de 2020

La Subita Desaparicion de Sumeria

Los historiadores aseguran tímidamente que los amorreos destruyeron la ciudad de Ur y que éstos y otros invasores hicieron lo mismo con las demás ciudades. Importantes ciudades sumerias fueron, entre otras: Uruk, Ur, Eridú, Kish, Umma, Lagash, Girsu y Nipur. Las crónicas sumerias, escritas en tablillas cuneiformes o en forma de cuña, dicen que la realeza bajó del cielo a la ciudad de Eridú; pero que después del Diluvio bajó de nuevo del cielo y se instaló en la ciudad de Kish.

Los libros de historia no aclaran cómo desapareció súbitamente la civilización sumeria. Presuponen los historiadores que los sumerios fueron víctimas de una invasión a gran escala. Sin embargo las tablillas sumerias nada relatan sobre una guerra de invasión extranjera. Hablan en su lugar de un extraño fenómeno que causó de pronto una mortandad sin precedentes en todas las ciudades al mismo tiempo. Los estudiosos descartan que se tratara de una pandemia.
Es curioso cómo las tablillas sumerias describen que los dioses bajaron del cielo y que libraron cruentas batallas entre ellos mismos, con terribles armas desconocidas para un pueblo que utilizaba espadas. Los historiadores aseguran que todos estos relatos no son más que mitología o leyendas de tipo religioso. Sin embargo, estas dadas en llamar leyendas pudieran aclarar cómo y por qué desapareció repentinamente la civilización sumeria. De otra manera no se encuentra explicación aceptable.

Los escritos sumerios conocidos como 'lamentaciones' -en tablillas descubiertas en las excavaciones de Uruk, Ur, Eridú y Nipur- describen lo siguiente, según la traducción del eminente profesor Samuel Kramer, a quien se considera el mayor experto en temas sumerios:
'En la tierra cayó una calamidad desconocida para el hombre; una que nunca se había visto antes; una que no podría ser soportada. Una gran tormenta del cielo… Una tormenta aniquiladora de la tierra… Un viento maligno, como un torrente… Una tormenta arrasadora unida por un calor abrasador… De día se privó a la tierra del brillante sol; por la noche las estrellas no brillaban… La gente, aterrorizada, casi no podía respirar; el viento maligno los agarró, no les concedió otro día… Las bocas estaban empapadas de sangre; las cabezas se revolvían en sangre… El rostro se tornó pálido por el viento maligno. Esto causó que las ciudades fueran desoladas, las casas se volvieron desoladas, los establos se volvieron desolados… Hizo que los ríos de Sumer fluyeran con agua amarga; sus campos de cultivo crecieron con malas hierbas, en sus pastos crecían plantas marchitas…'

Este que en el relato se concibe como terrible viento maligno, extremadamente calorífico y mortal, ni siquiera podía ser soportado por los llamados 'dioses'. Así, en la tablilla conocida como 'El lamento de Uruk' se lee: 'Todos los dioses evacuaron Uruk, se mantuvieron alejados de ella, se escondieron en las montañas, escaparon a las distantes llanuras'. Asimismo el texto conocido como 'El lamento de Eridú' relata: 'Ninki, su gran dama, volando como un pájaro, dejó su ciudad… El padre Enki se quedó fuera de la ciudad… Por el destino de su perjudicada ciudad lloró con amargas lágrimas'. Enki y Ninki eran tenidos por dioses.

Todas las tablillas estudiadas sugieren que la devastación acaeció simultáneamente en todas las ciudades. No se encuentra texto alguno en las tablillas que diga que las ciudades fueran saqueadas al unísono por multitud de enemigos. No se habla de guerra. Tampoco se habla de destrucción; solamente de 'desolación'. Lo que describen las tablillas de Sumeria acerca de que el agua se hacía amarga, las personas vomitaban sangre y hasta los animales morían, aparte de que los llamados dioses huían de las ciudades ante lo que veían venir, no obedece a ningún tipo de enfermedad; más bien se trata de un horrible escenario semejante al que hoy día causaría la explosión de un potente artefacto nuclear. En Hiroshima y en Nagasaki se dieron precisamente estas horribles consecuencias y otras más




carlos adrian gomez burgara
carlosadrian@inbox.ru

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