Lunes 12 de octubre
¿No saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? Y, sin embargo, eso era lo que algunos de ustedes eran. Pero ustedes han sido lavados, ustedes han sido declarados justos (1 Cor. 6:9, 11).
Si queremos aceptar la verdad y vivir en conformidad con ella, tenemos que estar dispuestos a cambiar nuestra forma de pensar y actuar. Pedro dio este consejo: "Como hijos obedientes, dejen de amoldarse según los deseos que tuvieron en otro tiempo en su ignorancia". Y añadió: "Háganse ustedes mismos santos también en toda su conducta" (1 Ped. 1:14, 15). Por ejemplo, en la corrupta e inmoral ciudad de Corinto, las personas que aceptaron la verdad tuvieron que hacer grandes cambios en su vida. Del mismo modo, hoy día muchos han tenido que dejar a un lado la mala conducta a fin de comprar la verdad. Pedro también les dijo a los cristianos de su época: "Basta el tiempo que ha pasado para que ustedes hayan obrado la voluntad de las naciones cuando procedían en hechos de conducta relajada, lujurias, excesos con vino, diversiones estrepitosas, partidas de beber e idolatrías ilegales" (1 Ped. 4:3). w18.11 6 párr. 13
Martes 13 de octubre
Todos los que estaban correctamente dispuestos para vida eterna se hicieron creyentes (Hech. 13:48).
¿Cómo podemos encontrar a los que están "correctamente dispuestos para vida eterna"? Igual que en el siglo primero, la única manera es predicando. Por tanto, tenemos que seguir las instrucciones de Jesús: "En cualquier ciudad o aldea que entren, busquen hasta descubrir quién en ella es merecedor" (Mat. 10:11). Sabemos que no aceptarán el mensaje las personas que no son sinceras, que son orgullosas o que no tienen interés por lo espiritual. Buscamos a las que son sinceras y humildes, y están sedientas de la verdad. Pongamos un ejemplo. Cuando Jesús trabajaba de carpintero, seguramente buscaba la madera adecuada para hacer cosas como muebles, puertas y yugos. Cuando la encontraba, usaba con habilidad sus herramientas para fabricar los objetos. Pues bien, nosotros debemos hacer algo parecido: primero tenemos que buscar a las personas de buen corazón, y entonces podemos usar con habilidad las herramientas para hacer discípulos (Mat. 28:19, 20). w18.10 12 párrs. 3, 4
Miércoles 14 de octubre
Felipe bajó a la ciudad de Samaria y se puso a predicarles al Cristo (Hech. 8:5).
Felipe, el evangelizador, nos dio un ejemplo sobresaliente de lo que significa mantenerse centrado en el ministerio cuando cambian las circunstancias. Él atendía una nueva responsabilidad en la congregación de Jerusalén (Hech. 6:1-6). Entonces, después del asesinato de Esteban, se levantó una ola de persecución. Cuando Felipe vio a otros seguidores de Jesús huir de Jerusalén, no se quedó de brazos cruzados. Se fue a predicar a Samaria, una ciudad en la que apenas se había proclamado el mensaje (Mat. 10:5; Hech. 8:1). Felipe estaba dispuesto a ir adondequiera que el espíritu de Dios lo llevara. Por eso, Jehová lo utilizó para abrir nuevos territorios. En aquel tiempo, los judíos despreciaban a los samaritanos. Pero, como Felipe los trató con imparcialidad, seguro que ellos se sintieron muy bien con él. No sorprende que las muchedumbres escucharan con atención su mensaje (Hech. 8:6-8). Felipe se mantuvo centrado en su ministerio, y gracias a ello él y su familia recibieron muchas bendiciones de Jehová (Hech. 21:8, 9). w18.10 30 párrs. 14-16
Jueves 15 de octubre
Considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes (Heb. 10:24).
En cierta ocasión en que Jesús estaba en la región de Decápolis, "le trajeron un hombre sordo y con un impedimento del habla" (Mar. 7:31-35). Él "se lo llevó aparte" y lo curó. ¿Por qué no lo hizo delante de todos? Quizás porque se dio cuenta de que, como era sordo, probablemente se sentía incómodo entre la multitud. Es verdad que nosotros no podemos hacer milagros. Pero sí podemos y debemos prestar atención a las necesidades y sentimientos de nuestros hermanos. Jesús trató a aquel sordo con consideración. Del mismo modo, debemos ser considerados con los mayores y los que tienen problemas físicos. La característica más importante de la congregación cristiana no es la eficiencia, sino el amor (Juan 13:34, 35). Este amor nos motiva a hacer todo lo que podamos por ayudar a los mayores y a los que tienen problemas físicos para que puedan ir a las reuniones y predicar. Y actuamos así aunque ellos no puedan hacer tanto como quisieran (Mat. 13:23). w18.09 29, 30 párrs. 7, 8
Viernes 16 de octubre
Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno para la edificación de este (Rom. 15:2).
Para Jehová, todas sus ovejas son muy valiosas. Y también lo son para Jesús, que dio su vida en sacrificio (Gál. 2:20). Amamos con todo el corazón a nuestros hermanos y queremos cuidarlos con cariño. A fin de ser una fuente de consuelo para ellos, "sigamos tras las cosas que contribuyen a la paz y las cosas que sirven para edificación mutua" (Rom. 14:19). Cuánto deseamos que llegue el Paraíso, donde nunca más tendremos motivos para sentirnos desanimados. Las enfermedades, las guerras, la muerte debida al pecado, las persecuciones, los problemas familiares y las desilusiones habrán desaparecido. Cuando terminen los mil años, los seres humanos serán perfectos. Jehová adoptará como sus hijos terrestres a los que pasen la prueba final, que tendrán "la gloriosa libertad de los hijos de Dios" (Rom. 8:21). Sigamos demostrando el amor que edifica y ayudémonos unos a otros a entrar en el maravilloso nuevo mundo que Dios ha prometido. w18.09 14 párr. 10; 16 párr. 18
Sábado 17 de octubre
¡Cómo amo tu ley, sí! Todo el día ella es mi interés intenso (Sal. 119:97).
Estudiar la Palabra de Dios es más que leer algo de manera superficial y subrayar las respuestas a ciertas preguntas. Cuando estudiamos, analizamos lo que la información nos dice sobre Jehová y su manera de pensar y actuar. Tratamos de entender por qué manda unas cosas y condena otras. Además, pensamos en los cambios que debemos hacer en nuestra forma de pensar y en nuestra vida. Claro, quizá no nos sea posible reflexionar en todo esto cada vez que estudiamos. Pero es bueno que dediquemos un rato a meditar en la información, tal vez la mitad del tiempo de estudio (1 Tim. 4:15). Si tenemos la costumbre de meditar en la Palabra de Dios, comprobamos por nosotros mismos que los pensamientos de Jehová son perfectos. Empezamos a comprender su manera de ver las cosas y llegamos a hacerla nuestra. Cuando rehacemos la mente, nuestra forma de pensar se hace nueva (Rom. 12:2). Poco a poco, llegamos a razonar como Jehová. w18.11 24 párrs. 5, 6
Domingo 18 de octubre
Somos colaboradores de Dios (1 Cor. 3:9).
En el siglo primero, el apóstol Pablo dijo que él y otros cristianos eran "colaboradores de Dios" porque plantaban y regaban la semilla de la verdad del Reino (1 Cor. 3:6). Nosotros también podemos ser hoy "colaboradores de Dios". ¿Cómo? Dando con generosidad de nuestro tiempo, recursos y energías para llevar a cabo la misión que Dios nos ha confiado. ¡Qué extraordinario privilegio! Nos hace muy felices dedicar con generosidad a la predicación nuestro tiempo y energías. Muchos hermanos que han tenido la oportunidad de dar clases de la Biblia reconocen que esta es una de las actividades que más satisfacción les causa. Es un placer ver cómo se le ilumina el rostro a una persona cuando comprende las verdades de la Biblia, cómo crece su fe, cómo hace cambios en la vida y cómo empieza a hablar con otros de lo que aprende. Jesús se sintió muy feliz cuando los 70 discípulos a los que envió a predicar "volvieron con gozo" por los buenos resultados de su labor (Luc. 10:17-21). w18.08 20 párrs. 11, 12
YHWH dara lo nesesario,de alli viene el dicho que hasta hoy se escucha:En su montaña YHWH,da lo nesesario. bereshit.22:14
gomezburgara@yahoo.com.mx
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