Lunes 26 de octubre
La buena voluntad de mi corazón y mi ruego a Dios por ellos son, en realidad, para su salvación (Rom. 10:1).
¿Cómo podemos seguir el ejemplo de Pablo? Primero, tratemos de conservar en el corazón el deseo de encontrar a quienes están "correctamente dispuestos para vida eterna". Segundo, roguémosle a Jehová que abra el corazón de las personas sinceras (Hech. 13:48; 16:14). Silvana, que es precursora desde hace casi treinta años, dice: "Antes de llamar a las puertas, le pido a Jehová que me ayude a ser positiva". Supliquemos también a Dios que los ángeles nos conduzcan hasta quienes tienen un buen corazón (Mat. 10:11-13; Rev. 14:6). Un hermano llamado Robert, que lleva más de treinta años de precursor, dice: "Es emocionante colaborar con los ángeles, que saben lo que ocurre en la vida de las personas". Y, tercero, procuremos ver lo bueno en la gente. Un anciano llamado Carl indica: "Busco cualquier pequeño detalle que revele que la persona tiene un buen corazón, como una sonrisa, una mirada amable o una pregunta sincera". Si hacemos estas cosas, seguiremos produciendo fruto, igual que Pablo. w18.05 15 párr. 13; 16 párr. 15
Martes 27 de octubre
Considerémonos unos a otros, animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día se acerca (Heb. 10:24, 25).
Algo que nos alegra mucho es saber que aquellos a quienes ayudamos en el pasado siguen hoy sirviendo a Jehová. El apóstol Juan escribió: "No tengo mayor causa de sentir agradecimiento que estas cosas: que oiga yo que mis hijos siguen andando en la verdad" (3 Juan 4). Muchos precursores confirman que es muy animador saber que una persona a quien hace mucho le dieron clases de la Biblia sigue fiel a Jehová o incluso está en el precursorado. Así que, si le recordamos a un precursor desanimado todo lo que ha hecho por otras personas, puede sentirse mucho mejor. Muchos superintendentes de circuito han dicho lo bien que se han sentido ellos y sus esposas al recibir una simple nota en la que algún hermano les da las gracias por visitar su congregación. Y algo parecido les ocurre a los ancianos, misioneros, precursores y betelitas cuando se les agradece su servicio fiel. w18.04 23 párrs. 14, 15
Miércoles 28 de octubre
El rey no debe multiplicarse esposas, para que no se desvíe su corazón (Deut. 17:17).
Salomón desobedeció y con el tiempo se casó con 700 mujeres y tomó 300 concubinas (1 Rey. 11:3). Muchas de ellas no eran israelitas y adoraban a dioses falsos. Así que Salomón también desobedeció la ley que decía que los israelitas no debían casarse con mujeres extranjeras (Deut. 7:3, 4). Poco a poco, Salomón perdió el amor por las leyes divinas e hizo cosas muy malas. Construyó un altar para la diosa Astoret y al menos otro para el dios falso Kemós. Allí practicó la adoración falsa junto con sus esposas. Se atrevió a hacer aquellos altares en una montaña que estaba justo enfrente de Jerusalén, donde había construido el templo de Jehová (1 Rey. 11:5-8; 2 Rey. 23:13). Quizá se engañó a sí mismo pensando que Dios pasaría por alto su desobediencia siempre y cuando siguiera ofreciéndole sacrificios en el templo. Pero Dios nunca pasa por alto el pecado. w18.07 18 párrs. 7-9
Jueves 29 de octubre
Tomen el escudo grande de la fe, con el cual podrán apagar todos los proyectiles encendidos del inicuo (Efes. 6:16).
Algunos de "los proyectiles encendidos" que Satanás puede lanzarnos son mentiras sobre Jehová, como que no le importamos y que no nos quiere. Una chica de 19 años llamada Ida dice: "A menudo, me parece que Jehová está lejos de mí, que no quiere ser mi Amigo". ¿Cómo les hace frente a estos sentimientos? Ella explica: "Las reuniones son como una inyección para mi fe. Antes, me limitaba a sentarme y nunca levantaba la mano. Me parecía que a nadie le importaban mis comentarios. Pero ahora me preparo para las reuniones y trato de responder dos o tres veces". El caso de Ida destaca una verdad importante. El escudo de los soldados romanos tenía un tamaño fijo, pero el escudo de la fe puede hacerse más grande o más pequeño. Su tamaño depende de nosotros (Mat. 14:31; 2 Tes. 1:3). Por eso es tan importante que fortalezcamos nuestra fe. w18.05 29, 30 párrs. 12-14
Viernes 30 de octubre
¿Qué tengo que hacer para salvarme? (Hech. 16:30).
Fijémonos en que el carcelero de este relato bíblico cambió de actitud y pidió ayuda después del terremoto (Hech. 16:25-34). Del mismo modo, puede que algunas personas que en el pasado no escucharon el mensaje de la Biblia cambien y pidan ayuda después de sufrir una sacudida en su vida. Quizás hayan perdido de repente su empleo, se les diagnostique una enfermedad grave o se les muera un ser querido. Puede que por primera vez se hagan preguntas sobre el sentido de la vida. Quizás hasta pregunten lo mismo que el carcelero: "¿Qué tengo que hacer para salvarme?". Cuando las encontramos en la predicación, es posible que por primera vez deseen escuchar el mensaje de esperanza que llevamos. Así pues, si seguimos predicando fielmente, podremos dar consuelo a las personas cuando estén dispuestas a aceptarlo (Is. 61:1). w18.05 19, 20 párrs. 10-12
Sábado 31 de octubre
El espíritu de Jehová está sobre mí, porque él me ungió para declarar buenas nuevas (Luc. 4:18).
En nuestros días, la gran mayoría de las personas están ciegas por culpa de Satanás y son esclavas del sistema religioso, económico y social (2 Cor. 4:4). Nosotros tenemos el honor de seguir el ejemplo de Jesús y ayudarlas a conocer y servir a Jehová, el Dios de la libertad (Mat. 28:19, 20). No es una tarea fácil, y hay muchas dificultades. En algunos países, la gente es cada vez más indiferente y en algunos casos hasta hostil. La pregunta que debemos hacernos es si podemos usar nuestra libertad para apoyar aún más la obra del Reino. Nos anima mucho ver la gran cantidad de siervos de Jehová que, al entender lo cerca que está el fin, han simplificado su vida para servir a tiempo completo (1 Cor. 9:19, 23). Algunos continúan en sus congregaciones, mientras que otros se han mudado adonde se necesita ayuda para predicar. ¡Qué magnífico resultado de usar bien la libertad para servir a Jehová! (Sal. 110:3). w18.04 11, 12 párrs. 13, 14
YHWH dara lo nesesario,de alli viene el dicho que hasta hoy se escucha:En su montaña YHWH,da lo nesesario. bereshit.22:14
gomezburgara@yahoo.com.mx
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