Congregación de naciones: El Eterno le promete a Iaäkób que "nación y congregación de naciones procederán de ti" (ver 35.11). Cada tribu es considerada una nación por sí misma. Al nacer Biniamín se concretó la promesa de la "nación" y por cuanto que Iaäkób no tuvo más hijos asumió que la "congregación de naciones" es decir, dos tribus más, descenderían de uno de sus hijos. Por esta razón Iaäkób decidió ascender a Efráim y Menashéh al estatus de tribus.
Serán míos: Es decir: "tendrán el mismo derecho que las demás tribus en la repartición de la Tierra de Israel".
Por el nombre de sus hermanos serán llamados en sus heredades: Es decir, los hijos que Ioséf tenga posteriormente serán incluidos en las tribus de Efráim y Menashéh.
¿Quiénes son éstos?: Iaäkób había quedado ciego (ver comentario 27.1).
Y bendijo a Ioséf: En realidad Iaäkób bendijo a los hijos de Ioséf. El versículo hace mención a Ioséf, pues la mayor bendición que puede recibir un padre es que sus hijos sean benditos.
el Ángel que me rescato de todo mal: Se refiere al ángel que ayudaba a Iaäkób en sus momentos de sufrimiento.
Será más grande que él: Pues de él saldrá Iehoshúa (Josué).
Como a Efráim y como a Menashéh: Quien bendiga a sus hijos les dirá: "Hágate Dios como a Efráim y como a Menashéh ". Ambos se criaron en medio de la idolatría e inmoralidad de Egipto y sin embargo se mantuvieron firmes a los ideales de la casa de Iaäkób.
Una parte más que a tus hermanos: La descendencia de Ioséf recibió dos porciones del territorio.
carlos adrian gomez burgara
carlosadrian@inbox.ru
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