Lunes 3 de mayo
Cuando las preocupaciones me abrumaban, tú me consolabas y me tranquilizabas (Sal. 94:19).
¿Hemos sentido alguna vez que nos invadía la preocupación? Tal vez el motivo fue que alguien dijo o hizo algo que nos dolió. O puede que lo que nos atormente sea lo que nosotros hemos dicho o hecho. Quizás cometimos un pecado y nos preocupa que Jehová no nos perdone jamás. Además, tal vez pensemos que nos sentimos así porque no tenemos fe, porque somos malas personas. Pero veamos algunos ejemplos de la Biblia. Ana, la madre del profeta Samuel, tenía mucha fe. Aun así, se sentía muy angustiada debido al maltrato que sufría de parte de un miembro de su casa (1 Sam. 1:7). El apóstol Pablo también tenía una fe sólida, pero "la preocupación por todas las congregaciones" lo abrumaba (2 Cor. 11:28). El rey David tenía una fe tan fuerte que Jehová sentía un cariño especial por él (Hech. 13:22). Pese a ello, cometió pecados que lo atormentaron (Sal. 38:4). A todos ellos Jehová los consoló y tranquilizó. w20.02 20 párrs. 1, 2
Martes 4 de mayo
Si alguien quiere ser mi seguidor, que renuncie a sí mismo (Mat. 16:24).
Dedicarse a Jehová es hacerle una oración de todo corazón en la que usted le dice que usará su vida para servirle para siempre. Cuando alguien se dedica a Jehová, renuncia a sí mismo. Desde ese momento, tiene el gran honor de pertenecerle a Jehová (Rom. 14:8). Al dedicarse, le dice que de ahí en adelante lo más importante en su vida será servirle a él, no agradarse a sí mismo. Su dedicación es un voto, es decir, una promesa solemne que le hace a Dios. Jehová no nos obliga a hacerle ese voto. Pero, una vez que lo hacemos, espera que lo cumplamos (Sal. 116:12, 14). La dedicación es personal y privada, algo entre usted y Jehová. En cambio, el bautismo es público, algo que se hace delante de otras personas, por lo general en una asamblea. Al bautizarse, usted les muestra a los demás que ya se ha dedicado a Jehová. En otras palabras, les indica que lo ama con todo su corazón, alma, mente y fuerzas, y que ha decidido servirle para siempre (Mar. 12:30). w20.03 9 párrs. 4, 5
Miércoles 5 de mayo
Que nadie los seduzca (2 Tes. 2:3).
Satanás oscurece la identidad de Jehová. Tras la muerte de los apóstoles de Jesús, algunos supuestos cristianos empezaron a difundir enseñanzas falsas (Hech. 20:29, 30). Estos apóstatas comenzaron a oscurecer la identidad del único Dios verdadero. Por ejemplo, dejaron de usar el nombre divino en la Biblia y lo sustituyeron por "Señor" o por otros títulos. Debido a ello, al lector de la Biblia se le hacía difícil distinguir a Jehová de los demás "señores" que se mencionan en las Santas Escrituras (1 Cor. 8:5). Utilizaron el mismo término, "Señor", para referirse tanto a Jehová como a Jesús, lo que dificultó entender que Dios y su Hijo son personas diferentes con posiciones distintas (Juan 17:3). Esta confusión contribuyó al desarrollo de la trinidad, una doctrina que la Biblia no enseña. Como consecuencia, muchos consideran que a Dios no se le puede conocer y que su identidad es un misterio. ¡Qué gran mentira! (Hech. 17:27). w19.06 4 párr. 11
Jueves 6 de mayo
Efectúa tu ministerio plenamente (2 Tim. 4:5).
Una forma de cumplir más plenamente con nuestro ministerio es mejorando nuestras aptitudes como maestros (Prov. 1:5; 1 Tim. 4:13, 15). Qué gran honor es que Jehová nos permita ser sus "colaboradores" (1 Cor. 3:9). Cuando nos aseguramos de "las cosas más importantes" y nos centramos en el ministerio cristiano, servimos "a Jehová con regocijo" (Filip. 1:10; Sal. 100:2). Los ministros de Dios tenemos la certeza de que él nos dará el poder que necesitemos para cumplir con nuestro ministerio sin importar cuáles sean nuestros problemas y limitaciones (2 Cor. 4:1, 7; 6:4). Sea que nuestras circunstancias nos permitan predicar mucho o poco, servir a Dios con toda el alma nos da motivos para sentirnos alegres (Gál. 6:4). Al cumplir plenamente con nuestro ministerio, demostramos nuestro amor a Jehová y al prójimo. ¿Con qué resultado? La Biblia dice: "Haciendo esto te salvarás a ti mismo y también a los que te escuchan" (1 Tim. 4:16). w19.04 6 párr. 15; 7 párr. 17
Viernes 7 de mayo
Satanás está extraviando a toda la tierra habitada (Rev. 12:9).
Para engañar a la gente, uno de los medios principales que Satanás y los demonios utilizan es el ocultismo. Quienes lo practican afirman que conocen o controlan cosas que el resto de la gente no puede conocer ni controlar. Por ejemplo, algunos aseguran que son capaces de predecir el futuro mediante la adivinación o la astrología. Otros quizás hagan como si hablaran con los muertos. Y hay quienes practican la brujería o la magia, y tal vez hagan conjuros para hechizar a otras personas. En un estudio que se realizó en 18 países de Latinoamérica y el Caribe, alrededor de un tercio de los encuestados creía en la magia, la brujería o la hechicería, y casi la misma cantidad pensaba que es posible comunicarse con los espíritus. En otro estudio, que se realizó en 18 países de África, más de la mitad de los encuestados creía en la brujería. Por supuesto, no importa dónde vivamos, no podemos bajar la guardia. w19.04 20, 21 párrs. 3, 4
Sábado 8 de mayo
Que no haya ningún fornicador (Heb. 12:16).
Jehová odia todo tipo de maldad (Sal. 5:4-6). Así que detesta el abuso sexual de menores, un acto especialmente malvado y repugnante. Igual que él, sus Testigos aborrecemos el abuso de menores y no lo toleramos en la congregación (Rom. 12:9). El abuso de menores está totalmente en contra de "la ley del Cristo", esto es, todo lo que Jesús enseñó con sus palabras y acciones (Gál. 6:2). La ley del Cristo se basa en el amor y fomenta la justicia. Como los cristianos verdaderos seguimos esa ley, tratamos a los niños de manera que se sientan seguros y queridos de verdad. Pero el abuso de un menor es un acto egoísta y malvado que resulta en que el niño se sienta inseguro y piense que nadie lo ama. Por desgracia, esto también ha afectado a los cristianos verdaderos. ¿Por qué? Porque en nuestros días hay muchos "hombres inicuos e impostores", y algunos de ellos quizás intenten entrar en la congregación (2 Tim. 3:13). Además, algunos que afirman ser parte de la congregación se han dejado llevar por deseos pervertidos y han abusado sexualmente de niños. w19.05 8 párrs. 1-3
Domingo 9 de mayo
El ruego del hombre justo tiene mucho vigor (Sant. 5:16).
La persona deprimida tal vez no se sienta digna de dirigirse a Jehová en oración. Si deseamos ayudarla, oremos con ella utilizando su nombre. Digámosle a Jehová lo mucho que la queremos, tanto nosotros como la congregación. Y roguémosle que calme el dolor de su valiosa ovejita. Este tipo de oraciones pueden ser una fuente de mucho consuelo. Pensemos antes de hablar. Las palabras irreflexivas hieren, pero las amables curan las heridas (Prov. 12:18). Así pues, pidámosle a Jehová que nos ayude a encontrar palabras cariñosas que tranquilicen y sanen a quien se siente herido. Recordemos que las palabras con mayor poder son las que se encuentran en la Biblia, pues provienen de Jehová (Heb. 4:12). Cuando consolamos a otras personas, les recordamos que Jehová es un Dios de amor. Y nunca debemos olvidar que también es un Dios de justicia. Ningún abuso queda oculto a sus ojos. Él lo ve todo, y se asegurará de dar su merecido a los abusadores que no se arrepientan (Núm. 14:18). w19.05 18 párr. 18; 19 párrs. 19, 21
YHWH dara lo nesesario,de alli viene el dicho que hasta hoy se escucha:En su montaña YHWH,da lo nesesario. bereshit.22:14
gomezburgara@yahoo.com.mx
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