martes, 10 de mayo de 2022

El Edificio Hernán.

El Edificio Hernán.
Testigo de la evolución de la ciudad, es un gran observador enclavado en pleno centro de Guadalajara.
Pocos lo advierten o saben su nombre, pero esta edificación ha visto pasar a miles de personas.
Estuvo presente cuando desaparecieron manzanas enteras, se ensancharon las calles e incluso cuando cambió la cara de la Catedral de Guadalajara.
A la fecha se mantiene como un eterno vigilante, gracias a un sistema de transmisión en vivo las 24 horas, que muestra la vista desde las alturas de la Plaza Guadalajara.
Ubicado en la esquina del andador Pedro Loza y avenida Hidalgo, el Edificio Hernán ha sido parte del primer cuadro del centro histórico desde la década de 1930 y, con todo y sus cambios, se mantiene como un edificio emblemático de la perla tapatía.
Se trata de una de las primeras edificaciones hechas con estructura de acero en la ciudad y también de las primeras en contar con un sótano.
Fue construido por el
Ingeniero Gustavo Ramírez Santoscoy,
Con ayuda de las ideas de diseño del dueño original,
Bartolo Hernández.
Su construcción empezó alrededor del año de 1930 y terminó aproximadamente en el año de 1932.
Una de las primeras modificaciones que tuvo el edificio, fue la cubierta de su fachada, originalmente enjarrada, con cantera, para darle el terminado rústico que predominaba en las tendencias arquitectónicas de la época.
Además, antes de que existiera la Plaza Guadalajara, ese espacio estaba ocupado por toda una manzana de edificios, separada de la del edificio Hernán por la calle de Pedro Loza.
Sin embargo esta manzana entera fue derribada y a diferencia de los portales que anteceden la entrada del edificio Hernán, éste llegaba al límite de la calle.
Pero con la construcción de la plaza, la entrada tuvo que recorrerse unos cuantos metros.
Pero no sólo se trata de una estructura icónica de la ciudad por haber permanecido tantos años de pie o presenciar cambios claves en el centro.
El edificio fue parte importante de la vida de las familias tapatías porque era la sede de
La Mueblería Hernán,
Dueña de todo el edificio –de ahí su nombre- establecimiento muy popular en su época, de la cual salían muchos de los muebles que adornaban las casas de Guadalajara.
La mueblería cerró cerca del año de 1980, quedando en su lugar
Las Farmacias Guadalajara,
Gracias a las cuales, actualmente, mucha gente distingue la edificación.
El edificio Hernán permanece como parte de la cotidianidad del concurrido centro histórico y es casa de varios despachos legales, así como de un consultorio dental.
Ahora cuando pases por ahí, sabrás una pizca más de la historia de esta gran ciudad.
Texto tomado de la Página :
suitesmargarita.com
Autor del Texto :
Dulce Muro.

carlos adrian gomez burgara
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