"Uno de los edificios más completos del barroco en la ciudad de Guadalajara es el Templo de Santa Mónica, edificado a instancia de los jesuitas y fundado por el padre Feliciano Pimentel, cuya construcción fue terminada en el año de 1733.
El padre Pimentel, aunque murió el mismo año que terminaron dicha obra arquitectónica, le tocó ver concluida la iglesia y la mitad del convento, pero principalmente el claustro en pie.
La edificación del edificio se llevó a cabo con el propósito de albergar a las monjas agustinas, del que actualmente sólo se conserva la iglesia, durante todo un siglo, el monasterio sobrevivió intacto, pero llegó la Independencia y posteriormente la Reforma, lo que fue considerado "fatal" para la comunidad, ya que en esta época desapareció el convento, y las religiosas prácticamente fueron puestas en la calle.
El inmueble mucho tiempo quedó abandonado, luego fue albergue de los alumnos del Seminario Diocesano y posteriormente fue la Décimoquinta Zona Militar.
El convento fue expropiado durante la Reforma, 1859-1860, hasta que el político, filántropo e impresor tapatío, don Dionisio Rodríguez, lo compró en una subasta pública y luego lo prestó a la Arquidiócesis, quien finalmente lo adquirió.
Arquitectura.
La construcción contrastaba con la humildad y pobreza de la regla agustiniana, ya que la iglesia dedicada a la Madre de San Agustín, no tomó en cuenta la influencia arquitectónica de la Catedral Metropolitana de Guadalajara.
La fachada con sentido al oriente es la principal y la más elaborada, constituida de nueve cuerpos verticales integrados por siete contrafuertes que forman un conjunto con desplazamiento horizontal decorado con formas fitomorfas, es decir, de formas de planta o vegetales.
Su interior es de una sola nave, es un elemento recto con una torre en el extremo sur, y dentro de éste se despliega una escalera de caracol que conduce al campanario.
El altar principal es de estilo neoclásico y se encuentra en este mismo extremo, con la imagen de la patrona del templo:
Santa Mónica; entre el límite de la cornisa y el arco tiene un elemento a base de varilla de latón que proporciona la idea de un sol resplandeciente.
Restauración.
En 1983 se intentó por primera vez restaurar el templo, pero se pospuso en varias ocasiones hasta que la asociación civil Adopta una Obra de Arte, tomó las riendas de la restauración en el año de 2006.
El claustro de las monjas se demolió durante la reforma, del cual se rescataron los arcos y columnas del llamado patio de los Ángeles, los que se pueden apreciar en el Centro Cultural Patio de Los Ángeles.
Leyenda.
En relación a la estatua de San Cristóbal se conserva la tradición de que a ella acudían las mujeres que quería casarse, por lo que le imploraban al santo:
"San Cristobalazo patazas grandazas, manazas fierazas ¿cuándo me casas?", mientras que las señoras que no tenían una buena relación con sus maridos pedían:
"Cristobalito patitas chiquitas, manitas bonitas ¿cuándo me lo quitas?".
Ubicación.
El Templo de Santa Mónica se encuentra ubicado en la calle Santa Mónica, entre San Felipe y Reforma, en el Centro Histórico de Guadalajara.."
Tomado de la Página :
Crónica Jalisco.
Autoria del Texto :
Flor de María A.
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