Jonás estaba en problemas. Dios le había mandado a anunciar juicio sobre Nínive - una ciudad particularmente violento y pecaminoso. Pero Jonás decidió huir en su lugar. Trepó a bordo de un barco, pero que no podía escapar: Dios envió una terrible tormenta y los marineros arrojó a Jonás al mar. Dios envió a un pez gigante tragárselo, el ahorro de Jonás de una muerte segura. Tres días y noches pasaron y Dios dio a Jonás otra oportunidad de decir la verdad al poder en Nínive. El profeta anegado fue a la gran ciudad y les advirtió de su inminente desaparición. Y algo increíble sucedió: escucharon. |
"Los hombres de Nínive creyeron a Dios. Proclamaron una opción de venta por igual rápido, y grandes y pequeños de cilicio. |
וַֽיַּאֲמִ֛ינוּ אַנְשֵׁ֥י נִֽינְוֵ֖ה בֵּֽאלֹהִ֑ים וַיִּקְרְאוּ-צוֹם֙ וַיִּלְבְּשׁ֣וּ שַׂקִּ֔ים מִגְּדוֹלָ֖ם וְעַד-קְטַנָּֽם: |
Cuando la noticia llegó al rey de Nínive, y se levantó de su trono, se quitó el manto, se vistió de cilicio y se sentó sobre ceniza ... |
וַיִּגַּ֤ע הַדָּבָר֙ אֶל-מֶ֣לֶך נִֽינְוֵ֔ה וַיָּ֙קָם֙ מִכִּסְא֔וֹ וַיַּעֲבֵ֥ר אַדַּרְתּ֖וֹ מֵֽעָלָ֑יו וַיְכַ֣ס שַׂ֔ק וַיֵּ֖שֶׁב עַל-הָאֵֽפֶר: |
Y vio Dios lo que hicieron, la forma en que estaban convirtiendo volver de su mal camino. Y Dios renunció al castigo que había planeado para traer sobre ellos, y no llevarlo a cabo ". |
וַיַּ֤רְא הָֽאֱלֹהִים֙ אֶֽת-מַ֣עֲשֵׂיהֶ֔ם כִּי-שָׁ֖בוּ מִדַּרְכָּ֣ם הָרָעָ֑ה וַיִּנָּ֣חֶם הָאֱלֹהִ֗ים עַל-הָרָעָ֛ה אֲשֶׁר-דִּבֶּ֥ר לַעֲשׂוֹת-לָהֶ֖ם וְלֹ֥א עָשָֽׂה |
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