Lunes 26 de abril
Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que se la pida constantemente a Dios, porque él da generosamente a todos (Sant. 1:5).
Hay decisiones importantes que no vamos a cambiar nunca. Por ejemplo, no queremos dejar de servir a Jehová y estamos resueltos a ser fieles a nuestro cónyuge (Mat. 16:24; 19:6). Sin embargo, hay otras que tal vez tengamos que cambiar, pues las circunstancias varían. ¿Qué nos ayudará a tomar las mejores decisiones? Pedir a Dios sabiduría. Como a todos nos "falta sabiduría" en algunos aspectos de la vida, confiemos en Jehová tanto al tomar una decisión como al revisarla. Entonces, Jehová nos ayudará a decidir bien. Además, debemos investigar a fondo. Consultemos la Palabra de Dios, leamos las publicaciones de la organización de Jehová y hablemos con alguien de confianza (Prov. 20:18). Es fundamental hacer todo esto cuando estamos pensando en cambiar de trabajo, en mudarnos a otro lugar o en lo que vamos a estudiar a fin de ganarnos la vida y seguir sirviendo a Dios. w19.11 27 párrs. 6-8
Martes 27 de abril
¡Qué desdichado soy! ¿Quién me librará del cuerpo que está sufriendo esta muerte? (Rom. 7:24).
Felizmente, Jehová preparó la manera de que se nos liberara del pecado. El papel de Jesús en esa liberación es fundamental. En el siglo octavo antes de nuestra era, el profeta Isaías predijo una gran liberación futura. Esa gran liberación lograría mucho más que la que se producía durante el Jubileo. Escribió: "El espíritu del Señor Soberano Jehová está sobre mí, porque Jehová me ungió para anunciarles buenas noticias a los mansos. Me envió para vendar a los que tienen el corazón destrozado, para proclamar libertad a los cautivos" (Is. 61:1). Veamos de quién habla esta profecía. Esa importante profecía sobre una liberación comenzó a cumplirse después de que Jesús empezó su ministerio. Cuando fue a la sinagoga de la ciudad de Nazaret, donde se había criado, leyó esa misma profecía de Isaías a los judíos allí reunidos y se la aplicó a sí mismo (Luc. 4:16-19). w19.12 9, 10 párrs. 6-8
Miércoles 28 de abril
Cobramos denuedo por medio de nuestro Dios para hablarles las buenas nuevas de Dios con mucho luchar (1 Tes. 2:2).
Para hacer frente a la persecución, necesitamos valor. ¿Qué podemos hacer si nos parece que no tenemos suficiente? Recordemos que el verdadero valor no depende de nuestro tamaño, fuerzas o capacidades. Veamos el caso de David. Cuando era joven, se enfrentó al gigante Goliat. David era más pequeño y débil que aquel filisteo. Además, no estaba preparado para la lucha y ni siquiera tenía una espada. Pero era muy valiente y corrió sin temor a luchar contra aquel orgulloso gigante. ¿Por qué fue David tan valiente? Porque estaba totalmente seguro de que Jehová lo apoyaba (1 Sam. 17:37, 45-47). No se concentró en lo insignificante que era comparado con Goliat, sino en lo insignificante que era Goliat comparado con Jehová. De este relato aprendemos una lección: seremos valientes si confiamos en que Jehová nos apoya y si estamos seguros de que nuestros opositores son insignificantes comparados con nuestro todopoderoso Dios (2 Crón. 20:15; Sal. 16:8). w19.07 5 párrs. 11-13
Jueves 29 de abril
Mis colaboradores se han convertido en una fuente de gran consuelo para mí (Col. 4:11).
Tíquico fue para el apóstol Pablo un amigo cristiano muy confiable (Hech. 20:4). Hacia el año 55, el apóstol organizó una colecta para socorrer a los cristianos de Judea, y quizás le pidió a Tíquico que colaborara en esa importante misión (2 Cor. 8:18-20). Tiempo después, la primera vez que Pablo estuvo preso en Roma, Tíquico fue su mensajero personal. Entregaba las cartas y los mensajes de ánimo del apóstol a las congregaciones de Asia (Col. 4:7-9). Tíquico siguió siendo un leal amigo de Pablo (Tito 3:12). No todos los cristianos de entonces eran tan confiables como él. Por ejemplo, la segunda vez que el apóstol estuvo preso en Roma, alrededor del año 65, escribió que muchos cristianos de la provincia de Asia no se relacionaban con él, posiblemente por miedo a los opositores (2 Tim. 1:15). En cambio, confiaba en Tíquico y le encargó una labor más (2 Tim. 4:12). Está claro que el apóstol valoraba contar con un amigo tan bueno. w20.01 10 párrs. 7, 8
Viernes 30 de abril
Es a nosotros a quienes Dios se las ha revelado (1 Cor. 2:10).
Puede que usted se pregunte si Jehová lo ha ungido por espíritu santo. En ese caso, es importante que se haga estas preguntas: ¿siente un intenso deseo de hacer la voluntad de Dios?, ¿predica con un entusiasmo especial?, ¿le encanta estudiar la Biblia y aprender "las cosas profundas de Dios"?, ¿considera que Jehová ha bendecido sus esfuerzos en la predicación?, ¿se siente profundamente responsable de ayudar a los demás a mejorar su relación con Dios?, ¿ha visto con claridad la mano de Jehová en muchos campos de su vida? Si la respuesta a estas preguntas es un rotundo sí, ¿prueba esto que ha recibido la llamada celestial? No, porque todos los siervos de Jehová pueden sentir lo mismo que usted. En realidad, si usted no está seguro de si ha sido ungido por espíritu santo, esa misma duda indica que no lo ha sido. Los que han sido llamados no se preguntan si son ungidos; ¡están seguros de que sí! w20.01 23 párr. 14
YHWH dara lo nesesario,de alli viene el dicho que hasta hoy se escucha:En su montaña YHWH,da lo nesesario. bereshit.22:14
gomezburgara@yahoo.com.mx
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