domingo, 22 de noviembre de 2020

Estudio bíblico de la congregación: rr cap. 1 párrs. 1-7.-“Adora a Jehová tu Dios”

"Adora a Jehová tu Dios"
La adoración pura de Jehová: ¡por fin restaurada!
1, 2. ¿Por qué está Jesús en el desierto de Judea en el otoño del año 29, y qué le pasa allí? (Vea el dibujo del principio).

ES EL año 29 de nuestra era, y el otoño ya comenzó. Jesús está en el desierto de Judea, al norte del mar Muerto. Después de ser bautizado y ungido, el espíritu santo lo ha traído aquí. En este árido y rocoso lugar atravesado por barrancos, Jesús ha pasado cuarenta días a solas y ha tenido tiempo para ayunar, orar y meditar. Tal vez en este periodo Jehová se haya comunicado con su Hijo a fin de prepararlo para lo que le espera.

2 Y justo ahora, aprovechando que Jesús está hambriento y débil, Satanás se le acerca. Lo que sucede a continuación pone sobre la mesa una cuestión de máxima importancia para todos los que aman la adoración pura, y usted es uno de ellos.

"Si eres hijo de Dios..."

3, 4. a) ¿Qué palabras usó Satanás al comienzo de las dos primeras tentaciones? ¿Y qué dudas tal vez quería sembrar en Jesús? b) ¿Qué estrategias parecidas utiliza Satanás hoy?

3 Lea Mateo 4:1-7. Satanás comienza las dos primeras tentaciones con estas astutas palabras: "Si eres hijo de Dios...". ¿Acaso no sabía Satanás que Jesús era el Hijo de Dios? Claro que lo sabía. Este ángel caído, un hijo rebelde de Dios, tenía muy claro que Jesús es el Hijo primogénito de Dios (Col. 1:15). No hay duda de que Satanás también sabía lo que Jehová dijo desde los cielos cuando Jesús se bautizó: "Este es mi Hijo amado; él tiene mi aprobación" (Mat. 3:17). Satanás tal vez quería sembrar dudas en Jesús; quería que se preguntara si de veras le importaba a su Padre y si podía confiar en él. Con la primera tentación —convertir piedras en panes—, Satanás en realidad le estaba preguntando algo así: "¿Cómo es que a ti, que eres el Hijo de Dios, no te da de comer tu Padre aquí, en este desierto pelado?". Y, con la segunda tentación —saltar desde la parte más alta del templo—, era como si le dijera: "Tú, que eres el Hijo de Dios, ¿es que no confías en que tu Padre te va a proteger?".

4 Hoy Satanás utiliza estrategias parecidas (2 Cor. 2:11). El Tentador espera y, cuando ve que los auténticos adoradores de Dios estamos débiles o desanimados, ahí viene y nos ataca, a menudo mediante tácticas muy astutas (2 Cor. 11:14). Intenta engañarnos para que creamos que es imposible que Jehová nos ame o nos dé su aprobación. Además, el Tentador busca la manera de convencernos de que no se puede confiar en Jehová, de que él no va a hacer las cosas tal como promete en su Palabra. Pero son puras mentiras, mentiras maliciosas (Juan 8:44). ¿Qué podemos hacer para rechazarlas?

5. ¿Cómo respondió Jesús a las dos primeras tentaciones?

5 Fijémonos en cómo respondió Jesús a las dos primeras tentaciones. Él no tenía ninguna duda del amor de su Padre y confiaba por completo en él. Así que, sin pensarlo dos veces, rechazó a Satanás citando de la Palabra inspirada por su Padre. Fue muy acertado que Jesús citara pasajes de las Escrituras que contienen el nombre divino: Jehová (Deut. 6:16; 8:3). Y es que el nombre de Dios es único; es una garantía de que Jehová cumplirá todas sus promesas. ¿No es magnífico que el Hijo de Dios usara el nombre de su Padre para demostrar su confianza total en él?*

6, 7. ¿Qué nos ayudará a combatir los ataques astutos de Satanás?

6 Nosotros podemos combatir los ataques astutos de Satanás si nos apoyamos en la Palabra de Jehová y nos paramos a pensar en lo que implica el nombre divino. Al leer la Biblia, vemos el amor y el interés que Jehová siente por sus siervos, incluidos los que están desanimados. Cuando entendemos que las palabras que leemos en ella están dirigidas a nosotros, se nos hace más fácil rechazar la mentira satánica de que es imposible que Jehová nos ame o nos dé su aprobación (Sal. 34:18; 1 Ped. 5:8). Y, si recordamos que Jehová siempre hace honor a su nombre, no tendremos ninguna duda de que el Dios que cumple sus promesas merece toda nuestra confianza (Prov. 3:5, 6).

7 ¿Pero qué es lo que Satanás pretende en realidad? ¿Qué quiere conseguir de nosotros? La respuesta se ve claramente en la tercera tentación que Satanás le presentó a Jesús.

YHWH dara lo nesesario,de alli viene el dicho que hasta hoy se escucha:En su montaña YHWH,da lo nesesario. bereshit.22:14


gomezburgara@yahoo.com.mx

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