domingo, 8 de noviembre de 2020

texto diario del 9 de nov al 15 de nov.

Lunes 9 de noviembre
Aborrezcan lo que es inicuo; adhiéranse a lo que es bueno (Rom. 12:9).
La sabiduría de Jehová se ve en cómo nos trata. En lugar de darnos un sinnúmero de leyes, nos enseña con paciencia a seguir la ley del amor. Desea que nos guiemos por sus principios y que odiemos lo malo. Encontramos un buen ejemplo de esta manera de enseñar en el Sermón del Monte, donde Jesús habla de las cosas que nos pueden llevar a pecar (Mat. 5:27, 28). Como Rey del Reino de Dios, seguirá educándonos en el nuevo mundo para que veamos lo bueno y lo malo como él lo ve (Heb. 1:9). También nos ayudará a tener perfección física y mental. Imaginemos lo siguiente: no volveremos a sentir la tentación de pecar ni sufriremos las terribles consecuencias de la imperfección. Por fin tendremos "la gloriosa libertad" que Jehová nos prometió (Rom. 8:21). Por supuesto, nunca tendremos libertad absoluta. Solo seremos libres de verdad si imitamos a Dios (1 Juan 4:7, 8). w18.12 23 párrs. 19, 20

Martes 10 de noviembre
Él tendrá que escribirle un certificado de divorcio y despedirla de su casa (Deut. 24:1).
En Israel se permitía el divorcio si el esposo hallaba "algo indecente de parte de ella". ¿Qué se consideraba "indecente"? La Ley no lo decía. Pero debía ser algo vergonzoso o grave, no algo sin importancia (Deut. 23:14). Lamentablemente, en los días de Jesús muchos judíos ponían cualquier excusa para divorciarse (Mat. 19:3). Desde luego, no queremos ser como ellos. En tiempos del profeta Malaquías, era muy común que los hombres traicionaran a su esposa divorciándose de ella, quizá para luego casarse con una mujer más joven que no adoraba a Dios. Malaquías indicó lo que pensaba Jehová al respecto. Escribió: "Él ha odiado un divorciarse" (Mal. 2:14-16). Esto concordaba con lo que dice la Palabra de Dios sobre el primer matrimonio: que el hombre "tiene que adherirse a su esposa, y tienen que llegar a ser una sola carne" (Gén. 2:24). Jesús demostró su apoyo a lo que su Padre pensaba al decir: "Lo que Dios ha unido bajo un yugo, no lo separe ningún hombre" (Mat. 19:6). w18.12 11 párrs. 7, 8

Miércoles 11 de noviembre
La mies es mucha, pero los obreros son pocos (Mat. 9:37).
Las circunstancias de algunos hermanos les permiten mudarse lejos para servir a Jehová. Su actitud es la misma que la del profeta Isaías. Jehová preguntó: "¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?", a lo que él contestó: "¡Aquí estoy yo! Envíame a mí" (Is. 6:8). ¿Tenemos el deseo de dar esa misma respuesta cuando surjan la oportunidad y las circunstancias para hacerlo? Hablando sobre la obra de predicar y hacer discípulos, Jesús dijo: "Por lo tanto, rueguen al Amo de la mies que envíe obreros a su siega" (Mat. 9:38). ¿Podemos servir de precursores donde hay necesidad de predicar más? O ¿podemos ayudar a otra persona a hacerlo? Para muchos hermanos, la mejor manera de demostrar su amor a Dios y al prójimo es sirviendo de precursores en lugares donde hacen falta más obreros. ¿Se nos ocurren otras oportunidades de ampliar nuestro servicio a Dios? Si las aprovechamos, seremos muy felices. w18.08 27 párrs. 14, 15

Jueves 12 de noviembre
Que su modo de vivir esté exento del amor al dinero, y estén contentos con las cosas presentes (Heb. 13:5).
Los Evangelios dejan muy claro qué piensa Jehová sobre las cosas materiales. Él escogió con cuidado a los padres que criarían a su Hijo en la Tierra, un matrimonio con pocos medios económicos (Lev. 12:8; Luc. 2:24). La Biblia dice que, cuando Jesús nació, María "lo acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en el lugar de alojamiento" (Luc. 2:7). Si lo hubiera deseado, Jehová no habría tenido ningún problema en suministrar un lugar mejor para el nacimiento de su Hijo. Pero lo que en realidad le importaba era que creciera en una familia que pusiera en primer lugar las cosas espirituales. Al analizar este relato, nos damos cuenta de cómo ve Jehová las cosas materiales. Algunos padres se empeñan en darles lo mejor a sus hijos, aunque la salud espiritual de estos sufra las consecuencias. Sin embargo, es obvio que para Jehová lo más importante es lo espiritual. ¿Y nosotros? ¿Hemos llegado a pensar como él? ¿Qué revelan nuestras acciones? w18.11 24 párrs. 7, 8

Viernes 13 de noviembre
¡Feliz es el pueblo cuyo Dios es Jehová! (Sal. 144:15).
Dios es la fuente de la felicidad, y por eso desea que seamos felices y nos da muchas razones para serlo (Deut. 12:7; Ecl. 3:12, 13). Sin embargo, alcanzar la felicidad en el mundo actual puede que no sea fácil. ¿Por qué? Hay distintas circunstancias que podrían robarnos la felicidad, como la pérdida del empleo, un divorcio o la expulsión o la muerte de un ser querido. Los conflictos familiares, las burlas de los compañeros de trabajo o de escuela, la persecución religiosa o el encarcelamiento también pueden estorbar nuestra felicidad. Y lo mismo puede ocurrir si nuestra salud va deteriorándose o tenemos una enfermedad crónica o depresión. Pero Jesucristo, "el feliz y único Potentado" o gobernante, desea consolar y hacer felices a las personas (1 Tim. 6:15; Mat. 11:28-30). En el Sermón del Monte, mencionó varias cosas que pueden contribuir a que seamos felices aunque pasemos por situaciones dolorosas en el mundo de Satanás. w18.09 17 párrs. 1-3

Sábado 14 de noviembre
No deben hacerse cortaduras ni imponer calvicie sobre sus frentes por una persona muerta (Deut. 14:1).
Para algunos, es bastante fácil abandonar ciertas costumbres y tradiciones una vez que aprenden que estas desagradan a Dios (Prov. 23:23). Para otros, en cambio, puede ser uno de los precios más altos que tienen que pagar por la verdad. Tal vez duden en dejar esas costumbres debido a la presión de sus familiares, compañeros de trabajo y amigos cercanos. Y la situación puede volverse aún más delicada si se trata de ritos para honrar a parientes que han fallecido. El ejemplo de valor de otros hermanos puede ayudarnos a hacer los cambios necesarios. ¿Qué hicieron para renunciar a las artes mágicas y conseguir la verdad los efesios que se convirtieron al cristianismo? La Biblia explica: "Juntaron sus libros y los quemaron delante de todos. Y calcularon en conjunto los precios de ellos y hallaron que valían cincuenta mil piezas de plata" (Hech. 19:19, 20). Aquellos fieles cristianos estuvieron dispuestos a deshacerse de esos libros tan caros, pero obtuvieron bendiciones de valor incalculable. w18.11 7 párrs. 15, 16

Domingo 15 de noviembre
Cuando hubieron acabado de circuncidar a toda la nación, se quedaron sentados en su lugar en el campamento hasta que revivieron (Jos. 5:8).
Poco después de que Israel cruzó el río Jordán, Josué vio a un hombre que llevaba una espada en la mano. Era nada menos que el "jefe del ejército de Jehová", que estaba listo para defender al pueblo de Dios (Jos. 5:13-15; nota). Josué ya había recibido instrucciones claras sobre cómo tomar la ciudad de Jericó. Puede que al principio algunas de ellas no parecieran muy lógicas. Por ejemplo, Dios mandó que se circuncidara a todos los hombres. Como consecuencia, los soldados no estarían en condiciones de luchar durante varios días (Gén. 34:24, 25; Jos. 5:2). Es probable que aquellos soldados indefensos se preguntaran cómo protegerían a sus familias si el enemigo los atacaba. Pero los hombres de Jericó no los atacaron, sino que, asustados, actuaron de manera inesperada. La Biblia dice: "Jericó estaba bien cerrada a causa de los hijos de Israel; nadie salía y nadie entraba" (Jos. 6:1). No hay duda de que este inesperado suceso fortaleció la confianza de los israelitas en la guía de Jehová. w18.10 23 párrs. 5-7

YHWH dara lo nesesario,de alli viene el dicho que hasta hoy se escucha:En su montaña YHWH,da lo nesesario. bereshit.22:14


gomezburgara@yahoo.com.mx

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