El ciego de nacimiento

La Biblia dice en Juan capítulo 9 que: Cuando Jesús vio al hombre nacido ciego pidiendo a la entrada en el templo Él “escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva” y se frotó el barro en los ojos del hombre y le dijo que fuera de lavado en el estanque de Siloé. Hay un mensaje claro en este acto que estar familiarizado con los fariseos y cualquier persona que mira, especialmente cualquiera que conociera los escritos de los rabinos. Era costumbre en la cultura Hebrea de utilizar la saliva para curar una herida, y lo mejor sería si se tratara de la saliva del primer hijo de su padre. Aquí hay dos citas de la Guemará, un comentario sobre la Mishná rabínica judía.
La Guemará dice: Había cierto hombre que vino antes rabino Ḥanina y le dijo: Yo sé que este hombre es un primogénito. Rabino Ḥanina le dijo: ¿De dónde lo sabes? Él le dijo a Rabí Ḥanina: Porque cuando la gente venía delante de su padre para obtener una cura para sus ojos enfermos, que les decía: Ir a mi hijo Shikhḥat, ya que es un primogénito, y sus curas saliva esta dolencia.
Otro dice:
La Guemará pregunta: Pero tal vez él es el primogénito de su madre? Las respuestas Guemará: Se revela como una tradición que la saliva de cura, primogénito de un padre esta dolencia pero la saliva del primogénito de una madre no curan esta enfermedad.
literatura rabínica también enseñó que la saliva del Mesías sería curar a alguien que era ciego de nacimiento. Y por supuesto no es la profecía de Isaías en el capítulo 42, que es una de las más famosas profecías sobre el Mesías, diciendo que el Mesías será un sirviente para que le abra los ojos de los ciegos.
A través de este milagro de Jesús, literalmente, gritó un mensaje a los fariseos que Él era el Hijo Primogénito del Padre, y que su padre lo envió, y lo hizo sin decir una palabra.