2 Pedro 2, 21 y 22: =Hubiera sido mejor para ellos no haber conocido el camino recto que, despues de haberlo conocido, apartarse del santo mandamiento que les fue dado. Pero en ellos se ha cumplido la verdad de aquel dicho: =El perro vuelve a su vomito=..
Unavez clamaste, y te hiciste vil para alcanzar tu peticion, sin embargo Dios te la concede y tu comunion con EL mengua. Volviste a caminos de desobediencia, abriste las puertas para coquetear con el mundo que habias dejado atras. De aquel que Dios te saco y una vez nos sacó el mismo cerró la puerta para que no la volviéramos a abrir.
Es mas facil que el mundo nos cobije con sus mieles que conducen a la muerte, a que nosotros cristianos convencidos de atraer a los que eran piedra de tropiezo, se compongan, porque nosotros estemos en medio de ellos. Nuestro corazon es engañoso, y en el hay rebeldia. Eso hace que se provoque el deseo volver a abrir las puertas que Dios cerro. Proverbios 26.11 dice que =perro que vuelve a su vomito, asi es el necio que repite su necedad=.
No añores el pasado, no tengas relaciones nocivas. No incumplas lo que le prometiste al señor y no te ates con los dichos de tu boca. Si Dios te saco del alcohol, no vuelvas a caminar con los que eran borrachos contigo, ora por ellos. Ora en lo privado, por el adicto, por el adultero, por el fornicario, ora por el que actuaba igual que tu. Pero no andes con ellos. Dios es celoso. Y se duele y se aira cuando ve que coqueteamos con el pecado.
El diablo nos pone obstaculos y tentaciones y Dios nos ayuda a estar firmes, pero al ver que coqueteamos con el pecado, se duele, su corazon se entristece y luego se aira contra nosotros.
No añores el pasado, no tengas relaciones nocivas. No incumplas lo que le prometiste al señor y no te ates con los dichos de tu boca. Si Dios te saco del alcohol, no vuelvas a caminar con los que eran borrachos contigo, ora por ellos. Ora en lo privado, por el adicto, por el adultero, por el fornicario, ora por el que actuaba igual que tu. Pero no andes con ellos. Dios es celoso. Y se duele y se aira cuando ve que coqueteamos con el pecado.
El diablo nos pone obstaculos y tentaciones y Dios nos ayuda a estar firmes, pero al ver que coqueteamos con el pecado, se duele, su corazon se entristece y luego se aira contra nosotros.
Haz dejado atras el temor, odio, adulterio, idolatria y Dios ya cerro la puerta. No la vuelvas a abrir.
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