Texto Diario domingo, 17 de marzo de 2019
Sé animoso, y actúa (1 Crón. 28:20).
Jehová escogió a Salomón para que supervisara la construcción del templo de Jerusalén, una de las obras más importantes de la historia. El edificio tendría que ser impresionante y llegaría a ser famoso en “todos los países” por su belleza. Pero lo más importante es que sería “la casa de Jehová el Dios verdadero” (1 Crón. 22:1, 5, 9-11). El rey David confiaba en que Dios apoyaría a Salomón, pero estaba preocupado porque este era joven y no tenía mucha experiencia. ¿Tendría Salomón el valor necesario para aceptar la responsabilidad de construir el templo? ¿Serían un problema su juventud y su falta de experiencia? Para tener éxito, Salomón debía ser valiente y poner manos a la obra. Si Salomón se hubiera dejado llevar por el miedo, tal vez ni siquiera habría empezado su trabajo, y eso habría sido peor que hacerlo mal. Igual que Salomón, nosotros necesitamos que Jehová nos ayude a ser valientes a fin de hacer el trabajo que nos ha encargado. w17.09 28 párrs. 1, 2;29 párrs. 4, 5
(1 Crónicas 28:20) Y David pasó a decir a Salomón su hijo: “Sé animoso y fuerte, y actúa. No tengas miedo ni te aterrorices, porque Jehová Dios, mi Dios, está contigo. No te desamparará ni te dejará hasta que quede terminada toda la obra del servicio de la casa de Jehová.
(1 Crónicas 22:1) Entonces dijo David: “Esta es la casa de Jehová el Dios [verdadero], y este es un altar para ofrenda quemada para Israel”.
(1 Crónicas 22:5) Por consiguiente, David dijo: “Salomón mi hijo es joven y delicado, y la casa que ha de edificarse a Jehová ha de ser sobrepujantemente magnífica en cuanto a hermosa distinción para todos los países. Déjame, pues, hacerle preparativos”. De modo que David hizo preparativos en grandes cantidades antes de su muerte.
(1 Crónicas 22:9-11) ¡Mira! Te va a nacer un hijo. Él mismo resultará ser hombre de descanso, y ciertamente le daré descanso de todos sus enemigos todo en derredor; pues Salomón es lo que llegará a ser su nombre, y paz y tranquilidad otorgaré a Israel en sus días. 10 Es él quien edificará una casa a mi nombre, y él mismo llegará a ser un hijo para mí, y yo un padre para él. Y ciertamente estableceré el trono de su gobernación real firmemente sobre Israel hasta tiempo indefinido’. 11 ”Ahora, hijo mío, que Jehová resulte estar contigo, y tienes que lograr éxito y edificar la casa de Jehová tu Dios, tal como él ha hablado respecto a ti.
1, 2. a) ¿Qué responsabilidad importante se le asignó a Salomón? b) ¿Qué le preocupaba a David?
JEHOVÁ escogió a Salomón para que supervisara la construcción del templo de Jerusalén, una de las obras más importantes de la historia. El edificio tendría que ser impresionante y llegaría a ser famoso en “todos los países” por su belleza. Pero lo más importante es que sería “la casa de Jehová el Dios verdadero” (1 Crón. 22:1, 5, 9-11).
2 El rey David confiaba en que Dios apoyaría a Salomón, pero estaba preocupado porque este era joven y no tenía mucha experiencia. ¿Tendría Salomón el valor necesario para aceptar la responsabilidad de construir el templo? ¿Serían un problema su juventud y su falta de experiencia? Si Salomón quería tener éxito, debía ser valiente y poner manos a la obra.
4. ¿Por qué tenía que ser valiente Salomón?
4 Sin duda, David era la persona adecuada para animar a Salomón a ser valiente y construir el templo (lea 1 Crónicas 28:20). Si Salomón se hubiera dejado llevar por el miedo, tal vez ni siquiera habría empezado su trabajo, y eso habría sido peor que hacerlo mal.
5. ¿Por qué necesitamos ser valientes?
5 Igual que Salomón, nosotros necesitamos que Jehová nos ayude a ser valientes a fin de hacer el trabajo que nos ha encargado. Con ese fin, analicemos el ejemplo de algunas personas que mostraron valor en el pasado. Mientras lo hacemos, pensemos en cómo podemos ser valientes y actuar.
Jehová escogió a Salomón para que supervisara la construcción del templo de Jerusalén, una de las obras más importantes de la historia. El edificio tendría que ser impresionante y llegaría a ser famoso en “todos los países” por su belleza. Pero lo más importante es que sería “la casa de Jehová el Dios verdadero” (1 Crón. 22:1, 5, 9-11). El rey David confiaba en que Dios apoyaría a Salomón, pero estaba preocupado porque este era joven y no tenía mucha experiencia. ¿Tendría Salomón el valor necesario para aceptar la responsabilidad de construir el templo? ¿Serían un problema su juventud y su falta de experiencia? Para tener éxito, Salomón debía ser valiente y poner manos a la obra. Si Salomón se hubiera dejado llevar por el miedo, tal vez ni siquiera habría empezado su trabajo, y eso habría sido peor que hacerlo mal. Igual que Salomón, nosotros necesitamos que Jehová nos ayude a ser valientes a fin de hacer el trabajo que nos ha encargado. w17.09 28 párrs. 1, 2;29 párrs. 4, 5
(1 Crónicas 28:20) Y David pasó a decir a Salomón su hijo: “Sé animoso y fuerte, y actúa. No tengas miedo ni te aterrorices, porque Jehová Dios, mi Dios, está contigo. No te desamparará ni te dejará hasta que quede terminada toda la obra del servicio de la casa de Jehová.
(1 Crónicas 22:1) Entonces dijo David: “Esta es la casa de Jehová el Dios [verdadero], y este es un altar para ofrenda quemada para Israel”.
(1 Crónicas 22:5) Por consiguiente, David dijo: “Salomón mi hijo es joven y delicado, y la casa que ha de edificarse a Jehová ha de ser sobrepujantemente magnífica en cuanto a hermosa distinción para todos los países. Déjame, pues, hacerle preparativos”. De modo que David hizo preparativos en grandes cantidades antes de su muerte.
(1 Crónicas 22:9-11) ¡Mira! Te va a nacer un hijo. Él mismo resultará ser hombre de descanso, y ciertamente le daré descanso de todos sus enemigos todo en derredor; pues Salomón es lo que llegará a ser su nombre, y paz y tranquilidad otorgaré a Israel en sus días. 10 Es él quien edificará una casa a mi nombre, y él mismo llegará a ser un hijo para mí, y yo un padre para él. Y ciertamente estableceré el trono de su gobernación real firmemente sobre Israel hasta tiempo indefinido’. 11 ”Ahora, hijo mío, que Jehová resulte estar contigo, y tienes que lograr éxito y edificar la casa de Jehová tu Dios, tal como él ha hablado respecto a ti.
1, 2. a) ¿Qué responsabilidad importante se le asignó a Salomón? b) ¿Qué le preocupaba a David?
JEHOVÁ escogió a Salomón para que supervisara la construcción del templo de Jerusalén, una de las obras más importantes de la historia. El edificio tendría que ser impresionante y llegaría a ser famoso en “todos los países” por su belleza. Pero lo más importante es que sería “la casa de Jehová el Dios verdadero” (1 Crón. 22:1, 5, 9-11).
2 El rey David confiaba en que Dios apoyaría a Salomón, pero estaba preocupado porque este era joven y no tenía mucha experiencia. ¿Tendría Salomón el valor necesario para aceptar la responsabilidad de construir el templo? ¿Serían un problema su juventud y su falta de experiencia? Si Salomón quería tener éxito, debía ser valiente y poner manos a la obra.
4. ¿Por qué tenía que ser valiente Salomón?
4 Sin duda, David era la persona adecuada para animar a Salomón a ser valiente y construir el templo (lea 1 Crónicas 28:20). Si Salomón se hubiera dejado llevar por el miedo, tal vez ni siquiera habría empezado su trabajo, y eso habría sido peor que hacerlo mal.
5. ¿Por qué necesitamos ser valientes?
5 Igual que Salomón, nosotros necesitamos que Jehová nos ayude a ser valientes a fin de hacer el trabajo que nos ha encargado. Con ese fin, analicemos el ejemplo de algunas personas que mostraron valor en el pasado. Mientras lo hacemos, pensemos en cómo podemos ser valientes y actuar.
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