Dichos de Jesús

Dichos de Jesús
La última cena
1. En la fiesta llamada Pascua determinaste la hora para ofrecer el cordero
de la expiación, el que quita todas las manchas que hay sobre el mundo.
En día jueves de la preparación reuniste a los tuyos para una cena final,
en la que les revelarás el significado de las escrituras, de manera que te
levantaste de la mesa y tomando un manto lo pusiste a un lado de tu
cintura, y tomando una tinaja con agua te dispusiste a lavar los pies de
tus escogidos.
2. Pero cuando llegaste hasta Pedro él trató de impedírtelo, pues dijo que
tú no le eras servidor, dijo "no me lavarás los pies jamás". Mas tú le
dijiste "Si no te lavo, no tienes parte conmigo en las cosas que voy a
hacer", entonces Pedro te dijo "entonces no solo los pies si no también la
cabeza", a lo que le respondiste "el que está limpio no necesita lavarse
más que los pies, aunque no todos de ustedes han quedado limpios".
Pues estaba hablando de Judas el que le iba a entregar, porque su
corazón ya estaba dispuesto a hacerlo.
3. Es así como lavaste los pies de tus discípulos y te hiciste su servidor,
porque con humildad bajaste a la tierra, para hacerte en todo semejante
a los hombres, a fin de justificarlos. Pero ya ves que resultaste
condenándolos, porque lo que tú hiciste ellos lo podrían hacer, sin
embargo, aprendieron a hacer el bien pero no lo hacen. Y es el peor mal
de todos, que sabiendo hacer el bien te abstienes de hacerlo. Viendo la
iniquidad en el mundo cierras tus ojos, viendo morir al humilde de
hambre, le niegas el pan, viendo a las viudas morir de sed, les niegas el
agua. Ese es el verdadero mal.
4. De modo que les dijiste : Así como yo lo he hecho con ustedes, ustedes
tienen que hacerlo los unos con los otros, porque yo siendo su maestro
me hago su servidor, y bien aventajados si entienden esto :
5. El discípulo no es superior a su maestro, ni el siervo a su señor, debería
bastarle al discípulo ser como su maestro y al siervo ser como su señor,
porque si pretende más que esto viene del Diablo, porque él desde el
principio se está equivocando, porque el enviado no es mayor que el que
le envió, pero le basta al que es creado estar a la par con su creador,
pues esperar más que esto viene del error.
6. Pero debe cumplirse la palabra de Dios, que aunque todos escogidos de
mí, uno que come pan conmigo alza contra mí su pie y me hace
tropezar. Porque reunidos murmuran el mal contra mí, dicen que los
demonios me utilizan, que traigo pestilencia, pero yo les daré el pago de
sus obras.
7. Por eso les digo que uno de ustedes me va a traicionar, y se me retuerce
el alma, y se conmueve mi espíritu, porque yo los escogí a ustedes los
doce, mas uno me hace tropezar.
8. Entonces les revelaste que tenías que partir al padre, y les diste el
mandamiento nuevo, que se han de amar los unos a los otros con amor
fraternal, como tú les has hecho así deben hacerse los unos a los otros.
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9. Mas Pedro te preguntó que a dónde ibas, y te dijo "donde quiera que tú
vayas voy ahora, mas no después, hasta mi vida daría por ti". Pero tú le
dijiste "si tu vida has de dar por mí, cómo es que antes que el gallo
cante dos veces esta noche habrás negado tres veces que me conoces".
10. Que no se turben de corazón, y crean a todas mis palabras, porque
a donde yo voy luego me seguirán ustedes, porque voy a prepararles
una nueva morada, ciudad que viene del cielo. Si me voy volveré una
vez más, a enseñarles el camino para estar conmigo.
11. Pero Tomás te dijo "Señor, si no sabemos a dónde vas cómo
podremos conocer el camino", mas tú le dijiste "Yo soy el camino, y la
verdad y la vida, nadie llega al Padre si no por mí, si me conocieren al
Padre conocerían, porque las obras que ha hecho el padre yo también las
he hecho, y todas las palabras que oí del padre se las he dicho, de
manera que si no creen por mi palabra que yo soy aquel, entonces crean
por todas las obras que han visto, porque si piden algo en mi nombre, yo
verdaderamente lo haré".
12. Si me aman guarden mis palabras y pongan por obra mis
mandamientos, y yo les enviaré del padre a un Consolador, y él les
acompañará siempre, es el Espíritu que les guiará a toda Verdad, el cual
el mundo no recibe porque no le conoce, pero ahora está en medio de
ustedes y estará siempre.
13. No los dejaré sin padre, de modo que el día en que crean a todas
mis palabras por medio del Espíritu de la Verdad, entonces sabrán quien
estuvo con ustedes. El que me ama creerá en mis palabras, mas el que
no me ama, es de este mundo, y se mantienen las palabras de juicio
sobre él. El Espíritu que les envío, que es Santo, les recordará todas las
palabras, de modo que las expresen de corrido. Mi paz les dejo, mi paz
les doy, y no se las doy para que sean parte del mundo, si no que para
que estén exentos de él.
14. Todo esto lo he dicho para que cuando las cosas sucedan entonces
me crean, porque esta es la hora en que viene el Príncipe de este
mundo, él no tiene poder sobre mí porque yo no soy parte de este
mundo, así como ustedes también tienen que salir del mundo para que
no tenga poder sobre ustedes. Y no pido que los quiten del mundo, si no
más bien que estén alejados de el, de sus obras.
15. Yo soy como un viñedo, y las ramas que de mí no den frutos, el
Padre las corta, pero si dan fruto, él las cuida y las limpia para que den
más. Y ustedes por las palabras que les he dicho están limpios. Pero si la
rama no diere fruto será arrancada. Permanezcan unidos al viñedo de
modo que den mucho fruto, porque fuera del viñedo se secarán y serán
quemados.
16. De modo que pidan en mi nombre lo que quieran y se les dará,
porque les amo. Yo obedezco a los mandamientos del Padre, por eso
conservo su amor, hagan ustedes lo que les mando y conserven mis
palabras, así permanecerán en el amor.
17. Ustedes son mis amigos, y no hay amor más grande que el de uno
que de la vida por sus amigos. Y Dios es amor. Ustedes no me
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escogieron a mí, si no que yo a ustedes, y les he hecho encargos y han
cumplido, de modo que dan fruto. Permanezcan así.
18. Porque a algunos de ustedes me ha pedido Satanás para
zarandearlos, mas yo los guardaré, enviaré a mis servidores para que no
tomen aun sus vidas ni desfallezcan cuando dejen de verme. Ténganse
los unos a los otros.
19. Porque el mundo los odiará, pero sepan que a mí me odia primero,
de modo que si ustedes fueran del mundo, el mundo ama lo suyo y les
amaría, pero el mundo los odia porque no son parte del mundo.
Recuerden que ninguno es más que su Señor. Y si al jefe de la casa lo
llaman demonio, qué no dirán de los otros que habitan en la casa.
Muchas cosas malas les harán por mi causa.
20. Pero por cuanto comencé a explicarles la vida de la ley, ahora
todos están bajo maldición, por cuanto no cumplen la ley, porque si la
ley todavía estuviese muerta, nadie resultaría condenado, pero por
cuanto la ley vive, he aquí que todos son acusados.
21. Entonces se cumple lo escrito : me odiaron sin tener motivo. Pero
les enviaré alguien que los defienda, el Espíritu de la Verdad, porque él
les recordará toda palabra y serán mis testigos, porque han estado
conmigo desde el principio, porque él les será de escudo a todas las
acusaciones, y les mostrará toda palabra de verdad, de modo que
quienes por ustedes escuchen, creerán.
22. No se pongan tristes por mi partida, porque si yo no partiere no
habría forma de enviarles al Consolador, el que les abrirá el cielo para
darles el tesoro del cielo, y cuando él venga se mostrará de forma clara
quien es transgresor y quien es inocente, porque el que gobierna este
mundo ya ha sido encadenado, por cuanto me hace tropezar.
23. Y su tristeza les cambiará por alegría, porque la mujer que está a
punto de dar a luz a un hijo sufre por los dolores del parto, pero una vez
que ha dado a luz un varón, todo el sufrimiento se le olvida por el gozo
de haber traído vida a este mundo. Sepan que yo volveré por ustedes y
de mi mano no los podrán arrebatar. Esta mi alegría entonces está
completa.
24. Ahora les digo claramente : Yo he vencido las obras de este mundo
y toda su tentación, mas ustedes serán dispersos porque aun no me
creen, me dejarán solo, mas el Padre les da tiempo para creer y volver a
acompañarme, y sé que no me han de defraudar.
25. Y se les darán cuatro tiempos en los que la tierra no me verá, pues
descansará de mis juicios para ser gobernada por el Príncipe del aire, y
se les darán diez días más para ser gobernados por diez reyes, y
comenzará el fin del que les hablé, y aun una semana se les dará, de
modo que tengan tiempo para volver a mí.
26. Y esperanzado estoy de que lo hagan, para que no desfallezcan en
la espera les mandaré al Consolador, el que les hará recordar todas mis
palabras, y mi calor con el que han gustado el poder del siglo venidero.
27. Ahora haré petición por ustedes:
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Oración de Jesús
28. Padre, la hora ha llegado, has dado autoridad para conceder vida
eterna a todos los hombres que creen en ti, en el que enviaste, porque
en eso consiste la vida.
29. Te he anunciado al mundo, y he terminado ya con el mandato que
me diste, mas ahora volveré a tener mi gloria, la que tenía antes de
partir del trono, tuyos eran estos hombres y se me han dado, a todos los
escogiste. De modo que todo lo tuyo es mío, y te los entrego.
30. Mi gloria se hará visible por medio de ellos. Pues estaremos
completamente unidos, como si fuéramos uno y el mismo. Y ninguno de
ellos se perdió, mas solo el que ya estaba perdido. Para que se
cumplieran las palabras de la escritura.
31. Pero mira que bajo a las partes más bajas de la tierra para rescatar
a los cautivos. Porque "aun mi mejor amigo, en quien yo confiaba, se ha
vuelto contra mí, pero tú Señor tenle compasión, después de muerto has
de levantarme para que yo le dé lo que merece, en esto conoceré que te
soy de agrado, en que mi enemigo no entonará cantos de victoria sobre
mí, por cuanto he mantenido vida sin mancha, tómame en tus manos,
porque a la verdad te negaré por un momento al igual que mi amigo,
pero es que mi vida buscaban y me harán tropezar, de modo que el
temor me invade, tenme compasión".
32. Ahora por ello voy donde tú estás Padre, y no te pido que los
saques del mundo, si no que los mantengas alejados del mal que este
trae, promete que los cuidarás, porque por causa de ellos doy la vida, y
no la doy porque me la pidan, la doy de mi propio parecer. Pues Dios y
Yo somos la misma cosa, de modo que lo que ellos hacen lo hago yo. En
esto veo reconciliación, que siendo diferentes terminamos siendo lo
mismo, porque a la verdad la carne es débil, y dura es la prueba que
deben sobrellevar. Siento compasión por mí, siento compasión por ellos.
33. Quiero padre entonces que todos los que me diste estén conmigo
donde yo voy a estar, y todos los que creyeren a sus palabras como ellos
creyeron en mí, también te pido por estos. Porque me he dado a
conocer. Y quién es el que me busca si no que es el que me ama. Y en
esto he derrotado a Lucifer, en que siendo perfecto he hecho mal en
dudar de tus propósitos (estando en la carne), mas el espíritu desea que
no se haga lo que la carne quiere, si no lo que el espíritu quiere. Y esta
es su derrota, que los hombres carne son, pero su espíritu desea el bien.
Mas el espíritu "es", pero a todo otro ser desea el mal. Y esta es mi
victoria sobre la muerte, que siendo Hombre sigo siendo Dios, por cuanto
puedo amar estando en error, pues las fallas se pueden reparar, mas el
corazón de Lucifer no me ha comprendido. Y no lo hará si no hasta el
final, si en mí creyere también le perdonaré. Mas él no quiere creer en
mí, porque no me ama, aunque de labios y corazón lo diga.

carlos adrian gomez burgara
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