Enoc y la visión del Abisinio
1. Con los ojos puestos en Sirio, sus cuatro patas sobre la arena y mirando
su cola al mar está el abisinio, así lo observó Enoc que iba camino
cruzando el desierto, le trajo el animal agua para beber, pan y peces
para comer, son los regalos del cielo que vienen de Sirio, el agua, el pan
y el pez. Porque la estrella vigila a sus escogidos, y la estrella escogió a
Enoc que es el séptimo hombre en nacer sobre la tierra, y le enseñó
visiones haciéndole dormir, y le mostró el cielo abierto, como cuando se
descorre una cortina, y el abisinio fundó la tierra que pisaron los pies de
Enoc como valle y tierra de la visión, pueblo que mirará las estrellas y
harán edificaciones en su honor.
2. Y esta es la visión : De la tierra que honra a Sirio escaparán los esclavos,
pues se han hecho como las arenas del mar, cruzando por el desierto se
han hecho impíos y murmuradores en contra de los señores que
ordenaron el mundo, pues no les dieron gracias por sacarles de su
prisión, en las bocas de estos necios está el insulto a los señores, por eso
el principal de ellos vendrá con sus decenas de millares, ejército
devastador, y destruirá la casa de adoración y el monte sobre el que se
han asentado.
3. El abisinio dio a Enoc el poder del sol, y vivirá trescientos sesenta y cinco
días como el total de sus años y volverá al sol. Será tomado de entre los
vivientes para aconsejar en Sirio como legislador, en carro de fuego será
llevado. Y cuando se dirigía al cielo vio caer una gran estrella, y con su
cola arrastró la tercera parte de las estrellas restantes. Y todas caían a la
tierra, y se allegaban con las vírgenes, las hijas de los hombres, y de la
copulación nacieron los gigantes, veía las almas de los Nefilim bajando a
la tierra posándose de pies en ella.
4. Argos el vigilante dio la noticia al Señor de señores, y el bullicio de los
hombres llegó a oídos de Dios, quien ordenó la destrucción inmediata de
todo viviente sobre la tierra. Pero Miguel le recordó sus promesas, a un
hombre debía dejar, descendencia de Adán debía aplastar la cabeza del
primer transgresor. Pues Argos acusó a Nefí, pero la acusación se puso
por escrito hasta el día final, y Nefí salió impune de su delito por palabra
del Señor, y del consejo de señores ninguno pronunció palabra, nadie de
entre los veinticuatro. Y a Nefí el hijo de Ivits no se incriminó.
5. Y la semilla de Nefí adulteró el orden natural, de modo que machos se
allegaban a machos y hembras a hembras, mezclándose entre humano y
animal, y se corrompió la creación, aun la semilla de cada árbol, de
modo que plantas expelen venenos como la serpiente, y he visto peces
volar, saltando de un árbol a otro.
6. Y del cielo Enoc arrojó su libro, en el que escribió toda visión, la primera
advertencia a los hijos del Señor. Pero yo lo escondí, envié escritores
hábiles en el arte de engañar, y luego a los hombres lo entregué.
carlos adrian gomez burgara
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