miércoles, 22 de marzo de 2023

CAP. II. Rubén continúa con sus experiencias y sus buenos consejos .

CAP. II.

Rubén continúa con sus experiencias y sus buenos consejos .

No prestéis atención, pues, hijos míos, a la belleza de las mujeres, ni os fijéis en sus asuntos; antes bien, andad con sencillez de corazón en el temor del Señor, y trabajad en buenas obras, en el estudio y en vuestros rebaños, hasta que el Señor os dé una mujer, la que Él quiera, para que no padezcáis como yo sufrí.

2 Porque hasta la muerte de mi padre no tuve denuedo de mirarlo a la cara, ni de hablar a ninguno de mis hermanos, a causa del oprobio.

3 Aun hasta ahora mi conciencia me angustia a causa de mi impiedad.

4 Y sin embargo, mi padre me consoló mucho, y oró por mí al Señor, para que la ira del Señor pasara de mí, tal como el Señor lo mostró.

5 Y desde entonces hasta ahora he estado en mi guardia y no he pecado.

6 Por tanto, hijos míos, os digo, guardad todas las cosas que os mando, y no pecaréis.

7 Porque un hoyo para el alma es el pecado de fornicación, que la separa de Dios y la acerca a los ídolos, porque engaña la mente y el entendimiento, y conduce a los jóvenes al Hades antes de tiempo.

8 Porque la fornicación ha destruido a muchos; porque, aunque un hombre sea viejo o noble, o rico o pobre, acarrea oprobio sobre sí mismo con los hijos de los hombres y escarnio con Beliar.

9 Porque oísteis acerca de José cómo se guardó de una mujer, y limpió sus pensamientos de toda fornicación, y halló gracia ante los ojos de Dios y de los hombres.

10 Porque la mujer egipcia le hizo muchas cosas, y convocó magos, y le ofreció pócimas de amor, pero el propósito de su alma no admitió malos deseos.

11 Por tanto, el Dios de vuestros padres lo libró de todo mal y de toda muerte oculta.

12 Porque si la fornicación no vence tu mente, tampoco Beliar puede vencerte.

13 Porque malas son las mujeres, hijos míos; y como tienen

pag. 223

Sin poder ni fuerza sobre el hombre, usan artimañas por medio de atracciones externas, para atraerlo hacia sí.

14 Y a quien no pueden hechizar con atractivos exteriores, lo vencen con astucia.

15 Porque además, acerca de ellas, el ángel del Señor me dijo y me enseñó, que las mujeres son vencidas por el espíritu de fornicación más que los hombres, y en su corazón traman contra los hombres; y por medio de su adorno engañan primero sus mentes, y con la mirada del ojo infunden el veneno, y luego por el hecho consumado los llevan cautivos.

16 Porque una mujer no puede forzar abiertamente al hombre, pero con el porte de una ramera lo engaña.

17 Huid, pues, hijos míos, de la fornicación, y mandad a vuestras mujeres ya vuestras hijas que no se adornan la cabeza ni el rostro para engañar la mente; porque toda mujer que usa estas artimañas ha sido reservada para castigo eterno.

18 Porque así atrajeron a los Vigilantes 1 que eran antes del diluvio; porque como éstos los miraban continuamente, los codiciaban, y concibieron el acto en su mente; porque se transformaron en hombres, y se les aparecieron cuando estaban con sus maridos.

19 Y las mujeres codiciando en sus mentes sus formas, dieron a luz a gigantes, porque los Vigilantes se les aparecieron como llegando hasta el cielo.

20 Guardaos, pues, de la fornicación; y si deseas ser puro de mente, guarda tus sentidos de toda mujer.

21 Y manda igualmente a las mujeres que no se junten con los hombres, para que ellas también sean puras de corazón.

22 Porque las reuniones constantes, aunque la obra impía no se lleve a cabo, son para ellos una enfermedad irremediable, y para nosotros una destrucción de Beliar y un oprobio eterno.

23 Porque en la fornicación no hay entendimiento ni piedad, y todo celo mora en sus concupiscencias.

24 Por tanto, entonces os digo que tendréis celos contra los hijos de Leví, y procuraréis ensalzaros sobre ellos; mas no podréis.

25 Porque Dios los vengará, y vosotros moriréis de mala muerte. Porque a Leví Dios le dio el reino y a Judá con él y a mí también, a Dan ya José, para que seamos gobernantes.

26 Por tanto, os mando que escuchéis a Leví, porque él conocerá la ley del Señor, y dará ordenanzas para juicio y sacrificará por todo Israel hasta la consumación de los tiempos, como el Sumo Sacerdote ungido, de quien habló el Señor .

27 Os conjuro por el Dios del cielo a hacer verdad cada uno a su prójimo y a tener amor cada uno por su hermano.

28 Y acercaos a Leví con humildad de corazón, para que recibáis bendición de su boca.

29 Porque él bendecirá a Israel y a Judá, porque a él ha escogido el Señor por rey sobre toda la nación.

30 E inclinaos ante su simiente, porque por nosotros morirá en guerras visibles e invisibles, y será entre vosotros rey eterno.

31 Y murió Rubén habiendo dado estos mandamientos a sus hijos. Y lo pusieron en un ataúd hasta que lo sacaron de Egipto, y lo sepultaron en Hebrón en la cueva donde estaba su padre.


carlos adrian gomez burgara
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