domingo, 23 de junio de 2019

Texto Diario domingo, 23 de junio de 2019 Donde esté el tesoro de ustedes, allí también estará su corazón (Luc. 12:34).

Texto Diario domingo, 23 de junio de 2019

Donde esté el tesoro de ustedes, allí también estará su corazón (Luc. 12:34).
Satanás y su mundo se esfuerzan sin descanso por debilitar o acabar con el cariño que sentimos por los tesoros que Jehová nos ha dado. Si no tenemos cuidado, podríamos dejarnos engañar fácilmente por el deseo de ganar mucho dinero o de tener una vida de lujos y ostentación. El apóstol Juan nos recuerda que este mundo está pasando y también su deseo (1 Juan 2:15-17). Por eso, tenemos que esforzarnos mucho para mantener el cariño que sentimos por las riquezas espirituales. No dude en renunciar a cualquier cosa que pueda debilitar su amor por el Reino de Dios. Siga predicando con entusiasmo y no deje nunca de amar su ministerio. Busque continuamente las verdades de la Biblia. De esta manera acumulará tesoros en los cielos, “donde ladrón no se acerca ni polilla consume” (Luc. 12:33). w17.06 13 párrs. 19, 20

(Lucas 12:34)  Porque donde esté el tesoro de ustedes, allí también estará su corazón.
(1 Juan 2:15-17)  No estén amando ni al mundo ni las cosas [que están] en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él; 16 porque todo [lo que hay] en el mundo —el deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno— no se origina del Padre, sino que se origina del mundo. 17 Además, el mundo va pasando, y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
(Lucas 12:33)  Vendan las cosas que les pertenecen y den dádivas de misericordia. Háganse bolsas que no se gastan, tesoro en los cielos que nunca falla, donde ladrón no se acerca ni polilla consume.


19. ¿Por qué debemos proteger nuestros tesoros espirituales?
19 Satanás y su mundo se esfuerzan sin descanso por debilitar o acabar con el cariño que sentimos por los tesoros de los que hemos hablado en este artículo. Si no tenemos cuidado, podríamos dejarnos engañar fácilmente por el deseo de ganar mucho dinero o de tener una vida de lujos y ostentación. El apóstol Juan nos recuerda que este mundo está pasando y también su deseo (1 Juan 2:15-17). Por eso, tenemos que esforzarnos mucho para mantener el cariño que sentimos por las riquezas espirituales.
20. ¿Qué está usted decidido a hacer para proteger sus tesoros espirituales?
20 No dude en renunciar a cualquier cosa que pueda debilitar su amor por el Reino de Dios. Siga predicando con entusiasmo y no deje nunca de amar su ministerio. Busque continuamente las verdades de la Biblia. De esta manera acumulará tesoros en los cielos, “donde ladrón no se acerca ni polilla consume”. Porque, como dijo Jesús, “donde esté el tesoro de ustedes, allí también estará su corazón” (Luc. 12:33, 34).

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