Texto Diario miércoles, 12 de junio de 2019
Esto es la voluntad de Dios: la santificación de ustedes, que se abstengan de la fornicación (1 Tes. 4:3).
Tal vez haya quien diga que la vida es para disfrutarla y que no hay por qué condenar las relaciones sexuales fuera del matrimonio. Pero la Biblia prohíbe las relaciones inmorales, así que los cristianos no podemos tolerarlas (1 Tes. 4:4-8). Como Jehová nos ha creado, tiene el derecho de decir lo que podemos o no hacer. Y él solo ha dado permiso para tener relaciones sexuales a un hombre y una mujer casados entre sí. Dios nos da leyes porque nos ama y porque sabe que son para nuestro bien. Cuando las familias las obedecen, se tratan con amor y respeto, y se sienten seguras. Jehová castigará a quienes desobedezcan sus leyes a propósito (Heb. 13:4). La Biblia nos enseña cómo evitar los pecados sexuales. Una manera fundamental de hacerlo es controlando lo que miramos (Mat. 5:28, 29). Por lo tanto, los cristianos no verán pornografía ni escucharán canciones con una letra sucia (Efes. 5:3-5). w17.11 22 párrs. 9, 10
(1 Tesalonicenses 4:3) Porque esto es la voluntad de Dios: la santificación de ustedes, que se abstengan de la fornicación;
(1 Tesalonicenses 4:4-8) que cada uno de ustedes sepa tomar posesión de su propio vaso en santificación y honra, 5 no en codicioso apetito sexual tal como el que también tienen las naciones que no conocen a Dios; 6 que nadie llegue al punto de perjudicar y abuse de los derechos de su hermano en este asunto, porque Jehová es uno que exige castigo por todas estas cosas, así como les dijimos de antemano y también les dimos un testimonio cabal. 7 Porque Dios nos llamó, no con permiso para inmundicia, sino con relación a santificación. 8 Así, pues, el hombre que muestra desatención, no está desatendiendo a hombre, sino a Dios, que pone su espíritu santo en ustedes.
(Hebreos 13:4) Que el matrimonio sea honorable entre todos, y el lecho conyugal sea sin contaminación, porque Dios juzgará a los fornicadores y a los adúlteros.
(Mateo 5:28, 29) Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. 29 Ahora bien, si ese ojo derecho tuyo te está haciendo tropezar, arráncalo y échalo de ti. Porque más provechoso te es que uno de tus miembros se pierda y no que todo tu cuerpo sea arrojado en el Gehena.
(Efesios 5:3-5) Que la fornicación y la inmundicia de toda clase, o la avidez, ni siquiera se mencionen entre ustedes, tal como es propio de personas santas; 4 tampoco comportamiento vergonzoso, ni habla necia, ni bromear obsceno, cosas que no son decorosas, sino, más bien, el dar gracias. 5 Porque saben esto, y ustedes mismos lo reconocen: que ningún fornicador, ni inmundo, ni persona dominada por la avidez —lo que significa ser idólatra— tiene herencia alguna en el reino del Cristo y de Dios.
9. a) ¿Qué idea sobre el sexo es común en este mundo? b) ¿Por qué prohíbe la Biblia el sexo fuera del matrimonio?
9 “No hay nada de malo en el sexo fuera del matrimonio”. Tal vez haya quien diga que la vida es para disfrutarla y que no hay por qué condenar las relaciones sexuales fuera del matrimonio. Pero la Biblia prohíbe las relaciones inmorales, así que los cristianos no podemos tolerarlas (lea1 Tesalonicenses 4:3-8). Como Jehová nos ha creado, tiene el derecho de decir lo que podemos o no hacer. Y él solo ha dado permiso para tener relaciones sexuales a un hombre y una mujer casados entre sí. Dios nos da leyes porque nos ama y porque sabe que son para nuestro bien. Cuando las familias las obedecen, se tratan con amor y respeto, y se sienten seguras. Jehová castigará a quienes desobedezcan sus leyes a propósito (Heb. 13:4).
10. ¿Cómo podemos los cristianos evitar los pecados sexuales?
10 La Biblia nos enseña cómo evitar los pecados sexuales. Una manera fundamental de hacerlo es controlando lo que miramos. Jesús dijo: “Todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. Ahora bien, si ese ojo derecho tuyo te está haciendo tropezar, arráncalo y échalo de ti” (Mat. 5:28, 29). Por lo tanto, los cristianos no verán pornografía ni escucharán canciones con una letra sucia. El apóstol Pablo escribió: “Amortigüen [esto es, den muerte a], por lo tanto, los miembros de su cuerpo que están sobre la tierra en cuanto a fornicación” (Col. 3:5). Además, debemos controlar lo que pensamos y lo que hablamos (Efes. 5:3-5).
Tal vez haya quien diga que la vida es para disfrutarla y que no hay por qué condenar las relaciones sexuales fuera del matrimonio. Pero la Biblia prohíbe las relaciones inmorales, así que los cristianos no podemos tolerarlas (1 Tes. 4:4-8). Como Jehová nos ha creado, tiene el derecho de decir lo que podemos o no hacer. Y él solo ha dado permiso para tener relaciones sexuales a un hombre y una mujer casados entre sí. Dios nos da leyes porque nos ama y porque sabe que son para nuestro bien. Cuando las familias las obedecen, se tratan con amor y respeto, y se sienten seguras. Jehová castigará a quienes desobedezcan sus leyes a propósito (Heb. 13:4). La Biblia nos enseña cómo evitar los pecados sexuales. Una manera fundamental de hacerlo es controlando lo que miramos (Mat. 5:28, 29). Por lo tanto, los cristianos no verán pornografía ni escucharán canciones con una letra sucia (Efes. 5:3-5). w17.11 22 párrs. 9, 10
(1 Tesalonicenses 4:3) Porque esto es la voluntad de Dios: la santificación de ustedes, que se abstengan de la fornicación;
(1 Tesalonicenses 4:4-8) que cada uno de ustedes sepa tomar posesión de su propio vaso en santificación y honra, 5 no en codicioso apetito sexual tal como el que también tienen las naciones que no conocen a Dios; 6 que nadie llegue al punto de perjudicar y abuse de los derechos de su hermano en este asunto, porque Jehová es uno que exige castigo por todas estas cosas, así como les dijimos de antemano y también les dimos un testimonio cabal. 7 Porque Dios nos llamó, no con permiso para inmundicia, sino con relación a santificación. 8 Así, pues, el hombre que muestra desatención, no está desatendiendo a hombre, sino a Dios, que pone su espíritu santo en ustedes.
(Hebreos 13:4) Que el matrimonio sea honorable entre todos, y el lecho conyugal sea sin contaminación, porque Dios juzgará a los fornicadores y a los adúlteros.
(Mateo 5:28, 29) Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. 29 Ahora bien, si ese ojo derecho tuyo te está haciendo tropezar, arráncalo y échalo de ti. Porque más provechoso te es que uno de tus miembros se pierda y no que todo tu cuerpo sea arrojado en el Gehena.
(Efesios 5:3-5) Que la fornicación y la inmundicia de toda clase, o la avidez, ni siquiera se mencionen entre ustedes, tal como es propio de personas santas; 4 tampoco comportamiento vergonzoso, ni habla necia, ni bromear obsceno, cosas que no son decorosas, sino, más bien, el dar gracias. 5 Porque saben esto, y ustedes mismos lo reconocen: que ningún fornicador, ni inmundo, ni persona dominada por la avidez —lo que significa ser idólatra— tiene herencia alguna en el reino del Cristo y de Dios.
9. a) ¿Qué idea sobre el sexo es común en este mundo? b) ¿Por qué prohíbe la Biblia el sexo fuera del matrimonio?
9 “No hay nada de malo en el sexo fuera del matrimonio”. Tal vez haya quien diga que la vida es para disfrutarla y que no hay por qué condenar las relaciones sexuales fuera del matrimonio. Pero la Biblia prohíbe las relaciones inmorales, así que los cristianos no podemos tolerarlas (lea1 Tesalonicenses 4:3-8). Como Jehová nos ha creado, tiene el derecho de decir lo que podemos o no hacer. Y él solo ha dado permiso para tener relaciones sexuales a un hombre y una mujer casados entre sí. Dios nos da leyes porque nos ama y porque sabe que son para nuestro bien. Cuando las familias las obedecen, se tratan con amor y respeto, y se sienten seguras. Jehová castigará a quienes desobedezcan sus leyes a propósito (Heb. 13:4).
10. ¿Cómo podemos los cristianos evitar los pecados sexuales?
10 La Biblia nos enseña cómo evitar los pecados sexuales. Una manera fundamental de hacerlo es controlando lo que miramos. Jesús dijo: “Todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. Ahora bien, si ese ojo derecho tuyo te está haciendo tropezar, arráncalo y échalo de ti” (Mat. 5:28, 29). Por lo tanto, los cristianos no verán pornografía ni escucharán canciones con una letra sucia. El apóstol Pablo escribió: “Amortigüen [esto es, den muerte a], por lo tanto, los miembros de su cuerpo que están sobre la tierra en cuanto a fornicación” (Col. 3:5). Además, debemos controlar lo que pensamos y lo que hablamos (Efes. 5:3-5).
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