Texto Diario miércoles, 5 de junio de 2019
Los hombres serán amadores del dinero (2 Tim. 3:2).
Quienes aman el dinero siempre querrán tener más, y se pasarán la vida tratando de conseguirlo. Pero esto solo les traerá “muchos dolores” (1 Tim. 6:9, 10; Ecl. 5:10). Claro, todos necesitamos dinero, pues hasta cierto punto nos protege (Ecl. 7:12). Ahora bien, ¿puede alguien ser feliz si solo tiene lo básico para vivir? Por supuesto que sí (Ecl. 5:12). Agur, hijo de Jaqué, le pidió a Dios: “No me des ni pobreza ni riqueza. Déjame devorar el alimento prescrito para mí”. Es fácil comprender por qué no quería ser muy pobre. Él mismo explicó que no quería caer en la tentación de robar, porque así deshonraría a Dios. Pero ¿por qué le pidió que no le diera riquezas? Él le dijo: “Para que no vaya a quedar satisfecho y realmente te niegue y diga: ‘¿Quién es Jehová?’” (Prov. 30:8, 9). Jesús dijo: “Nadie puede servir como esclavo a dos amos; porque u odiará al uno y amará al otro, o se apegará al uno y despreciará al otro. No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las Riquezas” (Mat. 6:24). w18.01 24 párrs. 9-11
(2 Timoteo 3:2) Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, desleales,
(1 Timoteo 6:9, 10) Sin embargo, los que están resueltos a ser ricos caen en tentación y en un lazo y en muchos deseos insensatos y perjudiciales, que precipitan a los hombres en destrucción y ruina. 10 Porque el amor al dinero es raíz de toda suerte de cosas perjudiciales, y, procurando realizar este amor, algunos han sido descarriados de la fe y se han acribillado con muchos dolores.
(Eclesiastés 5:10) Un simple amador de la plata no estará satisfecho con plata, ni ningún amador de la riqueza con los ingresos. Esto también es vanidad.
(Eclesiastés 7:12) Porque la sabiduría es para una protección [lo mismo que] el dinero es para una protección; pero la ventaja del conocimiento es que la sabiduría misma conserva vivos a sus dueños.
(Eclesiastés 5:12) Dulce es el sueño del que rinde servicio, sin importar que sea poco o mucho lo que coma; pero la abundancia que pertenece al rico no le permite dormir.
(Proverbios 30:8, 9) Aleja de mí la falsedad y la palabra mentirosa. No me des ni pobreza ni riqueza. Déjame devorar el alimento prescrito para mí, 9 para que no vaya a quedar satisfecho y realmente [te] niegue y diga: “¿Quién es Jehová?”, y para que no venga a parar en pobreza y realmente hurte y acometa el nombre de mi Dios.
(Mateo 6:24) ”Nadie puede servir como esclavo a dos amos; porque u odiará al uno y amará al otro, o se apegará al uno y despreciará al otro. No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las Riquezas.
9. ¿Por qué no pueden ser felices quienes aman el dinero?
9 Pablo también habló de los que serían “amadores del dinero”. Hace unos años, un precursor de Irlanda le habló de Dios a un hombre. Este sacó su billetera, agarró unos billetes y dijo con orgullo: “¡Este es mi dios!”. Aunque tal vez no lo admitan, muchas personas piensan igual que este hombre. Aman el dinero y lo que este puede comprar. Pero la Biblia advierte: “Un simple amador de la plata no estará satisfecho con plata, ni ningún amador de la riqueza con los ingresos” (Ecl. 5:10). Quienes aman el dinero siempre querrán tener más, y se pasarán la vida tratando de conseguirlo. Pero esto solo les traerá “muchos dolores” (1 Tim. 6:9, 10).
10. ¿Qué dice la Biblia sobre las riquezas y la pobreza?
10 Claro, todos necesitamos dinero, pues hasta cierto punto nos protege (Ecl. 7:12). Ahora bien, ¿puede alguien ser feliz si solo tiene lo básico para vivir? Por supuesto que sí (lea Eclesiastés 5:12). Agur, hijo de Jaqué, le pidió a Dios: “No me des ni pobreza ni riqueza. Déjame devorar el alimento prescrito para mí”. Es fácil comprender por qué no quería ser muy pobre. Él mismo explicó que no quería caer en la tentación de robar, porque así deshonraría a Dios. Pero ¿por qué le pidió que no le diera riquezas? Él le dijo: “Para que no vaya a quedar satisfecho y realmente te niegue y diga: ‘¿Quién es Jehová?’” (Prov. 30:8, 9). Puede que conozcamos a personas que confían en sus riquezas en vez de confiar en Dios.
11. ¿Qué dijo Jesús sobre el dinero?
11 Los que aman el dinero no pueden agradar a Dios. Jesús dijo: “Nadie puede servir como esclavo a dos amos; porque u odiará al uno y amará al otro, o se apegará al uno y despreciará al otro. No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las Riquezas”. Jesús acababa de decir: “Dejen de acumular para sí tesoros sobre la tierra, donde la polilla y el moho consumen, y donde ladrones entran por fuerza y hurtan. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni polilla ni moho consumen, y donde ladrones no entran por fuerza y hurtan” (Mat. 6:19, 20, 24).
Quienes aman el dinero siempre querrán tener más, y se pasarán la vida tratando de conseguirlo. Pero esto solo les traerá “muchos dolores” (1 Tim. 6:9, 10; Ecl. 5:10). Claro, todos necesitamos dinero, pues hasta cierto punto nos protege (Ecl. 7:12). Ahora bien, ¿puede alguien ser feliz si solo tiene lo básico para vivir? Por supuesto que sí (Ecl. 5:12). Agur, hijo de Jaqué, le pidió a Dios: “No me des ni pobreza ni riqueza. Déjame devorar el alimento prescrito para mí”. Es fácil comprender por qué no quería ser muy pobre. Él mismo explicó que no quería caer en la tentación de robar, porque así deshonraría a Dios. Pero ¿por qué le pidió que no le diera riquezas? Él le dijo: “Para que no vaya a quedar satisfecho y realmente te niegue y diga: ‘¿Quién es Jehová?’” (Prov. 30:8, 9). Jesús dijo: “Nadie puede servir como esclavo a dos amos; porque u odiará al uno y amará al otro, o se apegará al uno y despreciará al otro. No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las Riquezas” (Mat. 6:24). w18.01 24 párrs. 9-11
(2 Timoteo 3:2) Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, desleales,
(1 Timoteo 6:9, 10) Sin embargo, los que están resueltos a ser ricos caen en tentación y en un lazo y en muchos deseos insensatos y perjudiciales, que precipitan a los hombres en destrucción y ruina. 10 Porque el amor al dinero es raíz de toda suerte de cosas perjudiciales, y, procurando realizar este amor, algunos han sido descarriados de la fe y se han acribillado con muchos dolores.
(Eclesiastés 5:10) Un simple amador de la plata no estará satisfecho con plata, ni ningún amador de la riqueza con los ingresos. Esto también es vanidad.
(Eclesiastés 7:12) Porque la sabiduría es para una protección [lo mismo que] el dinero es para una protección; pero la ventaja del conocimiento es que la sabiduría misma conserva vivos a sus dueños.
(Eclesiastés 5:12) Dulce es el sueño del que rinde servicio, sin importar que sea poco o mucho lo que coma; pero la abundancia que pertenece al rico no le permite dormir.
(Proverbios 30:8, 9) Aleja de mí la falsedad y la palabra mentirosa. No me des ni pobreza ni riqueza. Déjame devorar el alimento prescrito para mí, 9 para que no vaya a quedar satisfecho y realmente [te] niegue y diga: “¿Quién es Jehová?”, y para que no venga a parar en pobreza y realmente hurte y acometa el nombre de mi Dios.
(Mateo 6:24) ”Nadie puede servir como esclavo a dos amos; porque u odiará al uno y amará al otro, o se apegará al uno y despreciará al otro. No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las Riquezas.
9. ¿Por qué no pueden ser felices quienes aman el dinero?
9 Pablo también habló de los que serían “amadores del dinero”. Hace unos años, un precursor de Irlanda le habló de Dios a un hombre. Este sacó su billetera, agarró unos billetes y dijo con orgullo: “¡Este es mi dios!”. Aunque tal vez no lo admitan, muchas personas piensan igual que este hombre. Aman el dinero y lo que este puede comprar. Pero la Biblia advierte: “Un simple amador de la plata no estará satisfecho con plata, ni ningún amador de la riqueza con los ingresos” (Ecl. 5:10). Quienes aman el dinero siempre querrán tener más, y se pasarán la vida tratando de conseguirlo. Pero esto solo les traerá “muchos dolores” (1 Tim. 6:9, 10).
10. ¿Qué dice la Biblia sobre las riquezas y la pobreza?
10 Claro, todos necesitamos dinero, pues hasta cierto punto nos protege (Ecl. 7:12). Ahora bien, ¿puede alguien ser feliz si solo tiene lo básico para vivir? Por supuesto que sí (lea Eclesiastés 5:12). Agur, hijo de Jaqué, le pidió a Dios: “No me des ni pobreza ni riqueza. Déjame devorar el alimento prescrito para mí”. Es fácil comprender por qué no quería ser muy pobre. Él mismo explicó que no quería caer en la tentación de robar, porque así deshonraría a Dios. Pero ¿por qué le pidió que no le diera riquezas? Él le dijo: “Para que no vaya a quedar satisfecho y realmente te niegue y diga: ‘¿Quién es Jehová?’” (Prov. 30:8, 9). Puede que conozcamos a personas que confían en sus riquezas en vez de confiar en Dios.
11. ¿Qué dijo Jesús sobre el dinero?
11 Los que aman el dinero no pueden agradar a Dios. Jesús dijo: “Nadie puede servir como esclavo a dos amos; porque u odiará al uno y amará al otro, o se apegará al uno y despreciará al otro. No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las Riquezas”. Jesús acababa de decir: “Dejen de acumular para sí tesoros sobre la tierra, donde la polilla y el moho consumen, y donde ladrones entran por fuerza y hurtan. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni polilla ni moho consumen, y donde ladrones no entran por fuerza y hurtan” (Mat. 6:19, 20, 24).
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