Texto Diario domingo, 6 de octubre de 2019
Oh Daniel, hombre muy deseable (Dan. 10:11).
Hoy vivimos en un mundo corrompido en sentido moral y espiritual por Babilonia la Grande, el imperio mundial de la religión falsa, un “lugar de habitación de demonios” (Rev. 18:2). Pero nosotros somos como extranjeros. Por ello, somos diferentes, y el mundo se burla de nosotros (Mar. 13:13). Por tanto, al igual que Daniel, acerquémonos a Jehová. Si confiamos en él y somos humildes y obedientes, Jehová también nos considerará valiosos (Ageo 2:7). Los padres de la actualidad pueden aprender mucho del ejemplo de los padres de Daniel. ¿Por qué? Porque Daniel llegó a amar a Jehová a pesar de la maldad que había en Judá durante su niñez, ya que sus padres le dieron una buena educación (Prov. 22:6). De hecho, el propio nombre de Daniel —que significa “Mi Juez Es Dios”— indica que sus padres amaban a Jehová. Por tanto, padres, sean pacientes al enseñarles a sus hijos acerca de Jehová. No se rindan (Efes. 6:4). Oren con ellos y por ellos. Si se esfuerzan por grabarles en el corazón la verdad de la Biblia, Jehová les dará muchas bendiciones (Sal. 37:5). w18.02 5 párr. 12; 6 párrs. 14, 15
(Daniel 10:11) Después me dijo: “Daniel, eres un hombre muy valioso. Presta atención a lo que voy a decirte. Ahora ponte de pie donde estás, porque me han enviado a ti”. Cuando él me dijo eso, me puse de pie temblando.
(Apocalipsis 18:2) Él gritó con voz fuerte: “¡Ha caído! ¡Babilonia la Grande ha caído! Se ha convertido en guarida de demonios, donde están al acecho todos los espíritus impuros y todas las aves impuras y odiadas.
(Marcos 13:13) Toda la gente los odiará por causa de mi nombre. Pero el que aguante hasta el fin será salvado.
(Ageo 2:7) ”‘Sacudiré todas las naciones, y las cosas valiosas de todas las naciones entrarán en esta casa y yo la llenaré de gloria’, dice Jehová de los ejércitos.
(Proverbios 22:6) Educa al niño en el camino por el que debe ir,y no lo dejará ni siquiera cuando llegue a viejo.
(Efesios 6:4) Padres, no irriten a sus hijos, sino sigan criándolos de acuerdo con la disciplina y los consejos de Jehová.
(Salmo 37:5) Pon tu camino en manos de Jehová;confía en él, y él actuará a tu favor.
12. a) ¿Qué buenas cualidades tenía Daniel? b) ¿Qué opinión tenía Jehová de Daniel?
12 Daniel enfrentó un problema más sutil. Como tenía capacidades excepcionales, recibió privilegios especiales (Dan. 1:19, 20). Por eso podía haberse vuelto orgulloso y dogmático. Pero no fue así. Siguió siendo humilde y modesto, y siempre le dio a Jehová todo el mérito por sus logros (Dan. 2:30). De hecho, todavía era joven cuando Jehová lo consideró digno de ponerlo como ejemplo de justicia junto con Noé y Job. No hay duda de que Jehová confiaba mucho en él. Y con razón, porque Daniel mostró fe y obediencia durante toda su vida. Es más, debía tener casi 100 años cuando un ángel le dijo con cariño que Dios lo consideraba muy valioso (Dan. 10:11).
14, 15. a) ¿En qué se parecen nuestras circunstancias a las de Daniel? b) ¿Qué pueden aprender los padres de la actualidad del ejemplo de los padres de Daniel?
14 Cómo imitar la fe y la obediencia de Daniel. Hoy vivimos en un mundo corrompido en sentido moral y espiritual por Babilonia la Grande, el imperio mundial de la religión falsa, un “lugar de habitación de demonios” (Rev. 18:2). Pero nosotros somos como extranjeros. Por ello, también somos diferentes, y el mundo se burla de nosotros (Mar. 13:13). Por tanto, al igual que Daniel, acerquémonos a Jehová. Si confiamos en él y somos humildes y obedientes, Jehová también nos considerará valiosos (Ageo 2:7).
15 Los padres de la actualidad pueden aprender mucho del ejemplo de los padres de Daniel. ¿Por qué? Porque Daniel llegó a amar a Jehová a pesar de la maldad que había en Judá durante su niñez. Claro, él no llegó a amar a Dios por casualidad, sino porque sus padres le dieron una buena educación (Prov. 22:6). De hecho, el propio nombre de Daniel —que significa “Mi Juez Es Dios”— indica que sus padres amaban a Jehová. Por tanto, padres, sean pacientes al enseñarles a sus hijos acerca de Jehová. No se rindan (Efes. 6:4). Oren con ellos y por ellos. Si se esfuerzan por grabarles en el corazón la verdad de la Biblia, Jehová les dará muchas bendiciones (Sal. 37:5).
Hoy vivimos en un mundo corrompido en sentido moral y espiritual por Babilonia la Grande, el imperio mundial de la religión falsa, un “lugar de habitación de demonios” (Rev. 18:2). Pero nosotros somos como extranjeros. Por ello, somos diferentes, y el mundo se burla de nosotros (Mar. 13:13). Por tanto, al igual que Daniel, acerquémonos a Jehová. Si confiamos en él y somos humildes y obedientes, Jehová también nos considerará valiosos (Ageo 2:7). Los padres de la actualidad pueden aprender mucho del ejemplo de los padres de Daniel. ¿Por qué? Porque Daniel llegó a amar a Jehová a pesar de la maldad que había en Judá durante su niñez, ya que sus padres le dieron una buena educación (Prov. 22:6). De hecho, el propio nombre de Daniel —que significa “Mi Juez Es Dios”— indica que sus padres amaban a Jehová. Por tanto, padres, sean pacientes al enseñarles a sus hijos acerca de Jehová. No se rindan (Efes. 6:4). Oren con ellos y por ellos. Si se esfuerzan por grabarles en el corazón la verdad de la Biblia, Jehová les dará muchas bendiciones (Sal. 37:5). w18.02 5 párr. 12; 6 párrs. 14, 15
(Daniel 10:11) Después me dijo: “Daniel, eres un hombre muy valioso. Presta atención a lo que voy a decirte. Ahora ponte de pie donde estás, porque me han enviado a ti”. Cuando él me dijo eso, me puse de pie temblando.
(Apocalipsis 18:2) Él gritó con voz fuerte: “¡Ha caído! ¡Babilonia la Grande ha caído! Se ha convertido en guarida de demonios, donde están al acecho todos los espíritus impuros y todas las aves impuras y odiadas.
(Marcos 13:13) Toda la gente los odiará por causa de mi nombre. Pero el que aguante hasta el fin será salvado.
(Ageo 2:7) ”‘Sacudiré todas las naciones, y las cosas valiosas de todas las naciones entrarán en esta casa y yo la llenaré de gloria’, dice Jehová de los ejércitos.
(Proverbios 22:6) Educa al niño en el camino por el que debe ir,y no lo dejará ni siquiera cuando llegue a viejo.
(Efesios 6:4) Padres, no irriten a sus hijos, sino sigan criándolos de acuerdo con la disciplina y los consejos de Jehová.
(Salmo 37:5) Pon tu camino en manos de Jehová;confía en él, y él actuará a tu favor.
12. a) ¿Qué buenas cualidades tenía Daniel? b) ¿Qué opinión tenía Jehová de Daniel?
12 Daniel enfrentó un problema más sutil. Como tenía capacidades excepcionales, recibió privilegios especiales (Dan. 1:19, 20). Por eso podía haberse vuelto orgulloso y dogmático. Pero no fue así. Siguió siendo humilde y modesto, y siempre le dio a Jehová todo el mérito por sus logros (Dan. 2:30). De hecho, todavía era joven cuando Jehová lo consideró digno de ponerlo como ejemplo de justicia junto con Noé y Job. No hay duda de que Jehová confiaba mucho en él. Y con razón, porque Daniel mostró fe y obediencia durante toda su vida. Es más, debía tener casi 100 años cuando un ángel le dijo con cariño que Dios lo consideraba muy valioso (Dan. 10:11).
14, 15. a) ¿En qué se parecen nuestras circunstancias a las de Daniel? b) ¿Qué pueden aprender los padres de la actualidad del ejemplo de los padres de Daniel?
14 Cómo imitar la fe y la obediencia de Daniel. Hoy vivimos en un mundo corrompido en sentido moral y espiritual por Babilonia la Grande, el imperio mundial de la religión falsa, un “lugar de habitación de demonios” (Rev. 18:2). Pero nosotros somos como extranjeros. Por ello, también somos diferentes, y el mundo se burla de nosotros (Mar. 13:13). Por tanto, al igual que Daniel, acerquémonos a Jehová. Si confiamos en él y somos humildes y obedientes, Jehová también nos considerará valiosos (Ageo 2:7).
15 Los padres de la actualidad pueden aprender mucho del ejemplo de los padres de Daniel. ¿Por qué? Porque Daniel llegó a amar a Jehová a pesar de la maldad que había en Judá durante su niñez. Claro, él no llegó a amar a Dios por casualidad, sino porque sus padres le dieron una buena educación (Prov. 22:6). De hecho, el propio nombre de Daniel —que significa “Mi Juez Es Dios”— indica que sus padres amaban a Jehová. Por tanto, padres, sean pacientes al enseñarles a sus hijos acerca de Jehová. No se rindan (Efes. 6:4). Oren con ellos y por ellos. Si se esfuerzan por grabarles en el corazón la verdad de la Biblia, Jehová les dará muchas bendiciones (Sal. 37:5).
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