Texto Diario miércoles, 2 de octubre de 2019
Sean hospitalarios unos para con otros (1 Ped. 4:9).
El apóstol Pedro escribió las palabras citadas arriba a hermanos que procedían de lugares muy diversos. Se enfrentaban a lo que él llamó un “incendio”, es decir, la persecución. ¿Qué ayudaría a los cristianos en esos tiempos tan difíciles? (1 Ped. 1:1; 4:4, 7, 12). Fijémonos en que el apóstol les dijo que mostraran hospitalidad “unos para con otros”, es decir, a aquellos que ya conocían y con los que tenían relación. ¿Cómo les beneficiaría seguir este consejo? Los ayudaría a estar más unidos. Pensemos en nuestro propio caso. Cuando un hermano nos invitó a su casa, ¿verdad que nos quedaron bonitos recuerdos? Y, cuando nosotros invitamos a un hermano, ¿verdad que nuestra amistad se fortaleció? Ser hospitalarios nos permite conocer mejor a nuestros hermanos. En tiempos de Pedro, según empeoraban las condiciones, era cada vez más necesario que los cristianos estuvieran unidos. Lo mismo nos ocurre a nosotros en estos “últimos días” (2 Tim. 3:1).w18.03 14, 15 párrs. 1-3
(1 Pedro 4:9) Sean hospitalarios unos con otros sin quejarse.
(1 Pedro 1:1) De Pedro, apóstol de Jesucristo, a los residentes temporales esparcidos por el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, a los escogidos
(1 Pedro 4:4) Ellos están sorprendidos de que ustedes no sigan corriendo con ellos en el mismo estilo de vida desenfrenado y decadente, y por eso hablan muy mal de ustedes.
(1 Pedro 4:7) Pero el fin de todas las cosas se ha acercado. Por lo tanto, tengan buen juicio y estén vigilantes en cuanto a las oraciones.
(1 Pedro 4:12) Amados, no se sorprendan por las pruebas de fuego por las que están pasando, como si les estuviera ocurriendo algo extraño.
(2 Timoteo 3:1) Pero debes saber que en los últimos días vendrán tiempos críticos y difíciles de soportar.
1. ¿A qué se enfrentaban los cristianos del siglo primero?
ENTRE los años 62 y 64, el apóstol Pedro les escribió “a los residentes temporales esparcidos por el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia” (1 Ped. 1:1). Aquellos hermanos procedían de lugares muy diversos. Necesitaban ánimo y dirección porque se enfrentaban a lo que Pedro llamó un “incendio”, es decir, la persecución. Además, vivían en una época muy peligrosa. El apóstol escribió: “El fin de todas las cosas se ha acercado”. Así es, el violento final del sistema judío llegaría menos de diez años después. ¿Qué ayudaría a los cristianos en esos tiempos tan difíciles? (1 Ped. 4:4, 7, 12).
2, 3. ¿Por qué les aconsejó Pedro a los cristianos que fueran hospitalarios? (Vea el dibujo del principio).
2 Entre otras cosas, Pedro les aconsejó a los cristianos: “Sean hospitalarios unos para con otros” (1 Ped. 4:9). En griego, la expresión ser hospitalario significa literalmente “mostrar afecto o bondad a los desconocidos”. Pero fijémonos en que el apóstol les dijo que mostraran hospitalidad “unos para con otros”, es decir, a aquellos que ya conocían y con los que tenían relación. ¿Cómo les beneficiaría seguir este consejo?
3 Los ayudaría a estar más unidos. Pensemos en nuestro propio caso. Cuando un hermano nos invitó a su casa, ¿verdad que nos quedaron bonitos recuerdos? Y, cuando nosotros invitamos a un hermano, ¿verdad que nuestra amistad se fortaleció? Ser hospitalarios nos permite conocer mejor a nuestros hermanos. En tiempos de Pedro, según empeoraban las condiciones, era cada vez más necesario que los cristianos estuvieran unidos. Lo mismo nos ocurre a nosotros en estos “últimos días” (2 Tim. 3:1).
El apóstol Pedro escribió las palabras citadas arriba a hermanos que procedían de lugares muy diversos. Se enfrentaban a lo que él llamó un “incendio”, es decir, la persecución. ¿Qué ayudaría a los cristianos en esos tiempos tan difíciles? (1 Ped. 1:1; 4:4, 7, 12). Fijémonos en que el apóstol les dijo que mostraran hospitalidad “unos para con otros”, es decir, a aquellos que ya conocían y con los que tenían relación. ¿Cómo les beneficiaría seguir este consejo? Los ayudaría a estar más unidos. Pensemos en nuestro propio caso. Cuando un hermano nos invitó a su casa, ¿verdad que nos quedaron bonitos recuerdos? Y, cuando nosotros invitamos a un hermano, ¿verdad que nuestra amistad se fortaleció? Ser hospitalarios nos permite conocer mejor a nuestros hermanos. En tiempos de Pedro, según empeoraban las condiciones, era cada vez más necesario que los cristianos estuvieran unidos. Lo mismo nos ocurre a nosotros en estos “últimos días” (2 Tim. 3:1).w18.03 14, 15 párrs. 1-3
(1 Pedro 4:9) Sean hospitalarios unos con otros sin quejarse.
(1 Pedro 1:1) De Pedro, apóstol de Jesucristo, a los residentes temporales esparcidos por el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, a los escogidos
(1 Pedro 4:4) Ellos están sorprendidos de que ustedes no sigan corriendo con ellos en el mismo estilo de vida desenfrenado y decadente, y por eso hablan muy mal de ustedes.
(1 Pedro 4:7) Pero el fin de todas las cosas se ha acercado. Por lo tanto, tengan buen juicio y estén vigilantes en cuanto a las oraciones.
(1 Pedro 4:12) Amados, no se sorprendan por las pruebas de fuego por las que están pasando, como si les estuviera ocurriendo algo extraño.
(2 Timoteo 3:1) Pero debes saber que en los últimos días vendrán tiempos críticos y difíciles de soportar.
1. ¿A qué se enfrentaban los cristianos del siglo primero?
ENTRE los años 62 y 64, el apóstol Pedro les escribió “a los residentes temporales esparcidos por el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia” (1 Ped. 1:1). Aquellos hermanos procedían de lugares muy diversos. Necesitaban ánimo y dirección porque se enfrentaban a lo que Pedro llamó un “incendio”, es decir, la persecución. Además, vivían en una época muy peligrosa. El apóstol escribió: “El fin de todas las cosas se ha acercado”. Así es, el violento final del sistema judío llegaría menos de diez años después. ¿Qué ayudaría a los cristianos en esos tiempos tan difíciles? (1 Ped. 4:4, 7, 12).
2, 3. ¿Por qué les aconsejó Pedro a los cristianos que fueran hospitalarios? (Vea el dibujo del principio).
2 Entre otras cosas, Pedro les aconsejó a los cristianos: “Sean hospitalarios unos para con otros” (1 Ped. 4:9). En griego, la expresión ser hospitalario significa literalmente “mostrar afecto o bondad a los desconocidos”. Pero fijémonos en que el apóstol les dijo que mostraran hospitalidad “unos para con otros”, es decir, a aquellos que ya conocían y con los que tenían relación. ¿Cómo les beneficiaría seguir este consejo?
3 Los ayudaría a estar más unidos. Pensemos en nuestro propio caso. Cuando un hermano nos invitó a su casa, ¿verdad que nos quedaron bonitos recuerdos? Y, cuando nosotros invitamos a un hermano, ¿verdad que nuestra amistad se fortaleció? Ser hospitalarios nos permite conocer mejor a nuestros hermanos. En tiempos de Pedro, según empeoraban las condiciones, era cada vez más necesario que los cristianos estuvieran unidos. Lo mismo nos ocurre a nosotros en estos “últimos días” (2 Tim. 3:1).
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