ESPOSAS Y MEDIO HERMANAS
En los relatos de algunos pueblos, civilizaciones y religiones podemos encontrar casos de hombres, así como de dioses, que desposaron a sus medio-hermanas. Esta llamativo hecho, perteneciente tanto a lo mitológico como a lo histórico, nos sorprende tanto por su inmoralidad – de acuerdo a nuestras normas “occidentales” – como por su frecuencia.
El caso bíblico
El caso bíblico de un matrimonio de medio-hermanos es el de Abraham (el patriarca de las 3 principales religiones monoteístas) y Sara. Este hecho es abiertamente explicitado por el mismo Abraham al rey de Gerar:
Gén.20.2/3. Y dijo Abraham de Sara su mujer: Es mi hermana. Y Abimelec rey de Gerar envió y tomó a Sara. Pero Dios vino a Abimelec en sueños de noche, y le dijo: He aquí, muerto eres, a causa de la mujer que has tomado, la cual es casada con marido…
Gén.20.9/12. Después llamó Abimelec a Abraham, y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿En qué pequé yo contra ti, que has atraído sobre mí y sobre mi reino tan grande pecado? Lo que no debiste hacer has hecho conmigo. Dijo también Abimelec a Abraham: ¿Qué pensabas, para que hicieses esto? Y Abraham respondió: Porque dije para mí: Ciertamente no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por causa de mi mujer. Y a la verdad también es mi hermana, hija de mi padre, mas no hija de mi madre, y la tomé por mujer.
Pero la Biblia ya venía insinuando esta situación en algunos pasajes anteriores, durante el paso de Abraham por Egipto, cuando toma contacto con el faraón en un hecho similar al de Abimelec:
Gén.12.10/20. Hubo entonces hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto para morar allá; porque era grande el hambre en la tierra. Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo a Sarai su mujer: He aquí, ahora conozco que eres mujer de hermoso aspecto; y cuando te vean los egipcios, dirán: Su mujer es; y me matarán a mí, y a ti te reservarán la vida. Ahora, pues,di que eres mi hermana, para que me vaya bien por causa tuya, y viva mi alma por causa de ti. Y aconteció que cuando entró Abram en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era hermosa en gran manera.
También la vieron los príncipes de Faraón, y la alabaron delante de él; y fue llevada la mujer a casa de Faraón. E hizo bien a Abram por causa de ella; y él tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos. Mas Jehová hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas, por causa de Sarai mujer de Abram. Entonces Faraón llamó a Abram, y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer? ¿Por qué dijiste: Es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer? Ahora, pues, he aquí tu mujer; tómala, y vete. Entonces Faraón dio orden a su gente acerca de Abram; y le acompañaron, y a su mujer, con todo lo que tenía.
El caso del matrimonio de Abraham y Sara es realmente llamativo ya que la Torá misma es explícita respecto de la prohibición de yacer con una hermana o media-hermana:
Lev.20.17. Si alguno tomare a su hermana, hija de su padre o hija de su madre, y viere su desnudez, y ella viere la suya, es cosa execrable; por tanto serán muertos a ojos de los hijos de su pueblo; descubrió la desnudez de su hermana; su pecado llevará.
Deu.27.22. Maldito el que se acostare con su hermana, hija de su padre, o hija de su madre.
En la generación siguiente a la de Abraham aparece el caso de Isaac y Rebeca, que aunque ella no era su hermana era su sobrina segunda (nieta del hermano de Abraham, Najor), e increíblemente recrean el mismo episodio con Abimelec:
Gén.26.6/10. Habitó, pues, Isaac en Gerar. Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; pensando que tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto. Sucedió que después que él estuvo allí muchos días, Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana, vio a Isaac que acariciaba a Rebeca su mujer. Y llamó Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu mujer. ¿Cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella. Y Abimelec dijo: ¿Por qué nos has hecho esto? Por poco hubiera dormido alguno del pueblo con tu mujer, y hubieras traído sobre nosotros el pecado.
Además de estos casos bíblicos, podemos encontrar muchos otros ejemplos de este tipo de relación incestuosa, muy cerca de la región de influencia de la Biblia.
Antiguo Egipto
Precisamente en Egipto, donde la Biblia nos relata el encuentro de Abraham con el faraón, encontramos muchos otros casos de dioses y hombres casados con sus medias hermanas. Entre estos casos sobresale el de los medio-hermanos Osiris y Set, quienes estaban casados con sus medio-hermanas Isis y Neftis.
Osiris era el dios egipcio de la resurrección, símbolo de la fertilidad y regeneración del Nilo, es hijo de Geb y Nut. Era el jefe de la tríada Osiriaca, formada por Osiris, Isis (su mujer y hermana) y Horus (su hijo). Isis era la “Gran maga”, “Gran diosa madre”, “Reina de los dioses”, “Fuerza fecundadora de la naturaleza”, “Diosa de la maternidad y del nacimiento”.
De acuerdo a la mitología egipcia helipolitana, la Enéada era el grupo de nueve dioses compuesto por Atum-Re, el demiurgo, y por cuatro parejas divinas, sus descendientes. Atum-Re creó a la primera pareja divina, el dios Shu, la personificación del aire, y la diosa Tefnut, la personificación de la humedad. De ellos nacieron Geb, el dios de la tierra, y Nut, la diosa del cielo. Geb y Nut concibieron cuatro hijos: Osiris, Isis, Seth y Neftis. Isis fue la mujer de Osiris, y Neftis la mujer de Seth.
Reyes del Antiguo Egipto
Pero el matrimonio entre hermanos o hermanastros no estaba reservado únicamente para los dioses. Los faraónes, precisamente para emular la vida de los dioses, también seguían esta norma, y este fue el caso de Tutankamón y Anjesenamón.
Tutankamón, faraón de la dinastía XVIII que reinó de 1336/5 a 1327/5 AEC, desposó a Anjesenamón, su hermanastra, cuando él tenía 8/10 años y ella 13 años, convirtiéndola así en la gran esposa del faraón de Egipto.
Anjesenamón era hija de Akenatón – faraón que realizó una revolución religiosa “monoteísta”en contra de la tradición de Heliópolís – y de su gran esposa real la renombrada Nefertiti, que era a la vez su prima hermana, ya que Ay, el padre de Nefertiti, y la reina Tiy, madre de Akenatón, eran hermanos.
Por su parte, Tutankamón era también hijo de Akenatón y de una mujer identificada como «The Younger Lady» (de la tumba KV35), que habría sido a su vez hermana de Akenatón. Esta relación es lo que podría haber dado lugar a las condiciones genéticas desfavorables que padeció el rey niño, incluyendo el paladar hendido y el pie equinovaro.
El matrimonio con su medio-hermana legitimó el nombramiento de Tutankamón de acuerdo con la costumbre de los antecesores de la Dinastía XVIII. Tutankamón ascendió al trono después del periodo de Amarna y devolvió a los sacerdotes de Amón la influencia y el poder que habían poseído antes de la revolución religiosa y política de Akenatón.
Su nombre original, Tut-anj-Atón, que significa «imagen viva de Atón», fue luego del período de Amarna cambiado a Tut-anj-Amón, que significa «imagen viva de Amón». Por su parte, el nombre de nacimiento de la princesa Anjesenamón (“su vida es de Amón”), era Anjesenpaatón que significa «La que vive por Atón»
Pero antes que ellos, y también en la misma Dinastía XVIII, encontramos el caso deHatshepsut y Tutmosis II. La princesa Hatshepsut fue desposada por su medio hermano Tutmosis II, quién era vástago del rey Tutmosis I, pero de una esposa de menor linaje del harén real.
Mitología cananea
En los mitos cananeos EL, que era el principal del panteón, tuvo tres hijos y una hija: los dioses Yam (“Mar, Océano”), Baal (“El Señor”) y Mot (“Golpeador, Aniquilador”), y la diosa Anat (“La que respondió”). Baal y Anat eran dioses hermanos y esposos.
Baal era un personaje principal de la religión de los antiguos canaanitas y una divinidad del panteón para varios pueblos situados en Asia Menor y su área influencia (babilonios, caldeos, cartagineses, fenicios, filisteos y sidonios) en donde se lo tenía como el dios de la lluvia, el trueno y la fertilidad. La palabra Baal en los idiomas semitas significa “dueño” o “señor”.
Anat era frecuentemente representada desnuda con pechos y un área vaginal prominentes, con un tocado similar a la diosa Hathor de Egipto, a quien a veces se le ha relacionado (provienen de tierras extranjeras, poseen un carácter violento y tienen connotaciones sexuales). Anat, además de ser una deidad de la fertilidad, era una joven e impetuosa diosa de la guerra a la que se relacionó también con la Atenea griega. Fue descrita en Ugarit (moderna Ras Shamra) como “madre de los dioses” o “amante del cielo”.
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Antigua Grecia
Los antiguos griegos, que absorbieron la cultura y mitología egipcia, tienen sus propios casos de dioses casados entre hermanos. Cronos, el principal dios de la primera generación de titanes se casó con su hermana Rea, con quien tuvo tres hijos: Hades, Poseidón y Zeus (el legendario dios del Olimpo), y tres hijas: Hestia, Deméter y Hera.
A su vez, Zeus, el Rey de los Dioses, dios del cielo y el trueno, procreó con su hermana Deméter, la diosa de la fertilidad, (además de con muchas otras diosas), y con ella tuvieron a Perséfone, quien terminaría siendo esposa de su tío Hades. En busca de su heredero varón, Zeus embaraza a su otra hermana Hera, quien concibe a Ares, Hebe y Hefesto.
Sumerios
En este tema, como en tantos otros, podemos encontrar los antecedentes más antiguos en la mitología sumeria. Enki, el dios de la sabiduría, quien dio vida y salvó a la humanidad, procreó con Ninhursag, su medio hermana, quien también era hija de Anu (dios celestial) más no de Antu.
Ninhursag, además de tener descendencia con Enki, también la tuvo con su otro hermanastro y rival de Enki, Enlil, con quien tuvo a Ninurta.
Conclusiones
Sitchin en su libro el 12vo planeta arroja, a su estilo, un poco de luz sobre este tema tan particular y a la vez tan reprobable a los ojos de nuestra moral contemporánea:
A medida que se iban desenterrando documentos legales en Mari y Nuzi, fue quedando claro que un hombre sí que podía casarse con una hermanastra. A la hora de tomar en consideración a los hijos de todas las esposas, el hijo nacido de tal esposa, al tener un cincuenta por ciento más de «simiente pura» que el hijo de una esposa sin parentesco, era el heredero legal, tanto si era el primogénito como si no. Y esto fue, por cierto, lo que llevó (en Mari y en Nuzi) a la práctica de adoptar a la esposa preferida como «hermana», con el fin de hacer de su hijo el heredero legal indiscutible. Fue con esta hermanastra, Ninhursag, con quien Enki buscó tener un hijo. Ella también era «de los cielos», habiendo llegado a la Tierra en tiempos primitivos.
Así como el matrimonio incestuoso era aceptado y frecuentemente utilizado en el antiguo Egipto con el propósito de perpetuar el linaje real de los faraones, tal como sucedía con sus dioses, sus supuestos antepasados, esta costumbre parece haber estado fuertemente arraigada en la región de Mesopotamia desde mucho antes, entre los sumerios, y habría continuado mucho tiempo después con los griegos.
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Cabe mencionar que la mencionadas similitudes entre la vida del faraón Akhenatón y el patriarca Abraham – como el hecho de haber roto con la tradición de sus padres postulando la existencia de un único dios, y desposar a hermosas mujeres con gran capacidad de influencia sobre temas de gobierno, entre otras – ha dado lugar a hipótesis de que se trataría en realidad de la misma persona, aunque también se propuso lo mismo del primero pero con Moisés.
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