Texto Diario lunes, 22 de abril de 2019
Yo mismo soy Aquel que está consolándolos (Is. 51:12).
Nuestro “Padre de tiernas misericordias” también ha sufrido la pérdida de seres queridos, como Abrahán, Isaac, Jacob, Moisés y el rey David (Núm. 12:6-8; Mat. 22:31, 32; Hech. 13:22). La Biblia indica que Dios anhela que llegue el día en que les devolverá la vida (Job 14:14, 15). En ese tiempo, ellos serán felices y disfrutarán de salud perfecta. Recordemos que Dios también vio la horrible muerte de su amado Hijo, con quien estaba “especialmente encariñado” (Prov. 8:22, 30). No nos podemos imaginar el inmenso dolor que sintió Jehová (Juan 5:20; 10:17). Podemos tener la total confianza de que Jehová nos ayudará. Así que no debemos dudar en abrirle nuestro corazón y contarle todo lo que sentimos. Nos reconforta saber que él comprende nuestro dolor y nos da el consuelo que tanto necesitamos (2 Cor. 1:3, 4). w17.07 13 párrs. 3-5
Lectura bíblica para la Conmemoración: Mateo 28:1, 5-15 (durante el día: Nisan 16)
(Isaías 51:12) “Yo... yo mismo soy Aquel que está consolándolos. ”¿Quién eres tú para que tengas miedo a un hombre mortal que ha de morir, y a un hijo de la humanidad que quedará como simple hierba verde?
(Números 12:6-8) Y él pasó a decir: “Oigan mis palabras, por favor. Si llegara a haber un profeta de ustedes para Jehová, sería en una visión como me daría a conocer a él. En un sueño le hablaría. 7 ¡No así con mi siervo Moisés! Tiene confiada a él toda mi casa. 8 Boca a boca le hablo, y así le muestro, y no por enigmas; y la apariencia de Jehová es lo que él contempla. ¿Por qué, pues, no temieron hablar contra mi siervo, contra Moisés?”.
(Mateo 22:31, 32) Respecto a la resurrección de los muertos, ¿no leyeron lo que les habló Dios al decir: 32 ‘Yo soy el Dios de Abrahán y el Dios de Isaac y el Dios de Jacob’? Él es el Dios, no de los muertos, sino de los vivos”.
(Hechos 13:22) Y después de removerlo, les levantó a David como rey, acerca de quien dio testimonio y dijo: ‘He hallado a David hijo de Jesé, varón agradable a mi corazón, que hará todas las cosas que yo deseo’.
(Job 14:14, 15) Si un hombre físicamente capacitado muere, ¿puede volver a vivir?Todos los días de mi trabajo obligatorio esperaré,hasta que llegue mi relevo. 15 Tú llamarás, y yo mismo te responderé.Por la obra de tus manos sentirás anhelo.
(Proverbios 8:22) ”Jehová mismo me produjo como el principio de su camino, el más temprano de sus logros de mucho tiempo atrás.
(Proverbios 8:30) entonces llegué a estar a su lado como un obrero maestro, y llegué a ser aquella con quien él estuvo especialmente encariñado día a día, y estuve alegre delante de él todo el tiempo,
(Juan 5:20) Porque el Padre le tiene cariño al Hijo y le muestra todas las cosas que él mismo hace, y le mostrará obras mayores que estas, a fin de que ustedes se maravillen.
(Juan 10:17) Por eso el Padre me ama, porque entrego mi alma, a fin de que la reciba de nuevo.
(2 Corintios 1:3, 4) Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de tiernas misericordias y el Dios de todo consuelo, 4 que nos consuela en toda nuestra tribulación, para que nosotros podamos consolar a los [que se hallan] en cualquier clase de tribulación mediante el consuelo con que nosotros mismos estamos siendo consolados por Dios.
3, 4. ¿Por qué estamos seguros de que Jehová comprende el dolor que sentimos cuando muere un ser querido?
3 Sin duda, la principal fuente de consuelo que tenemos es nuestro compasivo Padre, Jehová (lea2 Corintios 1:3, 4). Él es el mejor ejemplo de empatía, es decir, la capacidad de comprender cómo se siente otra persona. Dios les asegura a sus siervos: “Yo mismo soy Aquel que está consolándolos” (Is. 51:12; Sal. 119:50, 52, 76).
4 Nuestro “Padre de tiernas misericordias” también ha sufrido la pérdida de seres queridos, como Abrahán, Isaac, Jacob, Moisés y el rey David (Núm. 12:6-8; Mat. 22:31, 32; Hech. 13:22). La Biblia indica que Dios anhela que llegue el día en que les devolverá la vida (Job 14:14, 15). En ese tiempo, ellos serán felices y disfrutarán de salud perfecta. Recordemos que Dios también vio la horrible muerte de su amado Hijo, con quien estaba “especialmente encariñado” (Prov. 8:22, 30). No nos podemos imaginar el inmenso dolor que sintió Jehová (Juan 5:20; 10:17).
5, 6. ¿Cómo nos consuela Jehová?
5 Podemos tener la total confianza de que Jehová nos ayudará. Así que no debemos dudar en abrirle nuestro corazón y contarle todo lo que sentimos. Nos reconforta saber que él comprende nuestro dolor y nos da el consuelo que tanto necesitamos. Pero ¿cómo lo hace?
(Mateo 28:1) Después del sábado, cuando esclarecía el primer día de la semana, María Magdalena y la otra María vinieron a ver el sepulcro.
(Mateo 28:5-15) Pero el ángel, tomando la palabra, dijo a las mujeres: “No teman, porque sé que buscan a Jesús, que fue fijado en un madero. 6 No está aquí, porque ha sido levantado, como dijo. Vengan, vean el lugar donde yacía. 7 Y vayan de prisa y digan a sus discípulos que él ha sido levantado de entre los muertos, y, ¡miren!, va delante de ustedes a Galilea; allí lo verán. ¡Miren! Se lo he dicho”. 8 De modo que ellas, yéndose de prisa de la tumba conmemorativa, con temor y gran gozo, corrieron a informarlo a sus discípulos. 9 Y, ¡mire!, Jesús se encontró con ellas y dijo: “¡Buenos días!”. Ellas se acercaron y lo asieron de los pies y le rindieron homenaje. 10 Entonces Jesús les dijo: “¡No teman! Vayan, informen a mis hermanos, para que se vayan a Galilea; y allí me verán”. 11 Mientras ellas iban por su camino, ¡mire!, algunos de la guardia fueron a la ciudad e informaron a los sacerdotes principales todas las cosas que habían sucedido. 12 Y después que estos se hubieron reunido con los ancianos y entrado en consejo, dieron una cantidad suficiente de piezas de plata a los soldados 13 y dijeron: “Digan: ‘Sus discípulos vinieron de noche y lo hurtaron mientras nosotros dormíamos’. 14 Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros [lo] persuadiremos y los libraremos a ustedes de toda preocupación”. 15 De modo que ellos tomaron las piezas de plata e hicieron como se les instruyó; y este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy.
Nuestro “Padre de tiernas misericordias” también ha sufrido la pérdida de seres queridos, como Abrahán, Isaac, Jacob, Moisés y el rey David (Núm. 12:6-8; Mat. 22:31, 32; Hech. 13:22). La Biblia indica que Dios anhela que llegue el día en que les devolverá la vida (Job 14:14, 15). En ese tiempo, ellos serán felices y disfrutarán de salud perfecta. Recordemos que Dios también vio la horrible muerte de su amado Hijo, con quien estaba “especialmente encariñado” (Prov. 8:22, 30). No nos podemos imaginar el inmenso dolor que sintió Jehová (Juan 5:20; 10:17). Podemos tener la total confianza de que Jehová nos ayudará. Así que no debemos dudar en abrirle nuestro corazón y contarle todo lo que sentimos. Nos reconforta saber que él comprende nuestro dolor y nos da el consuelo que tanto necesitamos (2 Cor. 1:3, 4). w17.07 13 párrs. 3-5
Lectura bíblica para la Conmemoración: Mateo 28:1, 5-15 (durante el día: Nisan 16)
(Isaías 51:12) “Yo... yo mismo soy Aquel que está consolándolos. ”¿Quién eres tú para que tengas miedo a un hombre mortal que ha de morir, y a un hijo de la humanidad que quedará como simple hierba verde?
(Números 12:6-8) Y él pasó a decir: “Oigan mis palabras, por favor. Si llegara a haber un profeta de ustedes para Jehová, sería en una visión como me daría a conocer a él. En un sueño le hablaría. 7 ¡No así con mi siervo Moisés! Tiene confiada a él toda mi casa. 8 Boca a boca le hablo, y así le muestro, y no por enigmas; y la apariencia de Jehová es lo que él contempla. ¿Por qué, pues, no temieron hablar contra mi siervo, contra Moisés?”.
(Mateo 22:31, 32) Respecto a la resurrección de los muertos, ¿no leyeron lo que les habló Dios al decir: 32 ‘Yo soy el Dios de Abrahán y el Dios de Isaac y el Dios de Jacob’? Él es el Dios, no de los muertos, sino de los vivos”.
(Hechos 13:22) Y después de removerlo, les levantó a David como rey, acerca de quien dio testimonio y dijo: ‘He hallado a David hijo de Jesé, varón agradable a mi corazón, que hará todas las cosas que yo deseo’.
(Job 14:14, 15) Si un hombre físicamente capacitado muere, ¿puede volver a vivir?Todos los días de mi trabajo obligatorio esperaré,hasta que llegue mi relevo. 15 Tú llamarás, y yo mismo te responderé.Por la obra de tus manos sentirás anhelo.
(Proverbios 8:22) ”Jehová mismo me produjo como el principio de su camino, el más temprano de sus logros de mucho tiempo atrás.
(Proverbios 8:30) entonces llegué a estar a su lado como un obrero maestro, y llegué a ser aquella con quien él estuvo especialmente encariñado día a día, y estuve alegre delante de él todo el tiempo,
(Juan 5:20) Porque el Padre le tiene cariño al Hijo y le muestra todas las cosas que él mismo hace, y le mostrará obras mayores que estas, a fin de que ustedes se maravillen.
(Juan 10:17) Por eso el Padre me ama, porque entrego mi alma, a fin de que la reciba de nuevo.
(2 Corintios 1:3, 4) Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de tiernas misericordias y el Dios de todo consuelo, 4 que nos consuela en toda nuestra tribulación, para que nosotros podamos consolar a los [que se hallan] en cualquier clase de tribulación mediante el consuelo con que nosotros mismos estamos siendo consolados por Dios.
3, 4. ¿Por qué estamos seguros de que Jehová comprende el dolor que sentimos cuando muere un ser querido?
3 Sin duda, la principal fuente de consuelo que tenemos es nuestro compasivo Padre, Jehová (lea2 Corintios 1:3, 4). Él es el mejor ejemplo de empatía, es decir, la capacidad de comprender cómo se siente otra persona. Dios les asegura a sus siervos: “Yo mismo soy Aquel que está consolándolos” (Is. 51:12; Sal. 119:50, 52, 76).
4 Nuestro “Padre de tiernas misericordias” también ha sufrido la pérdida de seres queridos, como Abrahán, Isaac, Jacob, Moisés y el rey David (Núm. 12:6-8; Mat. 22:31, 32; Hech. 13:22). La Biblia indica que Dios anhela que llegue el día en que les devolverá la vida (Job 14:14, 15). En ese tiempo, ellos serán felices y disfrutarán de salud perfecta. Recordemos que Dios también vio la horrible muerte de su amado Hijo, con quien estaba “especialmente encariñado” (Prov. 8:22, 30). No nos podemos imaginar el inmenso dolor que sintió Jehová (Juan 5:20; 10:17).
5, 6. ¿Cómo nos consuela Jehová?
5 Podemos tener la total confianza de que Jehová nos ayudará. Así que no debemos dudar en abrirle nuestro corazón y contarle todo lo que sentimos. Nos reconforta saber que él comprende nuestro dolor y nos da el consuelo que tanto necesitamos. Pero ¿cómo lo hace?
(Mateo 28:1) Después del sábado, cuando esclarecía el primer día de la semana, María Magdalena y la otra María vinieron a ver el sepulcro.
(Mateo 28:5-15) Pero el ángel, tomando la palabra, dijo a las mujeres: “No teman, porque sé que buscan a Jesús, que fue fijado en un madero. 6 No está aquí, porque ha sido levantado, como dijo. Vengan, vean el lugar donde yacía. 7 Y vayan de prisa y digan a sus discípulos que él ha sido levantado de entre los muertos, y, ¡miren!, va delante de ustedes a Galilea; allí lo verán. ¡Miren! Se lo he dicho”. 8 De modo que ellas, yéndose de prisa de la tumba conmemorativa, con temor y gran gozo, corrieron a informarlo a sus discípulos. 9 Y, ¡mire!, Jesús se encontró con ellas y dijo: “¡Buenos días!”. Ellas se acercaron y lo asieron de los pies y le rindieron homenaje. 10 Entonces Jesús les dijo: “¡No teman! Vayan, informen a mis hermanos, para que se vayan a Galilea; y allí me verán”. 11 Mientras ellas iban por su camino, ¡mire!, algunos de la guardia fueron a la ciudad e informaron a los sacerdotes principales todas las cosas que habían sucedido. 12 Y después que estos se hubieron reunido con los ancianos y entrado en consejo, dieron una cantidad suficiente de piezas de plata a los soldados 13 y dijeron: “Digan: ‘Sus discípulos vinieron de noche y lo hurtaron mientras nosotros dormíamos’. 14 Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros [lo] persuadiremos y los libraremos a ustedes de toda preocupación”. 15 De modo que ellos tomaron las piezas de plata e hicieron como se les instruyó; y este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy.
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