domingo, 21 de abril de 2019
¿Qué son la inmortalidad y la incorrupción? (it-1 1221).
Unidos con Jesús en la semejanza de su resurrección, a sus coherederos también se les resucita, no solo a vida eterna como espíritus, sino a inmortalidad e incorrupción. Después de haber vivido, servido fielmente y muerto con cuerpos corruptibles, reciben cuerpos espirituales incorruptibles, como Pablo manifiesta con claridad en 1 Corintios 15:42-54. Por lo tanto, la inmortalidad debe referirse a la calidad de la vida de que disfrutan, su perdurabilidad e indestructibilidad, en tanto que la incorrupción tiene que ver con el organismo o cuerpo que Dios les da, el cual, por constitución, no puede deteriorarse, descomponerse ni ser destruido. De modo que al parecer Dios les otorga el poder de ser autárquicos, independientes de fuentes exteriores de energía, a diferencia de las demás criaturas carnales y espíritus. Esto es una prueba conmovedora de la confianza que Dios deposita en ellos. Sin embargo, esta existencia independiente e indestructible no les exime de la autoridad de Dios, y ellos, al igual que su cabeza, Jesucristo, continúan sujetos a la voluntad e instrucciones de su Padre. (1Co 15:23-28; véanse ALMA; INMORTALIDAD.)
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