domingo, 26 de mayo de 2019

Texto Diario domingo, 26 de mayo de 2019 Los que se casen tendrán tribulación en la carne (1 Cor. 7:28).

Texto Diario domingo, 26 de mayo de 2019

Los que se casen tendrán tribulación en la carne (1 Cor. 7:28).
Las preocupaciones aumentan cuando la mujer le dice a su esposo que van a tener un hijo. Aunque se sienten muy contentos, los inquieta que puedan surgir problemas de salud durante el embarazo o más adelante. También tendrán más gastos a corto y largo plazo. Pero ese no va a ser el único cambio. La madre le dará la mayor parte de su tiempo y atención al bebé. Y el padre tendrá nuevas responsabilidades, pues debe asegurarse de que su familia tenga lo necesario. Así que los esposos ya no podrán dedicarse el uno al otro tanto tiempo como antes. Algunos matrimonios enfrentan otro problema: no tienen hijos aunque lo desean muchísimo. Algunas esposas sienten mucha angustia porque no consiguen quedar embarazadas. w17.06 4 párr. 1; 5 párrs. 5, 6

(1 Corintios 7:28)  Pero aunque te casaras, no cometerías ningún pecado. Y si una [persona] virgen se casara, la tal no cometería ningún pecado. No obstante, los que lo hagan tendrán tribulación en la carne. Pero yo les ahorro [eso].


1, 2. ¿Cómo nos consuela Jehová, y qué seguridad nos da su Palabra?
UN HERMANO joven, al que llamaremos Eduardo, le dijo a Stephen, un anciano de más edad, que algo le preocupaba. Había estado pensando en que 1 Corintios 7:28 dice que quienes se casen “tendrán tribulación en la carne”. Así que le preguntó a Stephen, que estaba casado, qué era esa “tribulación” y cómo le haría frente si un día se casaba. Antes de responderle, Stephen le dijo que pensara en algo más que escribió el apóstol Pablo, que Jehová es “el Dios de todo consuelo, que nos consuela en toda nuestra tribulación” (2 Cor. 1:3, 4).


Las preocupaciones aumentan cuando la mujer le dice a su esposo que van a tener un hijo. Aunque se sienten muy contentos, los inquieta que puedan surgir problemas de salud durante el embarazo o más adelante. También tendrán más gastos a corto y largo plazo. Pero ese no va a ser el único cambio. La madre le dará la mayor parte de su tiempo y atención al bebé. Y el padre tendrá nuevas responsabilidades, pues debe asegurarse de que su familia tenga lo necesario. Así que los esposos ya no podrán dedicarse el uno al otro tanto tiempo como antes.
6-8. ¿Cómo podría sentirse una pareja que no tiene hijos aunque lo desee?
Algunos matrimonios enfrentan otro problema: no tienen hijos aunque lo desean muchísimo. Ni el matrimonio ni los hijos garantizan una vida sin preocupaciones, pero desear tener hijos y no lograrlo puede ser una forma de tribulación. Algunas esposas sienten mucha angustia porque no consiguen quedar embarazadas (Prov. 13:12). En tiempos bíblicos, no poder tener hijos solía considerarse una deshonra. Raquel, esposa de Jacob, se deprimió muchísimo cuando vio que su hermana tenía hijos y ella no (Gén. 30:1, 2). A algunos misioneros que sirven en países donde la gente tiene muchos hijos les preguntan por qué no han tenido ninguno. Aunque ellos expliquen con tacto las razones, a veces les responden: “¡Qué pena! Oraremos por ustedes”.

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