jueves, 11 de abril de 2019

UNIDAD 5 (a) Superintendentes 'que gobiernan para derecho mismo'

UNIDAD 5 (a)
Superintendentes 'que gobiernan
para derecho mismo'
Jehová, como Pastor amoroso, ha dado a los superintendentes la dirección de que
'gobiernen como príncipes para derecho mismo'. (Isa. 32:1, 2.) Puesto
que Jehová Dios es
santo, requiere que todos los que lo adoren estén limpios espiritual y
moralmente. (1 Ped.
1:14-16.) Como superintendentes nombrados, ustedes desempeñan un papel
importante en
salvaguardar la limpieza de la congregación.
La palabra "superintendente" (e.pí.sko.pos), que encierra la idea
fundamental de cuidado
protector, comunica también la idea de uno que vigila, un guardián, un
pastor del rebaño.
Ustedes son responsables de cultivar en el corazón de los hermanos
amor por lo que es
bueno y odio por lo que es malo, inicuo. (Rom. 12:9.) Al adherirse a
la Palabra de Dios y
usar con eficiencia el arte de enseñar, podrán ayudar a los hermanos,
no solo a entender lo
que es correcto o lo que es incorrecto, sino también a participar
activamente en mantener a
la congregación limpia y casta para el servicio público a Jehová.
Cómo promueven justicia los ancianos
Todos los ancianos tienen la responsabilidad de pastorear el rebaño, enseñar,
censurar, corregir y exhortar según sea necesario. (Tito 1:9-14.)
Cuando enseñen, expongan con claridad lo que Dios requiere y animen a todos a
adherirse fielmente a sus principios justos.
Ayuden a sus compañeros de creencia a reconocer la responsabilidad que tienen de
mantener a la congregación limpia.
Ayúdenles a entender que esto requiere:
Mantener casta su propia conducta.
Prestar atención a su conciencia educada por la Biblia.
No cesar de resistir las tentaciones.
Negarse a alimentar la mente con ideas inmorales; darse cuenta de
que las ideas incorrectas llevan a acciones malas.
Que los jóvenes obedezcan a sus padres.
Negarse a imitar al mundo y sus caminos antibíblicos.
Enseñar las elevadas normas morales de la Biblia a los que
manifiestan interés.
Pongan un buen ejemplo en actitud, conducta y habla, para que la congregación
pueda imitar la fe de ustedes. (Reb. 13:7.)
Desplieguen características propias de un hombre espiritual; no cedan
a las prácticas
inmundas del hombre fisico. (1 Cor.2:14,15.)
Su ejemplo ayudará a sus hermanos a tener "la mente de Cristo". (1 Cor.
2:16.)
Tomen la iniciativa en ayudar a cualquier miembro de la congregación
que haya dado
un paso en falso; hagan cuanto puedan por reajustarlo. (Gál. 6:1.)
Animen a cultivar buenas compañías; adviertan a los hermanos que se
cuiden de las
malas compañías tanto dentro como fuera de la congregación. (1 Cor. 15:33.)
Con todo, no fomenten mala voluntad para con la persona débil de la
congregación que está recibiendo ayuda.
Puede que algunos no tengan aún sus facultades perceptivas entrenadas para
distinguir entre lo correcto y lo incorrecto. (Heb. 5:14.)
Sigan vigilando por las almas de ellos, pues también tendrán que rendir
cuentas por estos. (Heb. 13:17.)
Perciban la diferencia entre una persona débil y una persona inicua.
Traten con los hermanos como Jehová trataría con ellos. (Efe. 5:1.)
Siempre usen la Palabra de Dios para darles guía; eviten expresar sus propias
opiniones. (2 Tim. 4:2.)
En todos sus tratos sean Justos y a la vez bondadosos. (Miq.6:8.)
Manifiesten humildad por medio de mostrar empatía, puesto que ustedes también
son simplemente hombres hechos del polvo. (Sal. 103:13,14.)
Actúen como jueces capacitados.
No permitan que el espíritu del mundo penetre en la congregación. (1 Cor. 2:12;
Efe. 2:1,2.)
Censuren y reajusten a los que obran mal. (Tito 1:9.)
Remuevan a los malhechores que no se arrepienten. (1 Cor.5:7,13.)
Sostengan la justicia de Jehová
Los actos de maldad van en aumento, tanto en frecuencia como en depravación; esa
tendencia puede infiltrarse en la congregación y afectaría. (2 Tim.
3:1-5, 13; Judas 3,
4, 11-13.)
Las Escrituras muestran claramente que Jehová prohibe cierto tipo de
conducta entre
su pueblo limpio; los hermanos tienen que sostener las justas normas
de Jehová con
relación a lo siguiente:
Homicidio.
La negligencia al conducir el automóvil, no darle el mantenimiento adecuado; o
cualquier otra acción que resulte en heridas o muerte debido a negligencia o
descuido pudiera acarrear cierto grado de culpa. (Compárese con Deuteronomio
22:8.)
De igual manera se puede considerar el ser boxeadorprofesional. (w81-S
15/10 pág. 31.)
El intento de suicidio puede deberse a gran desesperación o adepresión crónica;
sean cuidadosos y compasivos al tratar conalguien que haya intentado
suicidarse. En
la mayoría de loscasos no se requiere una audiencia judicial. (Sal.
88:3, 17, 18;Pro.
15:13; Ecl. 7:7; g90-S 8/9 págs. 22, 23; w90-S 15/3págs. 26-30; w90-S
1/3 págs. 5-
9; w83-S 15/12 págs. 3-11.)
Conducta sexual impropia, lo que incluye adulterio, fornicación y
otras formas de
"por.néi.a".
La inmundicia incluye el tocar momentáneamente, con intención, los órganos
sexuales, o acariciar los pechos. (1 Tes. 4:7,8; l Tim.5:1,2.)
La inmundicia que no es de tipo grave puede ser atendida a discreción de
uno o dos ancianos; no es necesario que haya una audiencia judicial.
Para ayudar a la persona a mantener una conducta casta en el futuro habrá
que dar consejo firme, admonición y ayuda.
Si no se corrige ese proceder, pudiera aumentar en gravedad y por su
repetición frecuente convertirse en conducta relajada.
La conducta relajada es desprecio alarmante y flagrante de las normas morales de
Jehová. (Gál. 5:19; w83-S 15/7 pág. 31;w74-S 15/2 págs. 126, 127.)
Pudiera incluir la práctica deliberada de intenso acariciarse, abrazarse y
besarse, o de acariciar los pechos.
La naturaleza, las circunstancias y el grado mismo de lo que haya ocurrido
pudieran indicar si se trata de conducta relajada, lo que requiriría acción
judicial.
Esas prácticas pueden llevar fácilmente a por.néi.a.
"Por.néi.a" encierra el uso inmoral de los órganos genitales de por lo menos un
humano (sea de manera natural o pervertida); y debe haber otro implicado en la
inmoralidad -sea un humano de cualquiera de los dos sexos o una bestia-; el
participar voluntariamente en esto resulta en culpa y exige acción
judicial. No se
trata del toque fortuito de los órganos sexuales entre personas, sino
que implica la
manipulación de los órganos genitales. (w83-S 15/9 págs. 23-26; w83-S 15/7 págs.
0,31.)
Comprende la cópula oral y anal o la masturbación mutua entre personas no
casadas la una con la otra, la homosexualidad, el lesbianismo, la fornicación,
el adulterio, el incesto y la bestialidad. (Lev. 20:10, 13, 15, 16; Rom. 1:24,
26, 27, 32; 1 Cor. 6:9, 10.)
También abarca el abuso sexual de niños, lo que incluye prácticas en las que
participe un bardaje (un muchacho mantenido con propósitos de perversión
sexual). (Deu. 23:17, 18, Bib. con Refs., notas.)
Hay que tratar con muchísima consideración y bondad a las víctimas del
abuso sexual. Los ancianos siempre deben hacer lo que sea razonablemente
posible para proteger de abuso adicional a los niños; en tales asuntos sigan
las instrucciones de la Sociedad. (g85-S 22/1 pág. 8.)
La masturbación no es "por.néi.a"; tampoco sería culpable de por.néi.a
la persona
que haya sido violada. (w83-S 15/7pág. 30; w74-S 15/6 págs. 383, 384; ad-S págs.
610, 611;tp-S pág. 144.)
El término por.néi.a recalca tanto la naturaleza obscena como la intención de la
conducta de la persona, y abarca toda actividad sexual ilícita que es
típica de una
casa de prostitución.
No tiene que haber cópula (en el sentido de penetración) para que haya
por.néi.a; tampoco tendría que haber clímax sexual.
En casos dudosos, será responsabilidad del comité judicial considerar
cuidadosamente lo que las Escrituras dicen y los hechos particulares
relacionados con el caso para determinar si hubo o no hubo por.néi.a.
Esa responsabilidad no se debe tomar a la ligera, especialmente
cuando está envuelto el asunto de quedar libre bíblicamente alguna
persona para volverse a casar. (Mal. 2:16a.)
Apostasia.
La apostasía es un pararse a distancia de, un alejarse, defección,
rebelión, abandono;
implica enseñar doctrinas falsas, apoyar o promover la religión falsa
y sus días de
fiesta o las actividades de unión de fes. (Deu. 13:13, 15; Jos. 22:22,
nota; Hech.
21:21, nota; 2 Cor. 6:14, 15, 17, 18; 2Juan 7, 9, 10; Rev. 18:4.)
Se debe ayudar a los que tienen verdaderas dudas, y mostrar misericordia al
tratar con ellos. (Judas 22, 23; w83-S 15/1 págs. 20, 21; w80-S 1/8 págs.
21,22.)
La apostasía incluye, además, acción que se toma contra la adoración
verdadera de
Jehová o contra el orden que él ha establecido en su pueblo dedicado.
(Jer. 17:13;
23:15; 28:15, 16; 2Tes. 2:9, 10.)
Personas que deliberadamente esparcen (se adhieren obstinadamente a, y
hablan de)
enseñanzas contrarias a la verdad bíblica como la enseñan los testigos
de Jehová son
apóstatas.
Si se sabe que alguien ha empezado a asociarse con otra organización religiosa,
entonces el asunto debe investigarse, y si se verifica, entonces debe
formarse un
comité.
Si se establece con toda claridad que la persona se ha unido a otra
organización religiosa y tiene la intención de permanecer en ella, los
ancianos hacen un breve anuncio a lacongregación de que tal persona se ha
desasociado. (w86-S15/10 pág. 31.)
El efectuar trabajo seglar para una organización religiosa falsa
pudiera poner a la
persona en una situación similar a la de alguien que predica doctrinas
falsas. (2 Cor.
6:14-16.)
El celebrar un día de fiesta de la religión falsa sería similar a
ejecutar cualquier otro
acto de adoración falsa. (Jer. 7:16-19.)
La Biblia condena lo siguiente:
Causar divisiones y promover sectas.
Esto sería actuar deliberado que perturbe la unidad de la
congregación o socave la confianza de los hermanos en el arreglo de
Jehová.
Puede implicar apostasía, o llevar a ella. (Rom. 16:17, 18; Tito 3:10,
11.)
La práctica del espiritismo. (Deu. 18:9-13; 1 Cor. 10:21, 22; Gál. 5:20.)
La idolatría. (1 Cor. 6:9, 10; 10:14.)
La idolatría incluye el poseer y usar imágenes y cuadros que se emplean
en la religión falsa.
Borrachera. (1 Cor. 5:11; 6:9, 10; ad-S págs. 228,229.)
Hurto, robo,fraude. (Lev. 6:2, 4; 1 Cor. 6:9, 10; Efe. 4:28; ad-S pág. 615.)
Mentir deliberada y maliciosamente; dar falso testimonio. (Pro. 6:16,
19; Col. 3:9; Rev.
22:15; ad-S págs. 1114,115
Injuria, calumnia. (Lev. 19:16; 1 Cor. 6:10; ad-S págs. 396,397, 790, 791.)
Habla obscena. (Efe. 5:3-5; Col. 3:8.)
El no abstenerse de sangre. (Gén. 9:4; Hech. 15:20,28,29.)
Avidez... juego por dinero, extorsión. ( Cor. 5:10, 11;6:10; 1Tim.
3:8; ad-S pág. 173.)
El negarse rotundamente a suministrar a la familia lo que necesita en
sentido material...
hacer que la esposa y los hijos estén en la miseria cuando el esposo
tiene los medios para
proveer lo necesario. (1 Tim. 5:8; w88-S 1/11 págs. 22, 23; km-E 9/73 pág. 8.)
Actividades no neutrales. (Isa. 2:4; Juan 6:15; 17:16.)
Arrebatos de cólera, violencia. (Pro. 22:24, 25; Mal. 2:16; Gál. 5:20.)
Mal uso del tabaco u otras drogas adictivas. (2 Cor. 7:1;Mar. 15:23;
Rev. 21:8, Bib. con
Refs., nota; 22:15, Bib. con Refs., nota.)
Conducta relajada. Este término no aplica exclusivamente a la
inmoralidad sexual.
(Gál. 5:19, Bib. con Refs., nota;2 Ped. 2:7, Bib. con Refs. nota;
w83-S 15/7 pág. 31;
w74-S 15/2 págs. 126, 127; ad-S pág. 339.)
RESUMEN: Los males cometidos varían en gravedad. A veces puede haber
combinación de pecados, y esto tiene que discernirse para determinar el punto de
vista bíblico sobre la conducta de la persona. En todos los casos los
ancianos deben
pesar cuidadosamente cada situación o circunstancia. Tienen lo que realmente
ocurrió, el grado y la naturaleza del comportamiento incorrecto, las
intenciones y
los motivos, la frecuencia o práctica implicadas, etc. Los ancianos
deben desplegar
buen juicio y ser razonables y equilibrados mientras determinan el
comportamiento
a la luz de las Escrituras.
Su meta debe ser ayudar a la persona
Queremos ayudar a las personas a permanecer dentro del paraíso espiritual de
Jehová.
Cuando los ancianos son abordables y muestran interés genuino en el bienestar
espiritual de la congregación, se mantienen informados y alerta
respecto a cualquier
necesidad especial dentro de la congregación.
En algunos casos el que ha cometido un error va voluntariamente a los
ancianos en
busca de ayuda y confiesa su mal. (Pro. 28:13.)
Si la persona es culpable de un mal grave, es sabio que hable con uno o más
de los ancianos respecto a lo que ha hecho. (Sant. 5:16.)
Se debe formar un comité judicial si se han cometido pecados crasos.
En otros casos puede que se presente una acusación contra un miembro de la
congregación. (1 Cor. 1:11)
Si alguien se ha enterado de un mal que pudiera contaminar a la
congregación, está obligado a informar el asunto para mantener limpia a la
congregación. (Lev. 5:1; Núm. 15:32-34; Pro. 29:24.)
No se forma automáticamente un comité judicial aunque se acuse a
alguna persona de
pecado grave.
Puede que el anciano que oiga del mal cometido pueda encargarse de algunos
asuntos. (Gál. 6:1.)
Aunque le parezca a usted que basta con el consejo que haya dado a la
persona para restaurarla, es aconsejable informar el asunto al
superintendente presidente; tal vez haya otros factores implicados.
Puede que el asunto se haya presentado antes o quizás se
hayan cometido otros males de que esté enterado el
superintendente presidente.
Ciertos asuntos pueden ser investigados y atendidos por dos ancianos
que el cuerpo
de ancianos asigne.
Hay ciertos casos que el cuerpo de ancianos tiene la responsabilidad
de investigar y,
cuando sea necesario, debe nombrar un comité judicial para que los trate:
Pecados crasos... sea que hayan puesto en descrédito a la congregación
a la vista del
público o que sean de naturaleza relativamente privada. (Rom. 2:21-24;
1 Cor. 5:1;
2 Cor. 7:11.)
Cualquier pecado grave que encierre una clara amenaza de contaminar a la
congregación. (1 Cor. 5:6, 9-11; Gál. 5:19-21; 1 Tim. 1:9, 10.)
Cuando un anciano o un siervo ministerial comete un mal craso, tiene
la obligación
moral de informar al cuerpo de ancianos que está en condición reprensible.
Ya no satisfaría los requisitos para seguir en su puesto de servicio.
Lo mismo sería cierto en el caso de un precursor que se envolviera en
pecado grave.
Los ancianos, siervos ministeriales y precursores deben ser irreprensibles y
servir con conciencia limpia. (1 Tim. 3:2, 8,9; Tito 1:6.)
Menores bautizados.
Cuando un menor bautizado comete un mal que pone en peligro la limpieza de la
congregación, el comité asignado debe reunirse con él tal como lo haría con
cualquier otro miembro de la congregación.
Sería mejor reunirse con tal joven y sus padres cristianos; ellos tienen la
responsabilidad de criarlo y educarlo.
Si es posible, traten de devolver la salud espiritual a la persona.
(Gál. 6:1, nota.)
Si los esfuerzos por restauración espiritual son en vano, entonces se puede
expulsar.
Aunque hijos menores sean expulsados, todavía los padres tienen la
responsabilidad de criarlos, educarlos y enseñarles, incluso de estudiar con
ellos si viven en la misma casa. (w88-S 15/11 pág. 20.)
Personas casadas.
Si quien ha cometido el mal es una mujer casada, lo mejor seria
reunirse con ella y
su esposo creyente.
Él es cabeza de ella, y los esfuerzos que haga por restaurarla y dirigirla
pueden ser muy útiles.
Si a pesar de los esfuerzos la persona no muestra arrepentimiento, entonces
debe ser expulsada por su mal. (w81-S 1/11 págs. 25-31.)
La expulsión de un cónyuge no pone fin a las responsabilidades maritales.
Publicaciones no bautizados.
Los publicadores no bautizados que cometan males graves pueden ser reajustados.
Dos ancianos hablarán con el pecador y determinarán qué acción debe tomarse.
(w88-S 15/11 págs. 18-20.)
Quizás le indiquen que no puede participar en el ministerio público o
comentar en las reuniones, y tal vez hasta no le permitan participar en la
Escuela del Ministerio Teocrático hasta que haya alcanzado mayor progreso
espiritual.
Si la persona esta arrepentida, pero el mal cometido se conoce extensamente;
entonces el Comité de Servicio de la Congregación pudiera encargarse de
que se haga a la congregación un anuncio en los siguientes términos: "Se ha
tratado un asunto en que estuvo implicad(o, a)". (w88-S 15/11 pág. 18.)
Si el publicador no bautizado que es malhechor es un menor, habría que
consultar con sus padres cristianos para determinar qué medidas han tomado
para corregir al malhechor. Puede que también sea necesario reunirse con tal
joven y sus padres.
Si un publicador no bautizado es impenitente y continúa en su mal
comportamiento,
a pesar de los esfuerzos que se hayan hecho por ayudarle, entonces se
puede hacer
un anuncio que diga: "[Nombre de la persona] ya no es publicad(or, ora) de las
buenas nuevas". (w88-S 15/11 pág. 19.)
Su meta al tratar con publicadores no bautizados, sean jóvenes o
adultos, es la de
ayudarles. (1 Tes. 5:14.)
Personas bautizadas que por algún tiempo no se han asociado.
Si se enteran de que alguien en esa condición ha cometido un mal
grave, el asunto
debe investigarse si presenta una amenaza a la limpieza y el bienestar de la
congregación o causa un escándalo público.
Consideren lo siguiente:
¿Afirma esa persona que aún es Testigo?
¿Se le reconoce, por lo general, como tal en la congregación y/o en la
comunidad?
¿Tiene la persona cierto grado de contacto o asociación con la
congregación, de modo que exista una influencia corruptora
comparable a levadura?
¿Cómo se enteraron del asunto los ancianos?
¿Está dispuesta la persona a reunirse con el comité, reconociendo así
que es responsable ante la congregación cristiana?
Dependiendo del tiempo que haya estado inactiva la persona y de otros
factores ya mencionados, los ancianos quizás resuelvan mantener el asunto
en espera.
En tal caso, debe guardarse en el archivo de la congregación un
registro del comportamiento dudoso de la persona, de modo que todo
lo que se anote pueda aclararse cuando la persona muestre interés por
estar activa de nuevo.
Si solo miembros creyentes de la familia de tal persona están al tanto del
proceder incorrecto, y la congregación no toma acción debido a los factores
ya descritos, puede que los familiares creyentes decidan mantener al mínimo
el trato familíar, por considerar al pariente como mala compañía. (1 Cor.
15:33.)
Si la persona aún afirma ser Testigo y está dispuesta a reunirse con el comité
judicial, el asunto debe manejarse como de costumbre. Sin embargo, cuando
existan factores tales como una posible demanda judicial, lo mejor será
consultar con la Sociedad antes de actuar. (w87-S 1/9 pág. 14.)
Si hay personas que persisten en 'andar desordenadamente', en
violación flagrante de
principios bíblicos bien establecídos, pero no hasta el grado de merecer acción
judicial, entonces los miembros de la congregación pueden 'Señalar' a
tales personas.
(2 Tes. 3:6, 14, 15; w85-S 15/4 págs. 30, 31; om-S págs. 152, 153.)
Sin embargo, esto sólo ocurriría después que no se hubiera prestado
atención a los
efuerzos repetidos que se hubieran hecho para darle consejo y advertencia
autoritativos basados en las Escrituras, y en muchos casos después de haberse
presentado un discurso a la congregación en advertencia contra tal
proceder. (w85-S
15/4 págs. 30, 31; w81-S 1/11págs. 22-24.)
Si la persona que ha sido señalada continúa en su proceder incorrecto en desafio
claro de las normas cristianas, rechazando obstinadamente el consejo amoroso
fundado en las Escrituras, entonces se podrá tomar acción judicial si
la situación se
convierte en escandalosa conducta relajada.
Lo apropiado de la expulsión
Al tomar decisiones o contestar preguntas acerca de la censura
judicial, la expulsión,
la desasociación o el restablecimiento, los ancianos deben asegurarse de que sus
decisiones y respuestas se basen sólidamente en la Biblia y armonicen con las
declaraciones más recientes de la Sociedad. (Compárese con 1 Corintios 4:6.)
Antes de iniciar una audiencia judicial, los ancianos asignados a
participar en el
comité judicial deben repasar las instrucciones que se dan en las
Unidades 5 (a), 5
(b)y 5 (c), y examinar textos pertinentes y referencias en las
publicaciones de la
Sociedad.
Deben también asegurarse de proceder con arreglo a la infornacion más
reciente publicada en La Atalaya y en las cartas de la Sociedad.
Lo que se logra por la expulsión:
Se mantiene en alto el nombre de Jehová y su norma de justicia. (Hech. 15:14; 1
Ped. 1:14-16; compárese con Isaías 52:5.)
Se protege la pureza de la congregación. (1 Cor. 5:1-13; 2Cor. 7:11.)
Puede que corrija al malhechor no arrepentido y le devuelva el juicio.
(2Cor. 2:6-8.)
Lo que implica el desasociarse
La expulsión es una acción que toma un comité judicial contra malhechores
impenitentes, mientras que el desasociarse es una acción que toma la
persona que ha
decidido que ya no desea ser testigo de Jehová. (1 Juan 2:19.)
La Palabra de Dios habla de los que dejan el camino de la verdad;
pueden hacer esto
mediante escribir una carta o por su manera de actuar. (w81-S 15/11 pág. 17.)
Si una persona emprende un proceder contrario a la posición neutral de la
congregación cristiana, la congregación se ve en la obligación de
considerarla como
alguien que ha decidido separarse de nosotros. (Isa. 2:4; Juan 15:17-19.)
Se debe hacer un breve anuncio para notificar a la congregación que esa persona,
por el proceder que ha escogido, ya no desea ser testigo de Jehová. (Se debe
notificar a la Sociedad mediante los formularios S-77-S y S-79-S.)
Si una persona bautizada insiste en que no desea ser parte de la congregación y
solicita que su nombre se quite de todos nuestros registros, debemos
acceder a su
solicitud.
Puesto que adopta una posición tan categórica, ínstela a poner su solicitud por
escrito.
Si rehúsa hacerlo, pero declara resueltamente ante testigos su decisión de
desasociarse y de que ya no se le conozca como testigo de Jehová, entonces
se pedirá a los testigos de esa declaración que la pongan por escrito y la
firmen.
En todo caso de desasociación un comité consideraría las pruebas
relacionadas con el
asunto.
Si la persona ha puesto fin definitivamente a su condición de miembro de la
congregación, los ancianos hacen un breve anuncio de su desasociación. (w86-S
15/10 pág. 31.)
Debe notificarse a la Sociedad por los formularios S-77-S y S-79-S.
Se considerará a la persona como alguien que se ha desasociado.
No será necesario que un comité siga investigando un supuesto mal proceder si la
persona acusada da a conocer su decisión de desasociarse. (w84-S 1/7 pág. 31.)
No obstante, el comité prepararía un resumen escrito de la(s)
supuesta(s) ofensa(s) y
de la prueba presentada.
Ese resumen se archivaría junto con la información relacionada con la
desasociación.
Si más tarde la persona pide que se la restablezca, en esa ocasión habría que
considerar con ella esos asuntos.
A los que se desasocian se les debe ver y tratar como a los
expulsados. (w85-S 15/7
págs. 30, 31.)
Si alguien se desasocia y luego quiere regresar a la congregación,
debe solicitar una
audiencia de restablecimiento, lo mismo que haría el que estuviera expulsado.
Manera correcta de considerar a los expulsados y desasociados
Si alguien trata de influir en otros para que adopten un proceder que
las Escrituras
condenan, o trata de engañar a otros, todos deben evitarlo; esa
persona está descrita
en 2Juan 9-11.
Los que desean hallarse en buena relación con Jehová se apartan de los
expulsados y
los desasociados.
En 1 Corintios 5:11-13 el apóstol Pablo suministra consejo bíblico fundamental
sobre la manera apropiada de considerar a los que han sido echados de la
congregación.
Juan aconseja contra hablar o asociarnos con un expulsado o desasociado para que
no seamos 'partícipes en sus obras inicuas'. (2Juan 11.)
En La Atalaya del 15 de noviembre de 1981, páginas 14-25, se dan
pautas bíblicas e
históricas sobre cómo considerar a los expulsados y los desasociados.
En particular se necesita cautela en contactos con personas expulsadas que han
apostatado y las que continúan en su proceder inmoral. (Tito 3:10, 11;
1 Juan 2:19.)
Como gangrena, pueden contaminar a la congregación.(2Tim. 2:16-18.)
El principio expuesto en las palabras de Jesús en Mateo 10:34-38
aplica a situaciones
que implican a familiares expulsados o desasociados.
Puede que surjan problemas especiales y dificiles en lo relacionado
con reuniones
de tipo social.
Los adoradores leales de Jehová querrán adherirse al consejo inspirado de 1
Corintios 5:11.
Por lo general no se expulsaría a un pariente cercano por asociarse con un
expulsado, a menos que haya asociación espiritual o se haga un esfuerzo por
justificar o excusar el mal proceder.
Como se pudieran atender los preparativos para el funeral de un expulsado:
Si el expulsado había dado prueba de arrepentimiento, puede que la conciencia de
algún hermano le permita dar un discurso bíblico en la funeraria o en
el cementerio.
Sin embargo, no se debe usar el Salón del Reino. (w81-S 15/11 pág. 25; w77-S
15/10 págs. 634, 635.)
Si la persona fallecida aún abogaba por enseñanzas falsas o conducta
impía, no sería
apropiado dar un discurso de funeral. (2Juan 9-11.)
Debe tenerse presente que todos los problemas y las pruebas
relacionados que hayan
surgido son el resultado del mal comportamiento del expulsado.
Cooperación entre las congregaciones
Cuando un caso que se considera requiere la cooperación de dos o más
congregaciones, no vacilen en suministrar la ayuda requerida.
Si alguien se ha mudado a otra congregación, no conviertan en un
problema el asunto
de la jurisdicción.
¿Tienen ustedes los hechos? ¿Pueden encargarse con mayor eficacia del caso?
Entonces pudiera ser apropiado que ustedes se ocuparan del asunto sin dilación.
Si el mal cometido implica a personas que asisten a diferentes congregaciones,
entonces pidan la ayuda de los ancianos de la(s) otra(s) congrega(
ción, ciones) y
beneficiense de sus observaciones.
Los comités judiciales pueden entrevistarse por separado y/o en conjunto con los
implicados, a fin de asegurarse de los hechos y aclarar cualesquier
discrepancias.
(Pro. 18:13, 17.)
Si se efectua una reunión conjunta, el comité judicial de cada congregación se
reunirá después y considerará el (los) caso(S) de la(s) persona(s) de su propia
congregación.
La buena comunicación y la cooperación mantendrán al mínimo las inconsecuencias
en los juicios que se den.
No dejen que un asunto permanezca sin recibir atención.
Guarden lo confidencial
Nadie debe considerar asuntos privados o judiciales con miembros de su
familia, ni
siquiera con su esposa, ni con otros que no estén implicados. (w71-S
15/9 págs. 574-
576.)
Piensen antes de hablar.
Sean sumamente cuidadosos para no divulgar sin querer información privada
mientras hablan por teléfono y otros escuchan su conversación o cuando hay cerca
personas que pudieran escuchar lo que se dice.
A veces puede que sea necesario consultar sobre un caso judicial
complicado con un
anciano maduro de experiencia de otra congregación, o con el superintendente de
circuito.
Por lo general se podrán considerar asuntos pertinentes, pero no se deben usar
nombres.
No obstante, cuando el anciano con quien se consulta es el superintendente
de circuito, o si las circunstancias requieren que ustedes se comuniquen con
la Sociedad, entonces pudiera ser necesario emplear nombres. (w87-S 1/9
págs. 12-15; km-S 10/77 pág. 6.)
Ejerzan cuidado para guardar lo confidencial. (Pro. 11:13;15:22.)
Sean "imitadores de Dios"
Jehová es un Dios de justicia; es misericordioso, bondadoso, amoroso
ypaciente. (Exo.
34:6,7; Sal. 37:28.)
Al tratar con sus hermanos, imiten a Jehová, desplegando estas cualidades, y
llegarán a ser una honra para él y una bendición para sus hermanos. (Efe. 5:1.)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.